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viernes, 14 de junio de 2013

Trance

4/10
Trance (Reino Unido, 2013).
Dirección: Danny Boyle.
Intérpretes: James McAvoy, Rosario Dawson, Vincent Cassel, Danny Sapani, Matt Cross.
Guión: Joe Ahearne, John Hodge.
Música original: Rick Smith
Fotografía: Anthony Dod Mantle.
Montaje: Jon Harris.
Idioma: Ingles, francés.
Duración: 101 minutos.



Escondido en la memoria

Podemos calificar la carrera de Danny Boyle de, cuanto menos, irregular. Yo iría más allá, diciendo que el talento del británico está totalmente desperdiciado en proyectos intrascendentes. Por mucho que consiguiera una ristra de Oscar con Slumdog Millonaire, aquella película que no pasaba de simpática. La playa se le fue totalmente de las manos, su Millones se me atragantó con toda su magia, fracasó de forma estrepitosa en la ciencia-ficción con Sunshine, y 127 horas no pasa de ser un ejercicio resultón. En lo que lleva de siglo solo disfruté realmente con los zombies de 28 días después.

No parece que su olfato le funcione demasiado bien a la hora de elegir proyecto. Algo que podemos ver de forma muy clara en su último film. Trance es un thriller retorcido de esos que hemos visto ya cientos de veces. Sin ir más lejos, existen serias semejanzas con una película aún en cartel, Efectos secundarios (Steven Soderbergh, 2012). No vamos a negar el excelente pulso de Boyle a la hora de dirigir toda esta maraña, pero precisamente por eso más rabia da ver lo pobre del material con el que director se dedica a hacer sus virguerías.
Es Trance uno de esos filmes en los que no importa la coherencia ni la lógica, todo está supeditado a sorprender con un giro de guión aún más rebuscado que el anterior. Quizás haya quien se deje impresionar por tanta filigrana, pero si uno se para a pensarlo solo dos segundos, nada tiene sentido en este juego. Por no hablar del uso arbitrario y poco riguroso que se hace de la hipnosis. En una comedia como La maldición del escorpión de Jade uno puede permitir esas licencias, pero en algo que va de serio queda muy ridículo.

Así que tenemos a un director desperdiciando su enorme talento, y a unos grandes intérpretes dando lo mejor de sí para construir un sinsentido. Hablando de dar lo mejor de sí misma, atentos al par de momentos en los que Rosario Dawson se nos muestra en todo su esplendor. Para quitar la respiración.

Sí, Trance es una película muy entretenida. Y bien realizada. Pero su guión es un alambicado castillo de naipes que se viene abajo con solo soplar un poco. Mala cosa.


Manuel Barrero Iglesias


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