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miércoles, 31 de diciembre de 2014

Premios Tierra Filme 2014

Por tercer año consecutivo os damos la oportunidad de votar lo mejor del año cinematográfico. Entre todos los estrenos de 2014 podéis elegir vuestros favoritos en las siguientes categorías: 


PELÍCULA     

DIRECCIÓN        

ACTRIZ            

ACTOR



Este año se mantienen las dos categorías especiales

-MEJOR PELICULA de 2014 NO ESTRENADA en salas comerciales

-PEOR PELICULA

Ya sabéis que podéis participar en todas las categorías, en algunas, o solo en una. 

Aquí tenéis las bases completas.

Y aquí podéis ver todos los estrenos del año pasado: Estrenos 2014

El plazo para enviar vuestras listas acaba el 18 de enero. Mandad las votaciones a premios@tierrafilme.com

Y recordad que habrá regalo a sortear entre todos los que participéis. Este año, los DVD de La vida de Adèle y The Master, triunfadoras de la pasada edición.

martes, 30 de diciembre de 2014

Televisión: Pilotos 2014/2015. Quinta Entrega

Título: Jane the Virgin    
Creada por: Jennie Snyder.
Emitida en: CV.
Reparto: Diane Guerrero, Priscilla Barnes, Yael Grobglas, Brett Dier, Jenna Ortega, Gina Rodriguez, Andrea Navedo, Gigi Peretz
Audiencia: 1,61 millones.

Se trata de la adaptación de una telenovela venezolana. Muy mala premisa, pero lo cierto es que consigue escaparse de los tópicos del género para, además, reírse de ellos. Ahí es donde reside la mayor parte del encanto del piloto y es lo que ha hecho que se convierta en una de las sensaciones de la temporada, valiéndole incluso dos nominaciones a los Globos de oro.

El piloto funciona como artefacto auto-paródico y de entretenimiento, pero más allá de eso puede llegar a hacerse pesado, porque en el fondo es más de lo mismo, otro producto CW pero con un envoltorio distinto. 

Cada cierto tiempo, puede resultar hasta saludable el engancharse a un producto de esta cadena para despejar la mente y no tener que pensar demasiado. Yo reconozco que vi The O.C., algo de Gossip Girl, y que fui, soy y seré, fan incondicional de Las chicas Gilmore, pero ésta, por ahora no, me la trago.

Sin embargo, estad atentos y si consigue permanecer en boca de todos tras su segunda temporada, dadle una oportunidad. Yo igual también lo hago.

Lo mejor: Rogelio de la Vega.

Lo peor: No acaba de destacar.

Puntuación: 5




Título: Constantine    
Creada por: Daniel Cerone
Emitida en: NBC.
Reparto: Matt Ryan, Harold Perrineau, Charles Halford, Lucy Griffiths, Josh Woody Woodward
Audiencia: 4.28 millones.

Adaptación televisiva del personaje de DC Comics que anteriormente ya fue llevado a la gran pantalla por Francis Lawrence (director), Kevin Brodbin, Frank Cappello (guionistas) y con Keanu Reeves como protagonista.

David S. Goyer anda por medio, normal tratándose de un producto DC Comics, pero aún así el proyecto tiene poca enjundia. Se trata de una serie sobrenatural de usar y tirar que va a tener poquísimo recorrido a juzgar por sus audiencias.

La serie resulta demasiado predecible y se echa de menos el riesgo que muestran otras compañeras de cadena como Hannibal. Más allá de lo cuidado de su producción no hay demasiado en este piloto que nos haga querer ver más, especialmente si no somos fans del género.

Lo mejor: El apartado visual.

Lo peor: Previsible y convencional.

Puntuación: 3.




Título: Cristela
Creada por: Cristela Alonzo y Kevin Hench.
Emitida en: ABC.
Reparto: Cristela Alonzo, Carlos Ponce, Andrew Leeds, Sam McMurray, Terri Hoyos, Gabriel Iglesias, Maria Canals-Barrera
Audiencia: 6,51 millones.

Se trata de una sitcom clásica con familia latina como protagonista. Una mujer mejicana está a punto de tener su primer trabajo como abogada, no remunerado, y a su vez tiene que lidiar con las estrictas tradiciones e idiosincrasia de su familia.

Demasiadas cosas que echarle en cara a esta comedia. Lo primero es que es demasiado retro, sin que esto le aporte ningún tipo de encanto adicional. Las risas enlatadas son demoledoras y el ritmo cómico de la serie agotador. Lo que funcionaba con series como Roseanne, aquí queda ridículo y anticuado. Esperar a que las risas terminen para seguir hablando es cosa del pasado, podría quedar bien si hubiese auto parodia y jugasen con ello, pero la serie está lejos de ser tan arriesgada.

Además, parece demasiado destinada al público latino, pero con un estilo americano vieja escuela, y esa mezcla chirría demasiado. El piloto se hace muy cuesta arriba y a no ser que tenga la suerte de que le den un largo recorrido en el que tenga tiempo para poder readaptarse y encontrar su humor, la serie tiene pinta de que va a ser uno de los peores estrenos del año.

Lo mejor: No se me ocurre nada.

Lo peor: Su estilo añejo.

Puntuación: 1.

domingo, 28 de diciembre de 2014

Críticas: Big Eyes

7/10
BIg Eyes (Estados Unidos, 2014)
Dirección: Tim Burton.
Intérpretes: Amy Adams,  Christoph Waltz, Danny Huston,  Jason Schwartzman, Krysten Ritter, Terence Stamp, Heather Doerksen, Emily Fonda, Jon Polito, Steven Wiig, Emily Bruhn, David Milchard, Elisabetta Fantone, Connie Jo Sechrist, James Saito.
Guión: Scott Alexander, Larry Karaszewski.
Música original: Danny Elfman.
Fotografía: Bruno Delbonnel.
Montaje: Joseph C. Bond IV
Idiomas: Inglés, francés, italiano.
Duración: 106 minutos.


La gran mujer detrás del hombre pequeño

Por Miguel Montañés

Haters gonna hate. Los que siguen a Tim Burton por la apariencia lúgubre apta para todos los públicos de sus películas más reconocibles, y los que consideran al director de Burbank alguien capaz de facturar apañados blockbusters de culto pero sin la competencia para construir una obra profunda que pueda tomarse verdaderamente en serio. Justo cuando parecía que iba a lograr esto último con Ed Wood (1994) y, en menor medida -y de otra manera- con Sleepy Hollow (1999), empezó a dar bandazos entre adaptaciones, reinvenciones, aberraciones y remakes innecesarios que a punto estuvieron de hacerle naufragar de no haber sido por cosas como (sobre todo) Big Fish (2003) o Sweeny Todd (2007). Haters gonna hate. En Big Eyes hay poco espacio para los esqueletos y los árboles retorcidos recortándose contra la luna llena. No están ni Johnny Depp ni Helena Bonham Carter. Tampoco la manera de desarrollar la peripecia del matrimonio Keane es algo que vaya a convencer a los más escépticos. En cualquier caso, es probable que Burton haya rodado su mejor película en veinte años. Algo por encima de Big Fish aunque bastante por debajo de Ed Wood, con la que, por cierto, comparte guionistas.


Margaret, según ella misma reconoce, no sabe venderse. Pinta porque le gusta. Le gusta cómo pinta. Pero es consciente de que una mujer separada y con una niña pequeña no puede salir adelante con su arte en la América de los 50. Para eso está Walter, un farsante encantador con un plan. Los dos se necesitan tanto el uno al otro que es inevitable que acaben juntos. Walter se encargará de vender los cuadros atribuyéndoselos a él mismo si es necesario.


Tim Burton y Margaret Keane comparten una clara vocación por salvaguardar su esencia haciendo las concesiones mínimas para lograr el reconocimiento. Ambos han sido imitados hasta el aburrimiento, y sus trabajos convertido en icono pop. No es de esperar que a estas alturas ninguno de los dos cambie (87 años tiene la pintora), pero en el caso de Burton, lo deseable sería que siguiera contando con actores de la envergadura de Amy Adams y Cristoph Waltz para narrar historias que valgan la pena. Y luego ya hablaremos de la estética más conveniente para hacerlo.



Críticas: Invencible

2/10
Unbroken (USA, 2014).
Dirección: Angelina Jolie.
Intérpretes: Jack O'Connell, Domhnall Gleeson, Garrett Hedlund, Takamasa Ishihara, Finn Wittrock
Guion: Joel Coen, Ethan Coen, Richard LaGravanese, William Nicholson; sobre el libro de Laura Hillenbrand.
Música original: Alexandre Desplat.
Fotografía: Roger Deakins.
Montaje: William Goldenberg, Tim Squyres.
Idiomas: Inglés, japonés, italiano.
Duración: 137 minutos.



Una, grande y libre


Por Manuel Barrero Iglesias

Un niño estadounidense, hijo de emigrantes italianos. Apenas se maneja en inglés, lo que provoca problemas de adaptación. Se convierte en adolescente conflictivo. Su hermano lo reconduce, y le anima a hacer deporte. Empieza una prometedora carrera como atleta. Participa en las Olimpiadas de Berlín 1936 con solo 19 años, donde incluso llama la atención de Hitler. Poco después se alista el ejército para combatir durante la II Guerra Mundial. Su avión se estrella en el Pacífico. Sobrevive mes y medio a la deriva en el océano. Es capturado por los japoneses. Es llevado a un campo de prisioneros. El oficial nipón al mando, amigo de las torturas, se ensaña con él. Acaba la guerra. Vuelve a casa. Traumas posteriores. Encuentra la salvación en la religión. Perdona a su enemigo. Tiene una vida longeva y llena de reconocimientos, hasta que muere a los 97 años
No sorprende que la historia de Louis Zamperini haya sido llevada al cine, y más después de que se publicara una biografia sobre su vida en 2012. La encargada de hacerlo es Angelina Jolie, quien ya se ocupó de los horrores bélicos en su ópera prima. Aquella En tierra de sangre y miel (2011) se detenía en el conflicto de los Balcanes, con buenas intenciones pero sin la suficiente destreza narrativa. En esta ocasión, la directora se queda en terreno conocido. Una de esas historias 'bigger than life' que tanto gustan en el Hollywood más conservador. Tampoco nos vamos a detener mucho en el nuevo fracaso narrativo de Jolie, que nos presenta una puesta en escena rancia y apolillada.

Aunque para reaccionario el núcleo de un discurso que sitúa a Estados Unidos como una nación indestructible, la más grande del  Universo. Los paralelismos entre la historia particular de Zamperini y la general del país son evidentes. Desde unos inicios complicados y violentos, con la inmigración muy presente; hasta la idea de que cualquiera puede cumplir el dichoso sueño americano. Un país que se levanta ante las adversidades, y que resiste con integridad los ataques extranjeros. Y es aquí donde se hace especialmente visible el etnocentrismo (quizás deberíamos decir egocentrismo) del film. No hay ningún matiz en la representación del bien y del mal, cada uno bien delimitado en un bando. El film incide varias veces en la integridad sin fisuras del protagonista (o de la nación), acabando con el letrero que nos recuerda como el japonés no quiso la reconciliación que el americano sí buscó. 

Causa cierto bochorno ver esta clase de biopic que consagra su existencia a ensalzar la vida y milagros de alguien, sin matices ni sombras que enriquezcan el relato. Ese tipo de cine intelectualmente discapacitado y reduccionista que no cree en la inteligencia del público. Cuando ese discurso se hace extensible de un individuo a una nación, el asunto pasa de bochornoso a obsceno.





viernes, 26 de diciembre de 2014

Estrenos España 25 diciembre 2014

Un estreno de Tim Burton siempre es algo a destacar, aunque el director ande de capa caída estos últimos años. Con Big Eyes vuelve al biopic (género que ya bordó con Ed Wood), contando la historia de Margaret y Walter Kane, quienes se hicieron famosos por sus cuadros de niños con grandes ojos. Amy Adams y Christoph Waltz interpreta a un matrimonio en el que ella pintaba y él firmaba.
Otros dos estrenos estadounidenses. Angelina Jolie también se basa en hechos reales para su Invencible.Es la historia de Louis Zamperini, quien participó en las Olimpiadas de 1936, para posteriormente combatir en la II Guerra Mundial, donde fue prisionero de Japón. Por su parte, Ben Stiller protagoniza Noche en el museo 3: El secreto del faraón. Tercera entrega de la saga, que en esta ocasión se traslada a Londres. La cinta es una de las últimas en las que participó Robin Williams.

En cuanto a los producto nacionales, empezamos con Musarañas. Película de terror producida por Álex de la Iglesia, y protagonizada por Macarena Gómez y Nadia de Santiago. La acción transcurre casi íntegramente en una sola localización, y el tramo final hará las delicias de los amantes de lo bizarro y excesivo. También se estrena El club de los incomprendidos, comedia dramática protagonizada por adolescentes.

Acabamos el repaso con Mr. Kaplan, película uruguaya en la que un viejo judío decide emprender un viaje para capturar a un supuesto oficial nazi. Su intención es llevarlo a Israel, y para ello cuenta con la ayuda de un policía retirado.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Críticas: Mr. Turner

6/10
Mr. Turner (Reino Unido-Francia-Alemania, 2014).
Dirección y guión: Mike Leigh.
Intérpretes: Timothy Spall, Paul Jesson, Dorothy Atkinson, Marion Bailey, Ruth Sheen.
Música original: Gary Yershon.
Fotografía: Dick Pope.
Montaje: Jon Gregory.
Idioma: Inglés.
Duración: 150 minutos. 


Oda al gruñido

Por Manuel Barrero Iglesias

El biopic tiene códigos tan marcados que resulta harto complicado escapar de ellos. Incluso alguien tan radical como Abel Ferrara nos entrega un trabajo más convencional de lo que se podría espera con Pasolini (2014). ¿Pero es posible innovar en un género tan encorsetado? Fórmulas siempre hay, que le pregunten a Todd Haynes. Su retrato de Bob Dylan en I'm not there (2007) encuentra la forma de eludir lugares comunes y obviedades. La excepción que confirma la regla que rige el patrón de las películas biográficas. Se trata de contar un trozo de vida, intercalando de forma calculada vida personal y profesional. Y suelen convertirse en vehículos de lucimiento para un protagonista entregado a su transformación/imitación. 

Por supuesto, hay niveles. Desde el típico rutinario hollywoodiense hasta productos de qualité, como el reseñado de Abel Ferrara. O este que nos ocupa ahora. Es obvio que un director como Leigh va a cuidar, hasta el mínimo detalle, cualquier aspecto de su trabajo. Empezando por una fotografía que busca capturar la esencia del estilo pictórico del mismo Turner (y con resultado más que satisfactorio). Y continuando por un retrato del personaje que está más cerca de lo cotidiano que de los relatos 'bigger than life'. Mike Leigh no es Taylor Hackford, y el mínimo de calidad está garantizado. 
Pero es complicado no caer en determinados tics. Se nota la preocupación por combinar el lado artístico y el "humano" del personaje. Y se agradece la sutileza con la que el director aborda las relaciones personales del pintor, pero estas son mucho menos interesantes que las profesionales. Es ahí donde la película tiene verdadero interés, en la personalidad del Turner pintor y su relación con otros compañeros. Las reacciones del entorno ante sus "locuras", o las del mismo Turner ante los cambios del mundo. Volviendo al terreno de los personal, el film tiene dos momentos muy prescindibles. Se trata de las dos muertes principales, ambas mostradas de forma explícita. Dos momentos que en ningún caso reflejan la agonía del enfermo moribundo, y que dulcifican los últimos estertores muy a la manera hollywoodiense. 

Tampoco se libra Mr. Turner de la interpretación protagónica alabada de forma casi unánime. Y como suele suceder en estos casos, los halagos resultan excesivos. Timothy Spall tiene sus momentos brillantes -como no podía ser de otra forma-, pero su trabajo resulta irregular en conjunto. Tampoco ayuda ese abuso de los gruñidos, un recurso que tiene su gracia al principio, pero que acaba resultando tedioso. Como un trabajo al que le sobra bastante metraje.


domingo, 21 de diciembre de 2014

Premios 2014: No sólo de Hollywood vive el cinéfilo

Por Paulo Campos


Mientras en los USA siguen enfrascados en plena carrera por el Oscar, con las asociaciones de críticos liándose la manta a la cabeza y premiando a todo hijo de vecino, o casi (¿verdad Angelina?) en la vieja Europa también se reparten premios, incluso en España también tenemos tiempo para premiar lo mejor del año cinematográfico. Aunque si seguimos por el camino que vamos, en próximos años nos reuniremos para premiar al cine hecho en España, sin más, por ser una heroicidad.

Pues vamos poco a poco, empiezo por los norteamericanos, donde las asociaciones ya se están peleando por ver cual de ellas acierta más en los Oscar o como ellas prefieren llamarlo: “Elegir lo mejor del 2014”. Fijaos si apuestan sobre seguro que hasta Phoenix tiene dos asociaciones de críticos diferentes con sus diferentes premios. Pero como dije, no voy a enumerar todas y cada una de las asociaciones -que, si estás leyendo esto, doy por hecho que las sabes de memoria- sino para admirar como una marcianada como Birdman es escogida como la alternativa a Boyhood. Mientras sea buen cine, a mí me vale.

Pero claro, tenían que llegar los chicos de la Broadcast Film Critics y sus “Critic's Choice”, así se llaman sus premios, vaya por Dios. Desda hace un par de años aumentaron sus categoría hasta las 2342434923984 y así, todo cristo tiene sus minuto de gloria en la carrera. Además de ratificar a Boyhood, Birdman y The Grand Budapest Hotel como las más aclamadas por la crítica (como diría Cándida Villar “se lo cuentas a un calvo y le crecen las orejas”), rescataron del olvido a Angelina (tengo varicela) Jolie y su (más grande que la vida) Unbroken. Teoría: estos tipos quieren ganar visibilidad y arrebatarles terreno a los Globos de Oro, y en lugar de atacar por el lado más obvio -esto es, encargar más bebida a destilerías DYC-, pues quieren hacerlo a través de los premios, error de principiante a todas luces. Pero bueno, nominando a Angelina es como echarles en cara a los otros rancios, que para rancios pro los de la BFC.

En cuanto a las demás categorías, los críticos siguen haciendo su trabajo de convencernos que le debemos un Oscar a Michael (debería haber contrapartida, a ti te damos el Oscar pero tú nos devuelves los minutos de vida que nos arrebataste con Jack Frost) Keaton. Que vamos a hacer como que Julianne (hija, déjate ver más por saraos, talk shows y mierdas de estas, no nos prives) Moore no tiene tan seguro el Oscar dándole premios a Rosamund (todos éramos fans de ella antes de Gone Girl y quien diga que no, miente) Pike, Reese (me gusta más una entrevista que al Mocito Feliz) Witherspoon y sobre todo a Marion (asume que ni de coña) Cotillard, que nos hace parecer serios si la premiamos por la peli esa que no se entiende nada.

J.K. (Rowling) digo Simmons también lo tiene hecho, igual que Patricia (¿no fue cuñada de Courtney Cox? ¿Qué decidieron entre todos? ¿Acomplejarla profesionalmente?) Arquette. Sólo falta saber si los votantes querrán ver a Robert (sí, muy majo, pero anda que no necesitas un director que te frene, macho) Duvall y Meryl (nombrada mejor actriz por los Premios Meryl Streep a la mejor actuación de Meryl Streep) Streep como nominados en lugar de apostar por algo más “arriesgado”. Dícese de Josh (el interruptus, siempre suena pero casi nunca llega) Brolin o Tilda (paso de todo y me importaís todos tres cojones) Swinton.

Los otros premios son para personas fundamentales, sin las cuales jamás se podría rodar un película, y que con su trabajo dotan a las películas de su aspecto formal, su ritmo, su emoción, su técnica y la magia que hace que ver cine sea una experiencia única. Por eso no voy a hablar de ellos. No saldrán en las fotos al día siguiente y tienen dobermans hambrientos en la entrada de los Globos de Oro.

Mientras tanto en Europa premiábamos una película en blanco y negro, sobre una monja polaca y su tía, también polaca pero borracha con un secreto familiar a sus espladas. Sabiendo esto, es lógico pensar que un fan de Criadas y señoras como justa nominada al Oscar, no tuviera mucho interés en verlos. Es como si todos los premios, para entendernos, fueran “mejor película extranjera”. Y no seré yo quien critique la lista de nominados, ya os dije que tengo un defecto muy grande como Oscar-Fan-Boy, que a mí me va gustando el cine e incluso las películas. Pero si es cierto que estos Premios del Cine Europeo necesitan un poco de visibilidad porque ni los ve nadie, ni le importan a nadie, y repartir premios para que nadie se entere, eso lo hacen los Internaional Cinephile Society (buscadlos, buscadlos). La solución no la sé, quizá una categoría llamada “Mejor película que nosotros no votaríamos pero tú si” o “Mejor película si estuviéramos en USA y Azerbaiyán fuera Dakota del Norte”
Por último mostrando la globalización a través de los premios cinematográficos llegamos a España, ese país donde ir al cine es como ir a comer a Arzak y no siempre por lo acertado del menú, también tenemos varias citas en lo que sería la Carrera al Goya. La primera son los Premios Feroz, que cumplen este año la segunda edición, y a ver: Se autodenominan como la antesala de los Goya, a imagen y semejanza de los Globos de Oro. Todo mal:

1-Para votar en los Globos de Oro no es necesario ver las películas. De hecho, NO deben ver las películas, por aquello de no asustarse lo que están votando. Aquí se ve coherencia en las nominaciones, como si los votantes disfrutaran de ver cine español. Clara diferencia, por lo tanto no, se parecen

2-Si quieres ser como los Globos de Oro tienes que cambiar la mentalidad del país entero. Que apareciera Bárbara (ay mi niña) Lennie borracha al recoger su premio debería ser aceptado con total normalidad pero lejos, de ello habría incluso programas que lo verían mal. !Cuántos años de ventaja nos llevan¡ Eso si, aquí la Lennie podría sacarse una teta y no pasaría nada, dirían que está compitiendo en un casting con Maribel (¿dónde coño estás?) Verdú por el papel protagonista .

3-Sinceramente, es como si mi hijo me dice que de mayor quiere ser como Sergio Ramos,, hay mejores modelos a quien parecerse, que sé yo, Cañita Brava (nótese la metáfora sutil al comparar al showman gallego con una asociación de críticos snob, tal como Los Ángeles).

Si esto fuera poco tenemos otro premio más, ya desde hace 20 años, que es el Premio Forqué, que nombra lo mejor del cine español del año. Si aquellos quieren ser los Globos de Oro, éstos aspiran a ser los Critics Choice, vamos, digo yo. Así que la diferencia es que en los feroz no hay que llevar traje y en los Forqué, hay señores muy importantes, podridos de dinero, que les da o por producir películas o por presidir equipos de fútbol, incluso las dos a la vez. Por lo tanto hay que ir formales porque te pueden pagar una pasta que valdrá para no tener pérdidas, lo que será habitual en el cine español si tu película no la produce o Telecinco o Antena 3. Si la produce TVE, date por jodido, ni con el Euromillón recuperas la inversión.

Acabo este repaso con el anuncio de las nueve películas extranjeras que han pasado el corte en la Academia de Hollywood. Por mucho que no os lo creáis Vivir es fácil con los ojos cerrados no ha pasado el corte, ... Pero... alto... no os cortéis aun las venas. El mismo camino han seguido supuestas favoritas como la belga Dos días y una noche -ya dije desde el principio que es ciencia ficción para un votante medio-, la canadiense Mommy -Xavier (egoegoegoegoego) Dolan tendrá que ver más pelis de Almodóvar-, la italiana Il capitale Umano -no tocaba este año Italia-, la turca Sueño de invierno -sí, que va a aguantar un americano tres horas de silencios sesudo-s. Sorprende la ausencia de la israelí Gett, precisamente por ser israelí, pero al saber que se desarrolla en una sola habitación, pues está claro el porqué
Si está Ida, que como dura 80 minutos pues un votante americano sólo la tiene que ver en cuatro días. Turist, la comedia negra sueca que es el dark horse del año. La rusa Leviathan, que esta si que no sé como ha entrado porque la debieron terminar tres (aunque pensándolo bien son tres más que el 90% de toda la lista). La mauritana Timbucktu, que es más facilona y de una país que no saben ni donde está, pero si que son pobres y sufren. La estonia Mandariinid, muy votable para los académicos, al más puro estilo No Man´s Land, con la que guarda más de una parecido. También se dejaron embaucar por la sencillez de la georgiana Corn Island. La presencia de Libertador, la película venezolana más cara de la historia, se sustenta en eso, que a ver si con un poco de publi recupera parte de lo gastado, porque es un poco acartonada, aunque allí guste. Más sorprendente es la presencia de la holandesa Lucía de B, que no es más que un telefilme -bien rodado e interpretado- judicial que no aporta demasiado. La alegría es Relatos salvajes, la representante argentina que por méritos propios se sitúa entre la favoritas. Una categoría donde la comedia no suele aparecer se enriquece este año con la presencia de “Bombita” (entre otros) entre los finalistas.

Aunque parece que todo ha terminado, no ha hecho más que empezar, porque llegan ahora los premios de los Sindicatos, que sí que suelen acertar muy mucho con las nomianciones a los Oscar. Os mantendré informados, eso sí, veniros estudiados de casa

Críticas: Stand by Me Doraemon

5/10
Stand by Me Doraemon (Japón, 2014).
Dirección: Ryuchi Yagi, Takashi Yamazaki.
Intérpretes (voces): Wasabi Mizuta, Yumi Kakazu, Subaru Kimura, Tomakazu Seki, Satoshi Tsumabuki.
GuiónTakashi Yamazaki, sobre el manga de Fujio F. Fujiko.
Idiomas: Japonés.
Duración: 126 minutos.


¿Quién no quiso un gato cósmico?

Por Alberto Gallardo

Llega a los cines -tras arrasar en Japón- una nueva aventura cinematográfica de uno de los personajes más queridos de la animación japonesa. Stand by me Doraemon nos cuenta los orígenes de la relación entre el célebre gato cósmico y su fiel amigo Nobita Nobi, que hacen una promesa para no separarse nunca y viajan en el tiempo para cambiar su mundo. La película rescata por supuesto a personajes como Gigante, Suneo y Shizuka, el gran amor de Nobita.

La trama cabalga entre el presente y un futuro que los protagonistas intentarán cambiar, tras el anuncio de un tataranieto de Nobita que le visita para advertirle de que su porvenir será un desastre para él y su familia. En el fondo, no es más que un nostálgico bonus track para fans de la serie animada, uno más que añadir a una treintena de largometrajes que ha protagonizado Doraemon. Aunque en esta ocasión cuenta con una animación más ambiciosa y sofisticada que puede justificar su estreno en la gran pantalla, incluso fuera de las fronteras de su país de origen. 
No obstante, la tridimensionalidad del dibujo añade una mejora técnica contraproducente, pues nos distancia en cierto modo de unos personajes que acostumbrábamos a ver en una bidimensionalidad que aquí se traslada a un guion poco novedoso, con una historia un tanto plana que no nos evita la sensación de estar ante un mero episodio estirado, que probablemente les sabrá a poco incluso para los fans más entregados de los personajes.

El estreno español de Stand by me Doraemon cuenta además con el dudoso aliciente de un doblaje mediático a cargo de la cantante Alaska y su pareja, el polifacético (por decir algo) Mario Vaquerizo, que ponen las voces adultas de Nobita y Shizuka. También se estrenará en catalán, en este caso con Marc Clotet. Pero no es este el espacio para debatir la conveniencia de este discutible, y al parecer inevitable, intrusismo de estrellas invitadas en el mundo del doblaje animado.

En definitiva, la película aporta poco a la propia historia de Doraemon, a pesar de coleccionar guiños y apariciones de la práctica totalidad de los personajes del universo creado por el dúo Fujiko Fujio hace más de cuarenta años. Es como el típico regalo navideño que te hace sonreír cuando lo recibes, pero va irremediable a parar al cajón de los trastos. Y si además su estreno se produce a la vez que el de Big hero 6, lo tiene más que difícil para hacerse un hueco en la memoria de los fans de la animación, por mucho que hayan seguido con interés las andanzas del gato cósmico.



Críticas: Camino de la cruz

6/10
Kreuzweg (Francia-Alemania, 2014).
DirecciónDietrich Brüggemann.
Intérpretes: Lea van Acken, Franziska Weisz, Florian Stetter, Ramin Yazdani, Hans Zischler, Anna Brüggemann, Lucie Aron.
GuionDietrich Brüggemann, Anna Brüggemann.
Fotografía: Alexander Sass.
Montaje: Vincent Assmann.
Idiomas:  Alemán, francés, latín.
Duración: 107 minutos.


Fe sin paraíso

Por Manuel Barrero Iglesias

En los últimos años hay varios directores que se han acercado al enigmático mundo de la rigidez religiosa. En las sociedades occidentales contemporáneas el asunto resulta tan anacrónico que es complicado afrontarlo desde una mínima distancia. Puede ser Dietrich Brüggemann uno de los autores que con más rigor aborda la devoción del creyente. La rigidez que guía la vida espiritual de la protagonista es la que también determina la puesta en escena del film. Catorce planos secuencia -que corresponden con la las estaciones del via crucis-, la mayoría de ellos con la cámara fija. Una coherencia admirable que, sin embargo, no impide que la vida fluya entre sus imágenes. Dentro del inmovilismo que lo rige todo, también podemos observar los cambios producidos en el interior de Maria. 

En este sentido habría que destacar esa secuencia en la que madre e hija conversan en el interior de un vehículo. La cámara permanece fija, pero se mueve con el desplazamiento del coche. Una contradicción que refleja el estado de ánimo de la protagonista: en un nivel superior, ella seguirá sus convicciones hasta las últimas consecuencias; pero hay una parte de ella que se pone en duda a sí misma. Maria no solo echa un pulso a su madre, en su interior se despierta una lucha interior que ya no abandonará hasta el final. Aunque su camino esté marcado, el recorrido lo hará con esa constante fricción. 
Lejos del tremendismo de películas como Camino  (Javier Fesser, 2008), el director alemán busca la serenidad aséptica. Aunque no siempre la alcance. Hay personajes que se revelan como estereotipos simplistas y extremos. Hablamos de los padres, especialmente una madre demasiado "villana". La desaforada actuación de Franziska Weisz tampoco ayuda a hacer más humano a este personaje contradictorio. Y es que toda la coherencia que presenta en lo formal la pierde en determinados aspectos del guion. Los problemas de verosimilitud del último tramo son demasiado como para pasarlas por alto.

Sin estas debilidades tan obvias, podríamos estar hablando de uno de los trabajos más importante del año. Una obra que plantea muchos interrogantes, y que trata de evitar el dogmatismo. Incluso en la rigurosidad de su puesta en escena deja lugar para tres movimientos de cámara  muy significativos (y consecuentes). Un via crucis que deja fuera -muy significativamente- la última estación. Es una pena que entre tanta finura el hilar se cuelen algunos errores de bulto.



sábado, 20 de diciembre de 2014

Estrenos España: 19 diciembre 2014

El británico Mike Leigh presenta su film sobre el pintor William Turner. Timothy Spall da vida al pintor, en un rol que le ha reportado varios premios importantes. Festival de Cannes, el de Sevilla, Premios del Cine Europeo o Círculo de Críticos de Nueva York son algunos de los que han reconocido la labor del actor. Mr. Turner abarca los últimos años del pintor, desde poco ante de la muerte de su padre hasta su propio fallecimiento. Leigh retrata tanto la vida pública como la privada de Turner.
Al fin concluye su segunda trilogía Peter Jackson. El Hobbit: La batalla de los cinco ejércitos es el gran estreno de este fin de año. Otra de las grandes apuestas del cine USA es la producción animada Big Hero 6, con la que Disney adapta un cómic de Marvel.

Más animación, esta vez procedente de Japón. Stand By Me Doraemon, nuevo largometraje sobre el popular personaje. Acabamos con el estreno francés, la comedia Dios mío, ¿pero qué hemos hecho?, exitoso film que presenta a un matrimonio católico muy conservador cuyas hijas no llevan el camino que esperaban.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Críticas: La señorita Julia

4/10
Miss Julie (Noruega-Reino Unido-Canadá-USA-Francia-Irlanda, 2014).
Dirección: Liv Ullmann.
Intérpretes: Jessica Chastain, Colin Farrell, Samantha Morton.
Guión: Liv Ullmann, sobre la obra de August Strindberg.
FotografíaMikhail Krichman.
MontajeMichal Leszczylowski.
Idioma: Inglés.
Duración: 129 minutos.


Estrellas que no brillan

Por Manuel Barrero Iglesias

Todo un clásico de la escena teatral sueca adaptado por una noruega que fue actriz fetiche de Bergman. Aunque por razones de financiación, Liv Ullmann ha tenido que recurrir a estrellas hollywoodienses y trasladar la acción a Irlanda. De la obra poco más podemos decir que no haya sido ya estudiado. August Strindberg planteó un doble enfrentamiento entre sus personajes principales. La lucha de clases entre una noble y su criado que se ve contrarrestada por la lucha de sexos entre hombre y mujer. Cada uno ejerce el rol dominante en una de las batallas, y el texto se sumerge en una continua tensión en la que el poder va cambiando de manos por momentos.

Cómo sortear la sensación de estar ante "teatro filmado" es la cuestión que siempre se le plantea al cine a la hora de adaptar una obra. Ullmann recurre con  frecuencia al primer plano -no podía ser de otra forma, como buena alumna de Bergman que es- para captar las emociones de sus personajes, pero no siempre se libra del fantasma teatral. Por muy bergmaniana que sea la puesta en escena, la directora no se maneja con la maestría del director sueco. Tampoco ayudan las interpretaciones de sus dos protagonistas, demasiado cercanas al registro escénico. 
Colin Farrell y Jessica Chastain  se entregan con dedicación -especialmente ella- a sus personajes, pero son corresponsables del fracaso de esta adaptación. Sus trabajos viven en la irregularidad, y resulta complicado creer en su verosimilitud. Y no solo por sus interpretaciones, la construcción de los personajes también resulta errática. No nos referimos a las contradicciones que ambos muestran -esencia de la obra- sino a cómo muestra Ullman esas contradicciones. 

En La Venus de las pieles (2013) Roman Polanski adaptaba otra obra que hablaba sobre luchas de poder y sexo. El director polaco conseguía trascender el carácter teatral gracias a su magnífica puesta en escena y el uso de los espacios. Una verdadera traslación al lenguaje cinematográfico, empresa en la que Ullmann no consigue resultados satisfactorios. La señorita Julia es una película honesta y muy respetuosa con el texto original, que sin embargo acaba siendo fallida. Como ocurría con la reciente Diplomacia (Volker Schlöndorf, 2014) el teatro acaba imponiendo al cine. El problema es que el sustento de los actores aquí se tambalea en demasiadas ocasiones. 




martes, 16 de diciembre de 2014

Críticas: Los fenómenos

5/10
Os fenómenos (España, 2014)
Dirección: Alfonso Zarauza.
Intérpretes: Lola Dueñas, Miguel de Lira, Xosé A. Touriñán, Juan Carlos Vellido, Luis Tosar, Ledicia Sola, Alfonso Agra, Gonzalo Uriarte.
GuiónAlfonso Zarauza, Jaime Camborda.
Música original: Zeltia Montes, Simon Smith.
Fotografía: Alberto Díaz.
Montaje: Irene Blecua.
Idioma: Español, gallego.
Duración: 95 minutos.


El fenómeno del ladrillo

Por Manuel Barrero Iglesias

Desde que estalló la crisis actual se han realizado un buen número de filmes a lo largo del mundo para intentar explicar de dónde venimos y hacia dónde vamos. También en España hay aportaciones -algunas muy valiosas, otras no tanto- sobre el tema. Mercedes Álvarez tuvo que indagar sobre el tema a la vez que desarrollaba Mercados de futuro (2011), magnífico documental que fue concebido en 2007. Hay quienes han abordado la problemática inmediata, cómo afecta -aquí y ahora- la crisis al ciudadano de a pie. Son los casos de Cinco metros cuadrados (Max Lemcke, 2011) o Hermosa juventud (Jaime Rosales, 2014). Incluso hay quien imaginado las consecuencias en un futuro cercano. Hablamos de Ayer no termina nunca (Isabel Coixet, 2013) o Torrente 5 (Santiago Segura, 2014). Y es que el humor negro ya empieza también a ser un recurso socorrido para tratar el tema, como ocurre en Justi&Cia (Ignacio Estaregui, 2014).

Puede ser Los fenómenos una de las primeras en nuestro país que aborden la crisis de manera retroactiva. Alfonso Zarauza vuelve su mirada al pasado, a ese momento en el que la falsa prosperidad del nuevo milenio se vino abajo. Centrada en la cultura del ladrillo, la película nos lleva hasta una de esas construcciones en las que se repartía dinero en abundancia a los obreros. En ese microcosmos se encierra la realidad de todo un país. Inmigrantes ilegales cobrando dinero negro, españoles que reciben buena parte de su salario también bajo cuerda, paupérrimas condiciones laborales, enriquecimiento obsceno y fraudulento de unos pocos. Y, sobre todo, la ilusión de prosperidad. El famoso "vivir por encima de las posibilidades" no es más que una consecuencia de aquellos años en los que parecía que todo sería bonanza económica.

Pero antes de todo esto, el autor nos introduce en el film con otro tema de gran calado social, como es el machismo. La protagonista es una mujer que debe enfrentarse a un mundo masculino que no la acepta de inicio, y en el que se tiene que hacer respetar. En este sentido, la película sigue el rutinario esquema que va desde la desconfianza mutua hasta la camaradería más absoluta. Demasiado simplismo en una historia que además se ve salpicada por los apuntes de una inevitable historia amorosa. Aditivos todos ellos que no añaden valor al discurso central, el de cómo cambió la vida de millones de españoles casi de la noche a la mañana. 

Los fenómenos sí que sabe capturar la incredulidad que sucede al desmoronamiento del tinglado. La desazón con la que estos trabajadores deben afrontar ante la fatalidad. Es ahí donde Zarauza, junto a sus actores, consigue el mayor impacto. Efectivamente, la película es de actores y personajes, y todos ellos consiguen bastante credibilidad. Por supuesto, Lola Dueñas lleva todo el peso de film con increíble facilidad. Da igual que sea cine social en Galicia, o cine de terror en Bélgica (como este año demostró en Allélluia). En español o en francés, ella a lo suyo. Pero entre los secundarios habría destacar al Barreiro de Alfonso Agra, una magnífica creación que combina la ruindad del especulador con la falsa campechanía. La del que se aprovecha de los demás con una sonrisa, para luego salir corriendo. 



lunes, 15 de diciembre de 2014

Críticas: Hombres, mujeres y niños

5/10
Men, Women & Children (Estados Unidos, 2014).
Dirección: Jason Reitman.
Intérpretes: Adam Sandler, Jennifer Garner, Rosemarie DeWitt, Judy Greer, Dean Norris, Ansel Ergot, Kaitlyn Dever, Olivia Croicchia, Elena Kampouris.
Guión: Jason Reitman, Erin Cressida Wilson sobre la novela de Chad Kultgen.
Fotografía: Eric Steelberg.
Montaje: Dana E. Glauberman.
Idioma: Inglés.
Duración: 119 minutos.



Perdidos en la red

Por Manuel Barrero Iglesias

La supuesta acidez en el discurso de Jason Reitman nunca ha existido. Ni siquiera en la aclamada Gracias por fumar (2005), mucho menos incisiva de lo que nos hicieron creer en su momento. El toque conservador siempre está ahí, impidiendo que su cine se haga mayor. Desde la encantadora Juno (2007) a la bochornosa Una vida en tres días (2013), pasando por Up in the Air (2009). Quizás sea Young Adult (2011) -curiosamente, su film menos pretencioso- el que lance un mensaje más audaz. No es extraño que en Hombres, mujeres y niños aparezca alguna pincelada reaccionaria, aunque en esta ocasión Reitman se esfuerza por aparecer más equidistante. Al menos, de inicio.

El film habla sobre algunos de los males de la sociedad actual, centrando la mirada en internet. En realidad, los problemas son los mismos de siempre. Lo que hace el director es analizar como influye la actual sobredosis de interconexión en el desarrollo de los mismos. A saber. La construcción de la propia imagen durante la adolescencia. Los problemas de adaptación y la marginación. La sobreprotección maternal. O la disfunción sexual. Incluso hay lugar para problemas adultos, como la infidelidad y el desgaste matrimonial. Hay tiempo también para mostrar los problemas que surgen del choque generacional. El diagnóstico es certero y los estereotipos sirven para radiografiar con precisión determinados comportamientos

Al contrario de lo que pueda parecer, Reitman no demoniza la red, sino que denuncia el uso que se hace de la misma. Ya sea por abuso (el joven adicto a la pornografía) como por exceso de celo (la madre integrista). Tanto un extremo como el otro resultan perjudiciales. El problema está en la misma condición humana. El joven aislado jugaría al rol en vivo en lugar de on-line. La madre que exhibe a su hija en una web, haría lo mismo en la publicidad. El que tiene todo el porno al alcance de un click recurriría a las revistas o las cintas de vídeo. La madre que controla todo el tráfico de datos de su hija, lo haría con sus amistades "reales". Lo único que hace el film es actualizar todas estas disfunciones ante los innegables y vertiginosos cambios que se producen en el mundo. Y en ese terreno, la película consigue un retrato bastante fidedigno. 

Quizás sus ambiciones sean elevadas. Y los frentes abiertos, demasiados. Así, alguna de las tramas se queda demasiado en la superficie. Es el caso de la chica anoréxica, un tema muy delicado que no es tratado con el rigor que merece. Y luego está esa costumbre que tiene Reitman por suavizarlo todo. En el último tramo del film el director se entrega a la discutible tarea de cerrar todas las tramas de forma apresurada y, por supuesto, bienintencionada. Todos han aprendido la lección y son mejores personas tras las dos horas de metraje. Que no falte la moralina. Hombres, mujeres y niños era una magnífica oportunidad para retratar la naturaleza humana. Y bien es cierto que está llena de apuntes muy interesantes. Pero Reitman se empeña en juzgar a sus personajes. Luego, los perdona. Y, por último, los redime. Y un director debe cuidarse mucho de mirar a sus criaturas por encima del hombro.







 
 
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