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miércoles, 12 de marzo de 2014

Entrevista: Arancha Martí

"Un actor que no hace teatro no es un actor"

A los trece años decidió que quería ser actriz, y desde entonces no ha parado de formarse para lograr su sueño. Tras algunas apariciones esporádicas en series de televisión, el pasado año irrumpió con fuerza gracias a su personaje en La gran familia española, donde protagonizaba algunos de los momentos más divertidos. Con solo dieciocho años Arancha Martí se ha convertido en un nombre a seguir, gracias a su frescura y naturalidad. Ahora mismo, la podemos ver en la serie Ciega a citas, donde interpreta a la hermana de la protagonista.


Por Manuel Barrero Iglesias

Fotografías: Jesús Perujo




-Siempre has dicho que decidiste ser actriz un día al salir de ver una película, ¿recuerdas cuál fue?
Sí, fue Mamma Mia. No por la película en sí. El detonante creo que fue Meryl Streep. Yo había visto más cine de ella, pero ahí realmente empecé a tomar conciencia de lo que eran los actores. Tenía trece años cuando vi esa película, y me quedé admirando a Meryl. Tanto, que dije de repente: “Mamá, quiero ser actriz”.

-Si no me equivoco, ya entonces entraste en la escuela de Cristina Rota. Con esa edad supongo que debes tener un gran apoyo en tu familia, si no es imposible.
Pues mi madre estuvo una temporada pensando que era una moda pasajera que se me había metido en la cabeza. Yo había trabajado de pequeña en moda, y lo dejé porque me daba muchísima vergüenza. Entonces le pareció muy raro y pensó que era una cosa pasajera. Cuando vio que me lo quería tomar en serio, y que yo misma me movía para buscar escuelas, ya me empezó a apoyar. Y fue ella la que me dijo que fuéramos a Cristina Rota, porque ella estudió allí cuando era más joven.

-¿Y qué es lo que más te gusta de ser actriz?
Lo que más me gusta es cuando estás haciendo una escena y realmente conectas del todo, no se puede explicar lo que sientes. Esa cosa como mágica de alejarse completamente de uno mismo y ser completamente el personaje creo que le pasa a un actor el 20% de las veces que haces una escena. Creo que eso es lo más maravilloso.

-En La gran familia española hemos descubierto que eres una excelente cómica. ¿Es algo que siempre te ha gustado o eras más de drama?
Las dos cosas me gustan mucho. Por hacer un drama no tienes que sufrir como actor. Para eso está esa cosa de jugar, y de que no sufres tú, sino jugar a sufrir. A mí me resulta más fácil interpretar un drama, porque creo que es mucho más fácil hacer llorar que hacer reír realmente bien. Y mi faceta cómica la he descubierto con Daniel. Todo lo que había hecho antes no se parecía para nada a la comedia, ni siquiera en la escuela. Lo descubrí con él, y creo que Daniel tiene mucho que ver en que yo haga gracia en la película.

-Me gustaría que nos hablaras de la forma de dirigir que tiene Daniel Sánchez Arévalo, especialmente con los actores.
Dirige de una manera en que parece que todo es fácil. Desde el momento en el que nos dijo que estábamos en la película, empezamos a ensayar. Íbamos a su casa, y allí hacíamos ensayos, pero no del texto. Él nos decía que nos leyéramos tal secuencia, pero sin estudiarla. Y sobre esa escena, improvisábamos Hacíamos muchísimas improvisaciones y cosas de creación de personajes. A raíz de los ensayos creamos esa química entre nosotros tres, y también con Daniel. Luego en el rodaje es una auténtica maravilla. Más no te puede cuidar. Parece que tiene un sexto sentido con el que entiende lo que le pasa al actor en cada momento. Te da indicaciones sin que parezca que te las está dando, sin imponerte absolutamente nada. Es un director muy intuitivo y conoce muy bien a sus actores.

-Y a ti cómo te gusta preparar tus personajes. ¿Eres muy de método o más intuitiva?
Soy más intuitiva. Es verdad que vengo de una escuela de método, pero a la hora de estudiar un texto no lo aplico. He cogido algunas cosas de la escuela, y otras no. Lo que sí hago cuando cojo un texto es, sobre todo, marcar intenciones. Te suelen dar información sobre tu personaje, pero si no lo hacen, yo misma me invento su vida para tener algo y llevar una propuesta. Que luego puede ser válida o no, pero se intenta.

-Volviendo al rodaje, se nota que hubo muy buen rollo entre todos. Que exista ese buen ambiente, ¿influye para que la película sea buena o no tiene nada que ver? Porque luego hay grandes películas que fueron un infierno en el rodaje. Aunque quizás en esta película que es muy de actores...
No ayuda a que la película sea buena o mala, pero sí en las interpretaciones. Es verdad que hay grandes películas en las que los dos protagonistas se llevaban a matar, y luego ves una complicidad y una química...pero bueno, ahí entra el trabajo del actor. Pero si hay buen rollo, es mucho más fácil trabajar. Te sientes mucho más cómodo, que es lo importante. Y sobre todo nosotros tres, que acabamos de empezar. De repente, llegamos ahí con actores y un director tan grandes...actores a los que yo he admirado. Incluso confesaré que he pedido una foto por la calle a varios de ellos cuando me los he encontrado. De repente trabajar con ellos es un shock, lo que hace esa complicidad y que todos te ayuden es que tú no te vuelvas pequeñito. Nos hicimos nosotros más grandes, y eso fue muy bonito.
-Te quería preguntar por eso. Porque la película es muy coral, pero vosotros tres sois un poco el centro de todo. Quería saber si sentiste mucha presión, y si luego ese buen ambiente te ayudó a llevarlo mejor.
Al principio sí. Reconozco que tuve mi primera semana de crisis, de decir: “esto me viene grande, esto no lo puedo hacer”. Pero realmente fue Dani el que más ayudó en ese sentido, porque fue con el primero que tuvimos contacto en los ensayos. Luego al resto les habíamos visto en pruebas de maquillaje, etc., pero realmente hasta el rodaje no hicimos piña. La verdad es que eso ayuda muchísimo, porque hemos acabado siendo una gran familia española. Todos han hecho que nos sintiéramos grandes.

-¿Qué opinión tienes sobre todo esto que rodea al cine, como los premios, etc?
Son necesarios, y no hay nada mejor que reconozcan tu trabajo entregándote un premio. Sobre todo, los premios técnicos los valoro mucho. La gente cuando va al cine se fija en los actores, y en el director. Como mucho. Pero el público normal no valora al técnico. Y sin ellos no hay película. El actor está dando la cara, pero el técnico está detrás y hay cientos de personas trabajando para una película, una serie, o lo que sea. En ese sentido, me gusta que se valore y se premie al equipo técnico.

-¿Y cómo llevas el tema de la promoción?
Al principio fue todo muy raro. Una cosa es el trabajo y lo que haces en el rodaje, y otra la promoción. Además nuestra primera entrevista fue en Antena 3. En directo. En el Festival de Málaga. La liamos muchísimo Sandra, Patrick y yo. Desvelamos cosas que no deberíamos haber desvelado. Al principio nos costó acostumbrarnos a eso, a tener mucho cuidado con lo que podíamos decir y lo que no. Cómo decirlo también es muy importante. En ese sentido Daniel y José Antonio Félez nos ayudaron, y nos dieron unas cuantas pautas y frases claves para definir la película.

-¿Con qué director te mueres por trabajar?
Te va a sonar a tópico: Almodóvar. Me pica muchísimo la curiosidad, por cosas que me han contado Raúl y gente de La gran familia española que ha trabajado con Pedro. Me apetece mucho. Me encantaría también trabajar con Álex de la Iglesia, con Amenábar, por supuesto. Y también con Bayona y con Javier Ruiz Caldera.

-¿Y extranjeros?
Con Woody Allen. Y con Tarantino, sería el sueño de mi vida.

-A la mayoría de los actores se les ilumina la cara al hablar de teatro. ¿Has tenido alguna experiencia en este terreno? ¿Te gustaría?
Me encantaría. No he tenido experiencia en teatro, aunque sí me han ofrecido cosas. Pero no las he hecho porque considero que no estoy preparada para el teatro. Creo que debería formarme más. Es un paso muy grande, el teatro es la prueba de fuego del actor. Un actor que no hace teatro no es un actor. Necesito un poco más de experiencia y esperar un tiempo para estar preparada. Pero bueno, Microteatro sí voy a hacer. No sé si se puede decir mucho, pero está dirigido por Manuel Martín Velasco, y estamos en ello.

-Llevas todos estos años formándote continuamente. Y es que hace falta mucho trabajo para llegar a tener éxito profesional en vuestro campo, pero también hace falta algo de suerte, porque sois muchísimos. ¿Hasta qué punto crees que influye la suerte?
Creo que un 90% es la suerte. Parece que no, que siempre decimos que es el talento...sí, claro, obviamente. Pero también tienes que tener mucha suerte. En el casting de La gran familia española había muchas actrices para mi papel bastante consagradas y bastante buenas. Cuando vi el panorama dije: “venga hasta luego, aquí no me cogen ni de coña”. No me veía para nada, y considero que he tenido mucha suerte, y que he caído en buenas manos. Daniel ha sabido dar paso también a nuevas caras, lo cual considero que es muy importante, porque si no al final siempre va a ser sota, caballo y rey.

-Y ya como espectadora, ¿qué tipo de cine te gusta ver?
Depende del día. Hay días que me apetece llorar un montón, meterme en la cama y ver un dramón o una historia de amor muy bonita. Otras veces me apetece más desconectar y ver algo más divertido.

-¿Qué te parece este nuevo cine español del que tanto se habla ahora? Películas más pequeñas, con pocos medios, y que a veces ni se estrenan.
Me parece que está muy poco valorado. Es verdad que los directores que están en un nivel muy alto tienen que seguir trabajando. Pero a los nuevos directores, o no tan nuevos que siempre han hecho cosas más pequeñas, creo que deberían darles un sitio más grande. Porque al final es un sobre esfuerzo que ellos mismos están haciendo, jugándose su dinero o su casa para hacer esa película. Actores que no cobran, técnicos que no cobran, gente que está ahí por puro amor al arte. Eso es realmente la definición de amor al arte.

-Antes de La gran familia española participaste en Fantasías y realidades cibernéticas, película de la que casi no he encontrado información.
Por eso precisamente. Fue una película muy pequeña, con muy poco dinero, el dinero del director Javier Díez Moro. Lo mío fue una especie de cameo/participación. Pero bueno, se aprende mucho trabajando en este tipo de películas. Al final casi sales con más satisfacción interna de un trabajo que está costando muchísimo esfuerzo por parte de todos. Porque tú también estás ahí sin cobrar. Y es una alegría si luego llega a estrenarse en una sala de cine, y que haya gente -o incluso la Academia- que la valore.
-Hablábamos antes de la suerte de poder llegar, pero ahora toca mantenerse. Algo que siempre es difícil, y más con el panorama actual. ¿Cómo ves la situación?
Estamos muy jodidos todos. No quiero meterme tampoco en temas políticos, pero me parece vergonzoso que vivamos en un país en el que el fútbol y los toros tienen un IVA muy bajo, y el del cine sea un 21%. Me parece absurdo. Creo que la gente debería empezar a valorar que el cine es cultura, y no solo un entretenimiento. Y si ni siquiera la gente defiende lo suyo, nadie de fuera va a apostar por nosotros. Esa cosa que hay en la calle de que el cine español es malo, o que el cine es caro. Pero me hace gracia, porque luego esa gente prefiere pagar el mismo dinero por cualquier superproducción americana como Superman. Que no las critico, porque también son necesarias. Pero ven eso antes que cualquier película española por el simple prejuicio de que el cine español es malo. Yo creo que esa gente debería culturizarse un poco, y deberían ver cine español y luego hablar. Porque es verdad que en España se hacen cosas malas, pero también se hacen cosas muy buenas. Y fuera también se hacen cosas muy malas. Pero como son de fuera, nos encantan. Y luego aparte, está el precio de las entradas. Tal y como están las cosas, la gente tampoco puede pagar el precio de la entrada. Eso unido al prejuicio contra el cine español, pues nos vamos a ir todos al garete. Pero bueno, creo que deberíamos luchar por ello. Voy a ser positiva, y creo que el cine español va a remontar y se va a levantar. La gran familia española ha sido un claro ejemplo. Este año, casi todas las películas más sonadas han sido un taquillazo. Creo que vamos a ir remontando poco a poco.

-Háblanos un poco de tu nuevo trabajo, la serie Ciega a citas.
Es la adaptación de una telenovela argentina que tuvo muchísimo éxito. La historia se centra en la protagonista que es Teresa Hurtado, que es una especie de Bridget Jones. Típica con unos quilitos de más, sin pareja...Su misión es encontrar una en nueve meses, antes de mi boda, porque hace una apuesta. Es una comedia, y va a estar muy divertida. Hay que verla, invito a todo el mundo a ver Ciega a citas.


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