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domingo, 8 de abril de 2012

Al Pacino, el actor que no es Robert de Niro


Siempre es interesante revisar la carrera de un actor en activo que tiene en su haber clásicos de la historia del cine. La lástima es que este repaso se haga a propósito de un triste récord de un producto en apariencia (no lo he visto y tampoco es plan de tirarse de la moto) tan lamentable como Jack y su gemela: no hay una película con más Razzies que ésta, ha ganado en todas la categorías, incluida la del peor actor secundario para Al Pacino. Recordemos que este despropósito estrenado hace un par de meses reúne, en un alarde de surrealismo, al insoportable Adam Sandler (tiene la gracia de un parricidio) con la sosa de Katie Holmes, Santiago Segura, Johnny Depp y nuestro personaje homenajeado, el mencionado Al Pacino.

¿No conocéis a alguien que alguna vez ha confundido a Al Pacino con Robert de Niro? Yo tengo a unos cuantos y, ciertamente, más para mal que para bien, Al Pacino no es Robert de Niro, pero se le parece. Por sus brillantes comienzos cinematográficos y sus últimos estrenos, patéticos y decadentes (aunque Santa HBO parece haber redimido a Pacino con No conoces a Jack). Ambos son italoamericanos de Nueva York, sesentones atractivos y buenos actores salvo cuando les da esa irritante vena histriónica; han sido padre e hijo de apellido Corleone, el mismísimo diablo, han compartido uno de los planos más esperados por sus 'fanes' en la magnífica Heat y han dirigido sus cositas con desigual fortuna (gana De Niro de calle sólo con su preciosa historia del Bronx). Y aunque en este blog seamos talibanes de la versión original, no podemos pasar por alto que los dos cuentan en España con el mismo doblador, que se le adjudica a De Niro cuando ambos coinciden (Asesinato justo fue la última y fatal vez) y Pacino se queda como vaca sin cencerro.
Duele ver en qué ha derivado (o desvariado) la carrera de Don Alfredo Pacino en los últimos años cuando se le echa un vistazo a sus gloriosos inicios. El Padrino y su secuela (1972-1974), Sérpico y Tarde de perros, para empezar a hablar, dos con Coppola y otro par con Lumet, ambos en estado de gracia. Las dignas A la caza y Autor, autor para seguir y en el año 83, no conforme con ser un icono gracias a su Michael Corleone, se convierte en otro, nada menos que el mismísimo Scarface de Brian de Palma, una película que particularmente me horroriza y considero de las más sobrevaloradas (al igual que su director) de la historia del cine, pero ahí está el tío. Menos mal que diez años después de nuevo De Palma (o fue un primo el que se la hizo, dado lo magnífica que es) le brinda un papelón, este sí, como Carlito Brigante en Atrapado por su pasado (échate una traducción libre y patética de un título original cuando puedas...).
Después vendrían, entre otras, el incomprendido final del personaje que le dio la fama en El Padrino III, el mismo año que interpretaba a otro gangster de forma cómica en la simpática Dick Tracy. ¿Y el Oscar? Pues tras siete nominaciones entre papeles principales y secundarios, le llega por una de las dos histriónicas interpretaciones por las que era candidato el mismo año: un personaje con una minusvalía, tan al gusto de la Academia, el de Esencia de mujer, una auténtica mediocridad, le ganó a su histérico rol en la sólida Glengarry Glen Ross. Como en tantos otros casos (Scorsese, te estoy mirando a ti), Hollywood trataba de paliar una injusticia de muchos años premiando un trabajo vulgar.

¿Y después qué? La arrolladora Heat, de 1995. ¿Y después? Pues juzguen ustedes: City hall, Pactar con el diablo (el histrionismo en estado puro frente a lo más soso del mundo, Keanu 'uniface' Reeves), Un domingo cualquiera, las fallidas Insomnio y Simone, La prueba, El mercader de Venecia y Ocean's 13, entre otras. En medio lo salvó de nuevo Michael Mann con la estupenda The inside, así como sus cositas como director: la interesante Looking for Richard y las inéditas (para la que esto firma) Chinese coffe y Wilde Salomé.

Ahora abran imdb.com y busquen la filmografía de Robert de Niro (yo no puedo, me produce llantos incontrolados e insomnio) o lean el texto que le dedicó en este mismo blog David Sancho. Brillantes inicios, mediocre final, pero siempre un mito del que esperamos una resurrección. ¿Y Al Pacino? Pues eso, que se parece... pero no es Robert de Niro.

Isabella Della Sicilia

2 comentarios:

  1. Aunque Pacino tiene, por títulos, una filmografía inferior a la De Niro, la verdad es que yo le tengo un cariño especial a muchas de sus pelis y es uno de mis favoritos. Una lástima que su único Oscar se lo diesen por una película tan mediocre.

    Para nada de acuerdo con lo de Insomnio, a mi me parece un peliculón.

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  2. Isabella della Sicilia15 de abril de 2012, 21:41

    Qué rollasso de 'Insomnio'. Ni me acuerdo

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