Ira de Titanes

7/10
Wrath of the Titans (USA, 2012).

Dirección: Jonathan Liebesman.

Intérpretes: Sam Worthington, Liam Neeson, Ralph Fiennes, Édgar Ramírez, Toby Kebbell.

Guión: Dan Mazeau, David Johnson, Greg Berlanti.

Música original: Javier Navarrete.

Fotografía: Ben Davis.

Montaje:Martin Walsh.

Idioma: Inglés.

Duración: 99 minutos.

El Señor de Los Griegos

Está claro que al enfrentarnos a cualquier película basada en los dioses y héroes griegos pocas veces se va a aprender la vida y milagros de estos al pie de la letra; e incluso nos podemos encontrar con verdaderas blasfemias a los ojos de cualquiera mínimante entendido en la materia.

Si en Furia de Titanes se presenta el mito clásico de Perseo bastante libremente (con presencia de monstruos de otras mitologías incluida), su continuación nos lleva a un mundo paralelo en lo que a la mitología se refiere. Esto no es necesariamente un punto en su contra, pues salvo un Minotauro metido con calzador, el popurrí de dioses y mitos que ha servido de inspiración casa de manera bastante resultona; dando una versión propia del ocaso de los dioses olímpicos. En este tipo de adaptaciones lo importante no es ya la fidelidad exacta a la historia, sino al espíritu de sus personajes.

Cambio de director al cargo y cambio de tono. Se pasa del cine de aventuras de la primera entrega al más grandilocuente cine épico. Para bien o para mal, recuerda repetidamente (tal vez demasiado) a otra saga “mitológica” llevada al cine, hasta el punto de poder confundirnos y no saber si estamos en Grecia o camino a Mordor.

Pero Ira de Titanes no engaña, es un mero producto de entretenimiento. Aunque a su narrativa y a sus personajes se les pueden sacar mil defectos, están lo mínimamente elaborados para ser armazón suficiente de unas espectaculares escenas de acción con unas coreografías y un 3D bien llevados. Todo ello ensalzado por el magnífico acompañamiento sonoro compuesto por Javier Navarrete. Lo mejor, los dioses del Olimpo ya no tienen solo un papel de titiriteros de los humanos sino que dejan sus tronos (y sus armaduras de Caballeros del Zodiaco) para tomar sus armas y luchar. Solo por eso, merece la pena todo.

M. Lofish