Social Icons

viernes, 22 de marzo de 2013

The Host (La huésped)


1/10
The Host (Estados Unidos, 2013).
Dirección: Andrew Niccol.
Intérpretes: Saoirse Ronan, Diane Kruger, William Hurt, Jake Abel, Max Irons.
Guión: Andrew Niccol, basado en la novela de Stephenie Meyer
Música original: Antonio Pinto.
Fotografía: Roberto Schaefer.
Montaje: Thomas J. Nordberg.
Idioma: Inglés.
Duración: 125 minutos.



Me siento extraña

No he leído ninguna de las novelas de Stephenie Meyer, y después de haber visto tres adaptaciones cinematográficas de sus obras, lo que menos me apetece es abrir un libro de esta señora. Presume ella que 'The Host' es un libro mucho más adulto (sic) que la saga 'Crepúsculo'. Habla de que mientras las aventuras de Bella se centraban en el amor romántico adolescente; su última creación trataba, además, temas más trascendentales. No sé si el libro los trata (intuyo que no), pero el film anda muy lejos de tener algo parecido a profundidad.

Y es que la estructura del film es calcada a la de la saga vampírica: crear un dilema amoroso, mientras se mezclan referentes sin orden ni concierto. En esta ocasión, la receta consiste en combinar La invasión de los ladrones de cuerpo con cualquier distopía del tipo 'Un mundo feliz'. A partir de estos clásicos de la ciencia-ficción, se crea un producto kitsch apto para el consumo masivo de adolescentes.
Todo un batiburrillo en el que la reflexión deja paso a las chiquilladas. No voy a negar el mérito de esa idea del conflicto entre el cuerpo invasor y el invadido. Una ocurrencia brillante a partir de la cual se podría haber montado una interesante dialéctica. Pero el desarrollo no puede ser más pueril, rematado con el inevitable trío (¿o cuarteto?) amoroso. Aunque hay que decir que las secuencias románticas son las que más juego dan. Al menos, consiguen sacarnos unas buenas carcajadas. Involuntarias, eso sí, pero carcajadas al fin y al cabo.

El resto del tiempo, es un continuo querer y no poder ser profundos; y en lo que máximo que se alcanza es una intrascendencia insípida. The Host tiene el problema de tomarse en serio a sí misma, cuando eso es lo único que no debería hacer. Sobre todo, si construyes un guión que es toda una incoherencia, lleno de sinsentidos e inexplicables. Y entonces uno se pregunta qué hace alguien como Andrew Niccol (que incluso escribe el guión) ahí metido, aparte de dar ese toque de elegancia tan suyo.
Al menos, han elegido una buena actriz como protagonista. Lástima que Saoirse Roman tenga que defender un espectáculo tan ridículo -esas conversaciones consigo misma-, pero al menos aporta algo de dignidad a un personaje que otras manos hubiera resultado un esperpento. De los dos jóvenes actores que la acompañan, mejor no hablamos.

A esta obra no le falta su mensaje obvio. La humanidad es imperfecta, sí. Que nos matemos los unos a los otros está mal, pero eso se ve compensado por el amor, ese sentimiento más grande que cualquier otra cosa. Y aunque se introduzca el amor fraternal, todos sabemos que Meyer (no olvidemos que también es productora) habla del romance, que para eso está metido con calzador en muchos momentos del film.

Seguro que su público saldrá encantado con la idea, pero a algunos ya nos pilla mayores. Al menos, me gustaría pensar que los fans de Meyer se preocupan por buscar los referentes. Que van ir corriendo a ver La invasión de los ladrones de cuerpo (Don Siegel, 1956) o a leer 'Un mundo feliz' (Aldous Huxley, 1932). Incluso, me podría valer con Gattaca (Andrew Niccol, 1997). Si fuera así, hasta le podríamos agradecer algo a esta mujer. Pero lo dudo mucho.


Manuel Barrero Iglesias


No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
 
Blogger Templates