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viernes, 15 de febrero de 2013

Las ventajas de ser un marginado


The Perks of Being a Wallflower (USA, 2012).
Dirección: Stephen Chbosky.
Intérpretes: Logan Legerman, Emma Watson, Ezra Miller, Mae Whitman, Kate Walsh.
Guión: Stephen Chbosky, basado en su noevla.
Música original: Michael Brook.
Fotografía: Andrew Dunn.
Montaje: Mary Jo Markey.
Idioma: Inglés.
Duración: 102 minutos.


8/10

Orgullo wallflower

Piensen por un momento en los marginados dentro del cine de institutos. Seguramente les venga a la mente la imagen de un freak de características físicas muy definidas. Es cierto que es más fácil ser un apestado si uno posee ciertos rasgos, pero el cine siempre ha tendido a exagerarlos casi hasta la caricatura. Y si hablamos del rol que desempeñan, se suelen mover en los extremos: o elemento cómico para la burla, o protagonista que ejecuta una venganza sobre los abusones de turno. Apenas existe el término medio para un estereotipo al que no siempre se le da la profundidad que debería. Bueno, hablando de este tipo de cine, rara vez algún personaje va más allá de lo esquemático.

Es ahí donde empieza a ganarnos Stephen Chbosky, en la verdad que desprenden sus inadaptados. No resulta complicado sentirse identificado con unos personajes escritos desde el cariño y la honestidad. El novel director adapta su propia novela sin que el pulso le tiemble, con una delicadeza asombrosa. Y es que un marginado deja de serlo hasta que encuentra a otros semejantes, gente de sensibilidad e intereses similares. Ese momento en el que uno encuentra su lugar, e incluso se siente orgulloso de ser un excluido.

La adolescencia no siempre tiene por qué ser ese lugar en el que se crean traumas irreparables. También puede ser un sitio en el que superar los del pasado. Y eso es lo que ocurre en este film, que se erige como uno de los más hermosos cantos a la amistad que se hayan hecho en los últimos tiempos. No en vano, la pubertad es la primera etapa de la vida en la que uno elige con conocimiento de causa sus compañeros de viaje. Algo que puede llegar a ser muy enriquecedor, si es que uno escoge bien.

Las ventajas de ser un marginado huye del sentimentalismo barato, y eso que muchas de las subtramas se podrían prestar a ello. Traumas muy turbios que se desvelan poco a poco, homosexualidad, historia de amor frustrante... pero todo está contado con una naturalidad desbordante. Por una parte no se cargan las tintas en el morbo, y por la otra no se recurre al exceso de cursilería (aunque hay algún momento que lo roza). La película consigue ser emocionante, a la par que creíble.

Una credibilidad que se construye en los pequeños detalles. Un claro ejemplo lo encontramos en el hecho de que los protagonistas con conozcan la canción 'Heroes' de David Bowie. El director huye el típico retrato de listillos repelentes. Y a pesar de ser personajes con un fuerte interés musical (participación en una perfomance de The Rocky Horror Picture Show incluido), no conocen la mítica canción. Un simple detalle que humaniza a estos jóvenes que empiezan a descubrir los placeres de la vida adulta.

Una vida adulta que nunca es fácil de afrontar, pero siempre es bueno contar el apoyo de amigos sólidos. Para superar la timidez no hay nada mejor que la confianza. Y para ganar confianza, nada mejor que estar rodeado de gente interesante que te haga sentir importante. Porque la adolescencia también tiene sus momentos bellos, y puede funcionar como caldo de cultivo para futuros adultos de provecho.

Manuel Barrero Iglesias



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