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lunes, 6 de febrero de 2012

Joel Schumacher: El artesano de lo absurdo


Sin duda estamos ante uno de los directores más irregulares de la historia del cine. Un tipo capaz de lo mejor y de lo peor… bueno, de lo mejor tampoco, pero tiene películas notables. Bizarro como pocos, le cuesta encontrar su estilo. O tal vez ha establecido en esa falta de criterio a la hora de elegir proyectos y llevarlos a cabo, su sello de identidad.

Director que tuvo su época dorada en los ochenta y principios de los noventa, con películas de relativa calidad y considerable éxito de público. Línea mortal, Jóvenes ocultos (tal vez mi favorita de esa época), Elegir un amor, Un día de furia, El cliente o Tiempo de matar, le convirtieron en un director considerado como solvente, no un artesano; pero si un tipo capaz de sacar partido a guiones de calidad cuestionable.

A mediados de los noventa le llegó su gran oportunidad, dirigiendo la tercera parte de las aventuras de Batman. El listón dejado por Burton estaba bastante alto y la expectación ante una nueva entrega era elevada. El primer problema llegó con el cambio de protagonista. Michael Keaton, cuestionado al principio, ya se había convertido en Batman en el imaginario colectivo y la decisión de reemplazarlo por Val Kilmer no surtió el efecto deseado. En Batman forever, título de esta tercera entrega, además se añadió el personaje de Robin, posiblemente el más odiado y anodino de la franquicia (interpretado por Chris O’Donnell). Acompañando a ambos, se contó con un buen puñado de rostros conocidos para que nada pudiese fallar, pero ni la presencia de Nicole Kidman, Tommy Lee Jones, Drew Barrymore y Jim Carrey puedo hacer que el proyecto se convirtiese en un éxito. Las críticas fueron tibias tirando a malas aunque en taquilla funcionó bastante bien.

Gracias al éxito comercial de la cinta, Warner volvió a contar con Schumacher para la cuarta entrega de la saga, llamada Batman y Robin. Hubo cambio de Batman, con George Clooney substituyendo a Val Kilmer y se añadió a Batgirl al elenco de personajes, interpretada por Alicia Silverstone, además de contar con Arnold Schwarzenegger y Uma Thurman para aumentar el caché de la película. Nada de eso consiguió salvar a Schumacher esta vez. La recaudación de la película fue mediocre, poco más de 200 millones de dólares, y la críticas fueron salvajes. Yo personalmente la considero como una de las peores películas de todos los tiempos.

Tras un par de traspiés más, Schumacher resurgió de sus cenizas con dos películas de cierto nivel -yo las disfruté las dos como un enano- que le hicieron recuperar algo de su status perdido. Última llamada y Tigerland, dos películas con menos medios, con menos artificios y mucho más efectivas que cualquiera de sus películas anteriores.

Pero nada dura para siempre y el director volvió por sus derroteros rápidamente. A películas mediocres como El fantasma de la ópera y El número 23, le siguieron desastres absolutos como La masacre de Town Creek, Twelve y, la recentísima, Bajo amenaza.

Parece que a Schumacher le queda cuerda para rato y que tras un puñado de obras menores y películas de difícil visionado, ahora le debe de tocar hacer algo decente, no genial, pero por lo menos algo por lo que merezca la pena pagar una entrada. Lo cual, con el precio que tiene ahora mismo el cine, ya es mucho.

David Sancho

6 comentarios:

  1. Yo creo que lo mejor que ha hecho en su vida es ser diseñador de vestuario de dos películas de Woody Allen ("El dormilón" e "Interiores"). Con eso lo digo todo.

    Eso sí, me faltan ver unas cuantas...

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  2. Isabella della Sicilia7 de febrero de 2012, 18:32

    Me he dado cuenta que yo le he visto unas cuantas, demasiadas, diría yo. A mí me viene a la cabeza la palabra mediocre cuando lo oigo nombrar... No tiene nada reseñable en mi opinión (creo que Un día de furia, considerado de lo mejorcito de él está sobrevaloradísima) y ha hecho cada mierda que tira patrás... Las dos de Batman son un buen ejemplo, es que ni a mi divino Clooney lo puedo salvar...

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  3. Sí, muchísima mediocridad hay en su filmografía, pero Última llamada, Tigerland y Jóvenes ocultos me parecen películas notables.

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  4. Esas tres no las he visto. Sobre todo, "Jóvenes ocultos", tengo ganas. De lo que he visto dirigido por él, lo que más me gusta es "Veronica Guerin", y tampoco es que me entusiasmara.

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  5. Isabella della Sicilia7 de febrero de 2012, 23:39

    Puff, igual me pegais pero casi que me quedo con Línea mortal... por cierto, no sabía que Elegir un amor era de él... y yo la sufrí en el cine... vaya paste de mierda, madre mía de mi alma. Por cierto, qué ha sido de Campbell Scott? Qué guapísimo que era...

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  6. Campbell Scott ahora está en una serie médica bastante mediocre que se llama Royal pains.

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