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miércoles, 26 de diciembre de 2012

Infancia clandestina


Infancia clandestina (Argentina-España-Brasil, 2012).
Dirección: Benjamín Ávila.
Intérpretes: Teo Gutiérrez Romero, Violeta Palukas, Natalia Oreiro, César Troncoso, Ernesto Alterio.
Guión: Benjamín Ávila, Marcello Müller.
Música original: Marta Roca Alonso, Pedro Onetto.
Fotografía: Iván Gierasinchuk.
Montaje: Gustavo Giani.
Idiomas: Español, portugués.
Duración: 112 minutos.



6/10

Madurez impuesta 



No es nada novedoso el enfoque que utiliza Benjamín Ávila. Hablar de una situación convulsa (en este caso la dictadura argentina) a través de los ojos de un niño es un recurso muy recurrente (y también efectivo). En la conciencia colectiva siempre quedará Anna Frank y su diario, pero hay cientos de ejemplos más. Sin ir más lejos, en la misma Argentina tenemos Kamchatka, película de gran sensibilidad dirigida por Marcelo Piñeyro.

Infancia clandestina es un trabajo de innegables toques autobiográficos, lo que le confiere en determinados momentos grandes dosis de realidad. Especialmente en todo a lo que se refiere al protagonista adolescente. Porque sí, la película tiene como fondo la dictadura, aunque lo que de verdad ofrece es un agridulce relato de ese paso tan importante que supone dejar atrás la niñez.

Me parece envidiable la coherencia con la que se mantiene siempre el punto de vista. Toda la lucha política que mantienen sus padres, su tío y los demás compañeros, jamás es tratada en profundidad. Lo que puede parecer superficial, no es tal; ya que es básico cuando se opta por un enfoque claro, no salirse nunca de él. Y todo lo que nos cuenta el film lo hace a través de los ojos de Juan, que son los ojos del director, quien vivió una situación muy parecida en su infancia.

Por eso, más que una película sobre la dictadura argentina, Infancia clandestina es un trabajo muy íntimo, una historia de crecimiento personal. Y muy especialmente, una historia de amor. Un muy bello romance impregnado de toda la inocencia adolescente. Muy buena química entre los dos actores jóvenes, que hacen creíbles a sus personajes. Todo lo contrario ocurre con Natalia Oreiro, cuya deficiente interpretación no ayuda a hacer cercana a la madre del protagonista. Mientras, el siempre solvente Ernesto Alterio poner la nota de color con el inevitable personaje adulto que ofrece complicidad al menor.

Lo decíamos al principio. No estamos ante una película que vaya ofrecer nada nuevo. Pero el director se mueve en un terreno que domina muy bien. Una película que le sale de dentro, en la que se nota el inmenso cariño que hay puesto en ella. Una vuelta a la infancia/adolescencia que trata de imponerse a las circunstancias. La lucha por ser uno más cuando las circunstancias te lo impiden. Y un film que se permite algún lujo estilístico, como ese par de secuencias animadas. 


Manuel Barrero Iglesias



1 comentario:

  1. Gran calidad en la producción y el reparto (César Troncoso, Teo Gutierrez, Natalia Oreiro). De las cosas que más me llamaron la
    atención cuando leí la sinopsis, fue la forma en que se lleva a cabo la historia, mediante la perspectiva de un pequeño.

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