En su cuarta jornada, la sección oficial nos ha traído dos películas muy distintas entre sí. Una de ellas, probablemente sea la más clásica de todas las que vayamos a concurso. La otra, seguramente la más arriesgada. Aunque el riesgo no siempre tiene premio.
Si no nosotros, ¿quién?
En muchos aspectos recuerda esta película a Soñadores de Bertolucci. Años 60, y jóvenes que se mueven entre la comodidad económica y la vida bohemia. Gente que quiere cambiar el mundo, pero no sabe muy bien cómo. Con su pequeño triángulo amoroso al principio, y su clásica historia de amor después. Una narración en la que la elipsis es fundamental, pasando de un año a otro con bastante rapidez.
No es nada novedosa la película, y a sus personajes los hemos visto ya muchas veces en otros filmes de este corte, pero la buena labor de los intérpretes (especialmente la pareja protagonista) consigue que al menos la cosa fluya de forma agradable. Además, tenemos que sumar la reflexión sobre lo que supuso para la conciencia colectiva alemana las décadas siguientes al nazismo.
Code Blue
La película dirigida por Urszula Antoniak es un sórdido espectáculo que difícilmente dejará indiferente al espectador. Ella mantiene que es una película hecha desde las entrañas. Y sí, estamos ante algo absolutamente visceral. Una parábola sobre el mundo moderno, sobre la soledad y la falta de comunicación. Sobre la incapacidad del ser humano para relacionarse con sus semejantes. Pero todo llevado al límite, quizás demasiado.
Esa protagonista que la autora relaciona directamente con la muerte, también representa la desoladora soledad en la que vive demasiada gente. ¿Era necesario llegar a tales niveles de sordidez para contar esto? No lo creo. Pero esta es la apuesta de Antoniak, que juega fuerte. Yo diría que sale perdiendo, pero son los peligros que tiene arriesgar tanto.
Manuel Barrero Iglesias
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