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jueves, 29 de octubre de 2015

Críticas: El último cazador de brujas

5/10
The Last Witch Hunter (Estados Unidos, 2015).
Dirección: Breck Eisner.
Intérpretes: Vin Diesel, Rose Leslie, Elijah Wood, Michael Caine, Ólafur Darri Ólafsson..
Guión: Cory Goodman, Matt Sazama, Burk Sharpless.
Música original: Steve Jablonsky.
Fotografía: Dean Semler.
Montaje: Chris Lebenzon, Dean Zimmerman.
Idioma: Inglés.
Duración: 106 minutos.


Lucimiento fuera de tiempo

Por Miguel Delgado

Hubo una época, a principios de la década pasada, en la que parecía que Vin Diesel iba a convertirse en la estrella de acción más grande, que iba a comerse el mundo. A todos gas y xXx se convirtieron en todo un referente para miles de adolescentes hormonados, aunque Diesel no regresó en las secuelas inmediatamente posteriores, pensando seguramente en realizar proyectos distintos y más interesantes. Hoy en día, unos años más tarde, la situación es diferente de un modo imprevisto. Tras algún que otro batacazo, volvió a unirse a la disciplina de la saga de carreras ilegales y a eso se ha dedicado prácticamente desde 2009, solo saliendo de la franquicia para volver a la tercera entrega de otro personaje mítico en su carrera, la mediocre Riddick, y recientemente se anunció su regreso para una tercera entrega de xXx (¿de verdad hay ganas?). ¿Significa esto que ha abandonado las mieles del éxito?, para nada. Cada entrega de A todo gas ha ido recaudando más que la anterior, y su curiosa aunque breve participación en Guardianes de la Galaxia parece haberle puesto en una posición privilegiada, aunque no tan exclusiva como en tiempos anteriores.

Y así nos llega a la cartelera su primera producción original en bastantes años, El último cazador de brujas. En principio parece que nos encontramos ante un nuevo vehículo para el lucimiento único de Diesel y un subproducto que mezcla acción y terror como El fin de los días, la saga de Blade o Constantine; en definitiva, un proyecto que desde su concepción tenía mala pinta y parecía fuera de tiempo. Y si bien hay algo de eso, la película podrá resultar una leve sorpresa para todos aquellos que no tuvieran fe en encontrar algo mínimamente decente. Y es que, dentro de la descripción hecha anteriormente -y que resulta acertada-, la película se descubre como un entretenimiento consciente de sus limitaciones y que no trata de estúpido al espectador, lo que como mínimo es de agradecer. Eso sí, tampoco nos encontramos ante una obra de gran inteligencia. 

Entre las ventajas que podemos encontrar en la cinta, destaca en curioso diseño de mundo que propone la historia, dividiendo toda la sociedad de las brujas en varios estamentos inspirados y que sin duda podrían haber dado algo mejor. Brett Eisner, director del estimable remake de The Crazies, planifica con cierta habilidad y tiene algún que otro momento inspirado. También se agradece contar con la presencia de grandes actores como Michael Caine y Elijah Wood, su mera presencia le da algo de enjundia al conjunto aunque sus papeles sean pequeños y poco destacables. Por otro lado, Vin Diesel cumple con su papel de guerrero inmortal sin mucho aspaviento, aunque la sensación de que ya le hemos visto en esa guisa es demasiado grande. 

Por otro lado, hay varios inconvenientes que lastran la producción. La cinta no se molesta lo más mínimo en ser original, aunque no abuse de manera escandalosa de los tópicos, tampoco se sale nunca del camino marcado, y sobre todo en su tramo final, algunos aspectos quedan poco dibujados. Cualquier hallazgo de Eisner queda ahogado por una fotografía de film fantástico directo a dvd, unos efectos especiales no demasiado trabajados y en general, un diseño de producción bastante feísta. Tampoco resulta muy satisfactorio ese final tan absurdamente abierto a una secuela, ese convencimiento a todas luces exagerado de que se convertirá en un nuevo éxito del actor. Parece difícil que podamos volver a ver a este personaje en pantalla, y no mucha gente se pondrá triste por ello. 


En definitiva, para todos aquellos que puedan entretenerse con una aventura de estas características seguramente salgan satisfechos de la sala, aunque solo sea de manera moderada. Para los más elitistas resultará sin duda insoportable de visionar en su totalidad. Como vehículo de lucimiento de Vin Diesel es un producto tardío y algo caduco, y es improbable que hoy pueda tener el tirón de convertir algo así en un éxito. La opinión de crítica y público ya la ha destrozado, algo que con todo, no termina de merecerse. 


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