Social Icons

miércoles, 15 de octubre de 2014

San Sebastián 2014: Los tontos y los estúpidos

4/10
Los tontos y los estúpidos (España, 2014).
Dirección y guión: Roberto Castón.
Intérpretes: Roberto Álamo, Cuca Escribano, Fidel Betancourt, Aitor Beltrán, Nausicaa Bonnin, Lucía Gutiérrez.
Música original: Julian Demoraga.
Fotografía: Juan Miguel Azpiroz.
Montaje: Raúl Barreras.
Idiomas: Español, euskera.
Duración: 91 minutos.


Los riesgos del low-cost

Por Manuel Barrero Iglesias

El cine low-cost suele surgir de una necesidad, la de no tener dinero para afrontar los gastos que suponen hacer una película. Hay varias maneras de desembocar en estos modos de producción. Los menos llegan de forma natural. Muchos piensan su proyecto teniendo en cuenta la viabilidad del mismo. Otros, se las ingenian para reducir costes en proyectos ambiciosos. Y los hay que con su película aluden al mismo hecho de su dificultad para financiarlas.

Los tontos y los estúpidos no habla directamente de ello, pero sí lo hace a través de su elección formal. El film es narrado a través de los supuestos ensayos que llevan a cabo los actores, solución que buscó el director al no tener dinero suficiente para rodar según el plan original. La acción avanza a través de estos ensayos/lecturas de guión casi de forma ininterrumpida, a excepción de algunos breves interludios en los que vemos lo que se cuece en la trastienda. No queda muy claro cuál es el propósito de esos momentos en los que vemos al personaje del director dar indicaciones, pero no parecen aportar demasiado a la reflexión sobre el proceso creativo.

Da la impresión de ser una elección motivada únicamente por la falta de dinero, sin que ese recurso tenga una trascendencia especial a la hora de construir el discurso. De alguna forma, estamos bastante cerca de ver un guión filmado. Y la sensación es extraña, porque ante un libreto que no es especialmente original, queda la duda de saber qué película hubiera salido de ahí. Dependiendo de la forma elegida para rodarla, podríamos ver algo interesante o algo ya conocido y gastado. Nunca lo sabremos.

La forma elegida no dice nada, más allá de convertirse en un homenaje al trabajo actoral. Cierto es que al reducir al mínimo los elementos de la puesta en escena, ellos son los absolutos protagonistas. Y se nota que la película se vuelca en este aspecto. Pero solo con eso no es suficiente. En algunos momentos el low-cost empieza a parecer más una marca que una necesidad, aunque aquí se unan las dos cosas. Aplaudimos la decisión de Castón, la del valiente que rueda a pesar de todas las dificultades. Porque al final Los tontos y los estúpidos es una película de resistencia. Lo cual sigue sin ser suficiente.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
 
Blogger Templates