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viernes, 13 de enero de 2012

Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres


6/10
The Girl with the Dragon Tattoo (USA-Suecia-Reino Unido-Alenania, 2011).
Dirección: David Fincher.
Intérpretes: Daniel Craig, Rooney Mara, Christoper Plummer, Stellan Skarsgård, Steven Berkoff, Robin Wright.
Guión: Steven Zaillian.
Música original: Trent Reznor, Atticus Ross.
Fotografía: Jeff Cronenweth.
Montaje: Kirk Baxter, Angus Wall.
Idioma: Inglés.
Duración: 158 minutos.



Hacerse el sueco

En la crítica que hice sobre Millennium 1: Los hombres que no amabana las mujeres (Niels Arden Oplev, 2009) escribí lo siguiente: “Más parece que se ha diseñado un producto para el éxito, dándose prisa en hacerlo antes de que los americanos se apropiaran de la franquicia”. Ni dos años han tardado en hacer su versión los estadounidenses. Estrictamente, no hablamos de un remake, ya que el material en el que está basado el film es la novela de Larsson. Pero, ¿hasta qué punto era necesario realizar otra versión de un libro tan recientemente adaptado?

Definitivamente, no le encuentro el sentido. Por mucho que ya sea un hábito en Hollywood eso de saquear clásicos propios, o contemporáneos foráneos. No consigo acostumbrarme a tal gasto inútil de tiempo y dinero. Por muchos motivos que traten de justificarlo, a uno siempre le queda la sensación de que faltan ideas, y sobran ganas de hacer negocio.

Una Suecia llena de angloparlantes es la perfecta metáfora del espíritu colonizador de la potencia americana. Los personajes viven en Suecia, son de allí, tienen nombres suecos, leen en ese idioma...pero hablan inglés. Ya sabemos que es una licencia (aunque discutible) comúnmente aceptada, especialmente en el cine histórico. Cuando ese recurso se usa en un film que se desarrolla en la actualidad, el absurdo es máximo. Más aún cuando, repetimos, han pasado dos años desde que se estrenó la versión sueca.

Lo que más desconcierta de todo esto es ver a David Fincher por medio, después de regalarnos una obra del calibre de La red social. Que es muy bueno, lo sabemos. Y en cada plano vemos el talento del que sabe lo que hace. Pero su versión de Millennium es tan correcta visualmente como falta de verdadero genio. Tras la exhibición narrativa de su anterior trabajo (por hablar del más reciente), esto nos sabe a muy poco.

Con un material previo bastante dudoso, el encanto del film de 2009 se basaba básicamente en la química entre la extraña pareja protagonista, algo mucho menos patente en la versión de Fincher. Y eso que Rooney Mara compone una gran Lisbeth, a pesar de lo alto que había dejado el listón Noomi Rapace. Pero hay algo en este dúo que termina de funcionar.

Sin embargo, Fincher sí se muestra hábil a la hora de potenciar la oscuridad moral que se esconde tras las limpias apariencias, dándole al film la atmósfera que necesita. Eso sí, el material original tampoco da para sacar mucho más de él. El tremendismo de sus denuncias, y que éstas sea un elemento tangencial para desarrollar la intriga, hacen que todo sea bastante superficial.

Una de esas películas menores en la trayectoria de Fincher, cuyo lugar sigue estando entre los mayores creadores del nuevo siglo. Por muy bien que sepa retratar la fría Suecia. Por muy espectaculares que sean los créditos iniciales. Este film era prescindible.


Manuel Barrero Iglesias



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