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domingo, 8 de febrero de 2015

Críticas: Siempre Alice

5/10
Still Alice (USA-Francia, 2014).
DirecciónRichard Glatzer, Wash Westmoreland.
Intérpretes: Julianne Moore, Alec Baldwin, Kristen Stewart, Kate Bosworth, Hunter Parrish.
GuiónRichard Glatzer, Wash Westmoreland; sobre la novela de Lisa Genova.
Música originalIlan Eshkeri.
Fotografía: Denis Lenoir.
MontajeNicolas Chaudeurge.
Idioma: Inglés.
Duración: 101 minutos.



Siempre igual

Por Manuel Barrero Iglesias


No es fácil abordar el deterioro de la salud en el cine. La enfermedad supone sufrimiento, y muchos espectadores -y por lo tanto, muchos autores- no están dispuestos a sobrepasar un umbral que suele estar bastante bajo. Más aún si en lugar de hablar de Haneke, lo hacemos del cine mainstream. Además de ser un mal reciente, el alzheimer presenta la dificultad cinematográfica de tener que transmitir con verosimilitud la perdida de facultades cognitivas. Una empresa ardua, que muchos filmes tratan de evitar. Lo mas frecuente es encontrarse con trabajos que aborden los estadios mas tempranos de la enfermedad. 

Siempre Alice siempre se mueve en ese terreno de seguridad. Lo justo para tocar emocionalmente al espectador, pero sin llegar nunca -ni acercarse- a incomodarlo. El film se lo juega todo a una carta, la de "le puede pasar a cualquiera". La protagonista es una mujer relativamente joven, culta, y con éxito en su profesión. Si ella, que maneja el lenguaje con brillantez, sufre las consecuencias del alzheimer (ademas, una rara variedad genética), a cualquiera le puede ocurrir. 
El problema de este punto de vista de clase alta es que quedan excluidas todas las dificultades (añadidas) que la enfermedad plantearía a alguien sin los recursos de esta familia. Así se acaba imponiendo un tono inocuo, una aproximación superficial al tema. Se agradece el tacto, ya que el film huye de la manipulación sentimental. Pero es que también escapa de cualquier acercamiento profundo. Su carácter de mera introduccién para el gran público la colocan en un territorio anodino, aquel que conduce al olvido rápido

Curiosamente, la película conseguirá con casi toda seguridad tener su lugar en la historia. Siempre será nombrada como aquella que le dio su primer Oscar a Julianne Moore. Una actriz -con un buen puñado de papeles apasionantes- que conseguirá la estatuilla por este rol intrascendente. Las cosas rancias de Hollywood, que no puede dejar de mirar a este tipo de filmes. Ahí están las nominaciones de La teoría del todo, otro que trata la enfermedad de forma muy somera. Y sí, Moore solventa con elegancia su personaje, pero éste carece de la entidad suficiente. Qué fácil les resulta "compensar" una carrera brillante con un personaje que sufridor en película mediocre.



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