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lunes, 23 de febrero de 2015

Ceremonia Oscar 2015: Crónica

Por Paulo Campos

Y al fin llegó el día, un año después de que ... de que... de que... bueno de la película que ganó el Oscar el año pasado, estamos de nuevo ante la noche más importante para el negocio del cine. Y quizá la menos importante para el arte del cine, pero como nos mola el cancaneo más que un calimocho a Sofía Vergara, estamos listos para celebrar como las productoras se gastan millones de dólares para convencernos de que o teníamos razón cuando nos gustó su película, o que estábamos equivocados cuando no nos gustó.

Llegados a este punto cerramos esta temporada de premios como una de las más abiertas de los últimos años, porque aunque parece que Birdman ha tomado la delantera, no podemos descartar a la obra maestra de Linklater Boyhood para el premio a mejor película.

Pero no adelantemos acontecimientos, porque lo que si que está pasando ahora mismo es que las personas más importantes de La Tierra, como son los actores, y parrticularmente los de Hollywood, y particularmente aquellos que están en una película de superhéroes de Marvel, que si no, no son nadie, están luciendo palmito por al alfombra roja, mientras los periodistas memos de siempre les preguntan un año y otro año las mismas sandeces. Que digo yo, podrían poner de corresponsales un cajero automático de Bankia y les harían preguntas más interesantes.


A destacar de la alfombra roja, el homenaje que ya le viene haciendo Anna (espabila si quieres ser estrella, mona) Kendrick a Sonrisas y lágrimas con sus “hills are alive”. La auténtica estrella de la alfombra Lorelei (Rick, quedaste a gusto con el nombre, eh?) Linklater a lo femme fatale, demostrando que está viva y no es un holograma. O el traje de Cotillard que parece que se ha olvidado de desembalar el verdadero y va cubierta con las burbujitas esas que mola explotar.

Más, el flequillo que exige licencia de obra de Laura Dern, Rosamund Pike y sus problemas con sus estilistas. Eddie Redmayne, que parece un teenager con su chica, que mejor que un Oscar le vendría un plato de buen potaje, para ver si llega a los 40 kilos. Lupita (i'm alive) Nyong'o con perlitas, si lo sabe Pablo Iglesias ni le deja entrar a la gala. Lo buen tipo que es JK. Simmons que para que sepan que es él se ha puesto el sombrero del patriarca gitano y así hacer un favor a la prensa para localizarlo.

Mientras los famosos pasean, los que no lo son manchan nuestros ordenadores y televisiones con su presencia. Hace falta tener la cara muy dura para ser un don nadie y posar para una fotografía. Al menos acuéstate con un famoso o demándalo o algo. Què gente, por dios, qué gente. Por lo demás llegar y ponerte delante de mil fotógrafos que parece que están en el mercado de verduras supongo que irá con la profesión, pero arggggg.

Después de los paseítos llega el especial, donde los periodistas preguntan cosas como ¿Qué te parece el Alzheimer? A Julianne Moore, ¿Si tuvieras ELA qué tal estarías? A Redmayne o incluso le preguntan algo a Melanie (cortica cortica) Griffith como si a alguien le importara lo que tiene que decir. Ese es el nivel

La ceremonia va a comenzar, y se espera mucho este año del maestro de ceremonia, que es el gran Neil Patrick (médico precoz y gayer) Harris por lo bien, muy bien, que llevó ceremonia de Emmy o Tony. Un sentido del espectáculo único, comparable sólo a Hugh Jackman que veremos si recoge el testigo en cuanto a presentador show en sí mismo. Abróchense los cinturones que la gala empieza en tres, dos, uno...

Arraca la ceremonia, con un escenario que parece sacado de los apuntes de Stephen Hawking y con Neil Patrick ascendiendo al centro del escenario. Primer golpe, a los blancos nominados y venga a cantar...con la ayuda de Cumberbatch petaca en mano. Con una pantalla trasera se crea un espectáculo total, brutal comienzo con Harris en muchas películas clásicas. Se le une Anna Kendrick, que pierde su zapato y se emociona con su agudo. Jack Black, oh no. Sale de platea para erigirse villano de la ficción quejándose de la cantidad de superhéroes en las películas. Lo echan del escenario a zapatazo de la cenicienta, como si fuera tan fácil deshacerse de Jack Black, ja!! Espectacular el número de inicio, no decepciona Harris, que dice que todo ha sido completamente improvisado.

Ahora en el monólogo, en el que empieza clasificando a Oprah de American Sniper porque es rica como la película. Dice que están para celebrar películas como Los pitufos 2, de la que es protagonista y alaba el guión.

Primer premio de la noche es mejor actor secundario, la presenta Lupita (ganadora del Oscar, ja,ja,ja) Nyong'o. Es uno de los premios más cantados de la noche, y nadie puede poner un pero a que JK Simmons, que de pronto parece que lo conoce alguien más que su mujer, se haga con el Oscar. Si Moore lo tiene desde septiembre, Simmons lo tiene desde enero del 2014, cuando en Sundance se estrenó al película. Entre sus rivales Ethan (lleva toda la vida en esto), Hawke, Edward (¿volverá a ser el gilipollas de siempre cuando termine la fiesta de hoy?) Norton, Mark (dos nominaciones y sigue sin conseguir que la gente se quede con su cara, a pesar de que le aplauden mucho, como por pena o algo) y Robert (me quito el sombrero, pero no por esta interpretación, sino por todas) Duvall. Lupita, que confunde el Oscar con el Actor, es para JK Simmons, está claro, merecido y muy muy aplaudido, Miles Teller en pie. Agradece a su mujer y recomienda hablar con los padres en lugar de mandarles mails. Sí es raro de cojones, lo sé. Y luego dicen que no hay discursos originales.
Vuelve Harris con una cancioncita y presentan a los tipos de las maletitas con los sobres que este año también guardan los pronósticos en una urna, que va a guardar Octavia Spencer durante la ceremonia. En fin, chorrada supina pero que la colaboración de Spencer hace que quede chula, sobre todo cuando le prohibe comer durante la ceremonia. Liam Neeson, aún presentado con la música de Schindler's List, presenta el primer clip de la noche, The Grand Budapest Hotel, que presenta él porque debe ser el único que no sale en el reparto. ¡Ah, no! que también presenta American Sniper, ésta porque él es un Jedi y hace el bien, supongo.

Harris presenta ahora a Dakota Johnson que va a anunciar la canción 'Lost Stars' de Begin Again y presentar a Adan Levine y Maroon5 que la interpretan en directo. Aquellos que no lo conozcan, que no se preocupen por si Levine tiene muy apretados los testículos, a lo mejor sí, pero es que canta así siempre. Así que disfruten de la canción como hizo la Knightley sin corsé decimonónico por primera vez. Bueno, al ser una versión cortita no ha sido muy traumático.

En escena vuelve Harris, que anuncia que los nominados recibirán regalos por 160000 dólares, menos mal, porque lo necesitan mucho. Y anuncia a Chris (es guapo-cara-gañán) Pine y Jennifer (siempre presento la misma mierda) López como presentadores de la categoría de mejor vestuario. No acepto otra ganadora que no sea The Grand Budapest Hotel y Milena Canonero. Así es, la italiana recoge su Oscar por un trabajo sobresaliente, es que no había rival. Le dedica el premio a Wes (ríe y aplaude y todo) Anderson.

La siguiente presentadora se puede comer con Spoon (cuchara por si hay alguien que no sea políglota, que lo dudo), es como no, la Reese, que presenta el premio a mejor maquillaje y peluquería. A mí me molaría que todo se lo llevara The Grand Budapest Hotel, y sí, mira qué bien. La película de Anderson ya lleva un par de premios, y el friki-director parece que le gusta. Si me dicen de alguien que tenga Asperger, digo que Anderson fijo, es como el Messi de los directores, no por aquello de ser muy bueno, que también, sino por lo del autismo y eso.

Channing (abrigado por si se acatarra de tanto menear la chorra en Magic Mike XXL)Tattum presenta a la frikada esa de los chicos estos que mandan cortos y los pasean por Hollywood a modo de becarios, como si realmente fueran a ser alguien en el futuro, vamos están en Hollywood como para repartir trabajo con unos don nadie. Para eso tienen a Ron (afilando las garras para el año que viene) Howard.

Volvemos de publi y nos topamos otra vez con Harris que nos presenta a Chiwetel (¿dónde andas metido?) Ejiofor y Nicole (tengo el talón de aquiles en la faringe) Kidman presentan el Oscar a la mejor película extranjera. Suerte para Relatos salvajes, a ver como se da, porque Ida es favorita. Pues no hay sorpresa, Polonia gana por primera vez el Oscar con la película alegre del año y sobre todo comercial. Pawlikowski dice que es sorprendente que una película tan contemplativa se haya colado en el epicentro de las bombas, petardos (y petardas) y tifones. La música apremia y el tipo ni se inmuta recibiendo el aplauso del público, pero como por pena, en plan: ¡Mira que gracioso! Qué hambre pasan estos europeos. Pobrecicos, que lástima

Shirley MaClaine presenta la película más larga de la historia, de doce años, como es Boyhood, el biopic sobre Stephen Hawking (ah coño, The Theory of Everything iba de eso) y Birdman. Vamos, que la MaClaine ha quedado para el tres por uno más cutre de la ceremonia.?Quién presentará el próximo clip? ¿Kirk (muerto viviente, digo, mito viviente) Douglas?

Harris saluda a Heydi y Laura, que son extras que rellenan los asientos vacíos. Llega a Steve Carell, al que trata como un extra más y le pregunta si es su primera vez, y a quién quiere conocer de los famosos, responde que a Edward Norton, qué lástima ¿no?, qué buen tipo Carell, en realidad nadie quiere conocer a Norton.

En escena Cotillard, que no sé si lleva boina o es su pelo, pero ya podía prestárselo a John (eres calvo, coño) Travolta, para presentar la canción de The Lego movie con las gemelas éstas medio siniestras. La canción mola tanto que no lo puedo describir y la actuación me lo da todo: colorines, frikismo, mal directo, bailes epilépticos y absurdos. Echaba de menos actuaciones caóticas y absurdas, porque están repartiendo Oscars de broma entre el público, Oprah lo agarra con fuerza. Vaya circo de actuación. Brutal.

Harris, con Oscar de broma en mano, dice que los títulos de este año le confunden. Como How to Train Your Dragon 2, que se ve que no lo entrenaron bien en la primera. Presenta a Kerry (¿hizo algo en el cine?) Washington y Jason (que presenta como estrella infantil) Bateman entregan el premio al mejor corto. Aquí es muy favorito The Phone Call, por estar interpretado por Sally Hawkins y Jim Broadbent. Pues no hay sorpresa, gana The Phone Call. Marck Kirby (no tiene paréntesis porque no sé quien es), pero dicen que trabajó con Ridley (todos ganan menos yo) Scott. Otros que son atropellados por la música mientras dedican a los voluntarios de los centros de llamadas. Aquí cada uno a lo suyo.

Washington y Bateman continúan presentando estos premios que no interesan a nadie, pero hacemos como que sí. Y toca ahora el mejor cortometraje documental, que gana Crisis Hotline: Veterans Call, que mira tú, va sobre los teléfonos de ayuda a los veteranos. Por supuesto es oír la palabra veterano y Eastwood ha tenido una erección que se le baja al ver la peniña que da el vestido de la directora y sus pompones.

Neil Patrick alaba el vestido y dice que hay que tener coraje para vestirse así, di que sí. Y presente a Viola (¡ay! Hija, ríete algo, mujer) Davis habla de los premios honoríficos: Maureen O'Hara, Hayao Miyazaki, Jean-Claude Carrière y Harry Belafonte, que reciben el premio fuera de la ceremonia porque no son dignos de que se pierda un minuto en ellos, siendo preferible dedicárselo a Jennifer López. En fin. Continua la ceremonia y presenta a la parte británica de la platea sobre todo David (ahora sí les gusta les dice a los académicos) Oyelowo, buen dardo. Hace leer una nota en la que con acento británico no suena tan mal “hacer un remake de Annie”.

En escena Gwyneth (ten cuidado, que igual te tiran brocolis) Paltrow para presentar a Tim (dios en los estados del tercer mundo mental de USA) McGraw como intérprete de la canción de 'Glen Campbell: I'll be me', ganadora segura otro año por el Alzheimer del buen señor este, pero que este año tiene la Academia que ajustar cuentas con los negros de Selma. Lo del traje de pajarita con sombrero cowboy no me acaba de convencer, pero igual a la “white trash” les vuelve locos. McGraw ya cantó mejor, la verdad, y ese final aguantando la nota, fue como doloroso o vomitivo, o algo entre medio de las dos.

Volvemos con la cámara buscando a Neil entre bastidores, al estilo Birdman, y con éste perdiendo la bata y yendo en ropa interior por camerinos, mientras Miles Teller toca la batería y le dice “Not my tempo” Y, con dos cojones, sale a escena en gayumbos, diciendo que la actuación es una profesión noble. Buen gag para presentar a Margot (esa piernas no eran tuyas) Robbie y Miles (soso enough) Teller, que fueron los anfitriones de los premios de ciencia y tecnología. Esos premios que todos los años se dan y nadie, desgraciadamente, sabemos qué coño son.

Sienna (pasaba por varias películas) Miller y Chris (hace tres años estabas muerto) Evans presentan el Oscar a mejor sonido. Veremos porque es un premio abierto, pero molaría que fuera para Whiplash. ¡¡¡Anda!!! Pues sí, me alegro un montón porque una película pequeñita y de estas características sea la ganadora derrotando a pelis con mucha pasta, ha ganado el cariño y la fe en uno mismo.

Turno, con los mismos presentadores para otorgar el Oscar a mejor edición de sonido, lo que antes llamábamos efectos sonoros. Aquí suena American Sniper, nunca mejor dicho. Pues ni una sorpresa, Sienna Miller aplaude como sintiéndose parte de la película. Bonita, que ponemos un maniquí o una mujer de plástico, como el bebé, y no pasaría nada. Agradecen a Eastwood y a Cooper, como si éste último tuviera algo que ver con los efectos sonoros de la película. Pero bueno, primer Oscar para la peli de Eastwood.

Harris se cambia, o mejor, se viste, presenta a Jared (me caes mal, no me canso de decirlo, ¡¡hortera!!) Leto para presentar el Oscar a la mejor actriz secundaria. Este premio debería presentarlo Keira (sigo en la película) Knightley, porque así se acumularía a lo que hace en su película y por acumulación igual merecía estar en la ceremonia. También tenemos a la Streep, esa señora que parece simpática, pero es como la tía que nunca tienes intención de invitar a comer, pero que luego por haches o por bes siempre aparece sentada a tu lado y diciéndote si le pasas la sal, que la comida no tiene mucho sabor. Emma (por fin la vemos nominada y agarrada al Oscar de Lego como si no hubiera mañana) Stone sí merece estar aquí, además me cae simpática. Laura (cualquier cosa que diga de ella os llevará más tiempo leerla que tiempo en pantalla tiene) Dern, encantado de verte en la escena más larga que tienes en la película de 20 segundos y la gran Patricia (doce años después) Arquette será la primera miembro de la familia, que dice que se dedican a actuar, que se lleve un Oscar. Nada que objetar, es la interpretación femenina del año y es justo que se le recompense. A ver si Leto no me da la noche. Pues no, la gran Arquette se hace con el Oscar, sería la leche que se lo negaran. Papelito en mano agradece a toda velocidad, que agradece hasta a su pintor favorito y a toda la gente que paga impuestos, aquí cada loco con su tema. Y dice que han luchado (las mujeres) para tener salarios iguales que los hombres. Meryl (perdiste más Oscars de los que ganaste, ¡je!) gesticula y anima a la Arquette a continuar, aunque queda ahí la cosa. Pero ya causó ruido el reivindicativo discurso de la Arquette, vamos que se ha marcado un Goyas. Bueno, primero de Boyhood, espero que sea el de muchos.
La urna sigue en su sitio y Octavia sigue observando, mientras Robert Duvall a su lado parece que no se entera. Josh (con el mentón extrañamente cuadrado) Hutcherson presenta a Rita (vestida de pena es poco) Ora como cantante de la canción 'Grateful' de “El Guardaespaldas 2.0”. Ora tiene un peinado que ya le puede caer el auditorio encina que no le hace un rasguño. La muchacha se desgañita pero la canción queda fea de cojones, la verdad.

Efectos visuales toca ahora, Ansel (encantado de conocerte, ¿tú eres...?) Egort y Grace Chloë (hija que nombre tan complicado para una carrera tan corta) Moretz son los presentadores. Veremos aquí si Interstellar se queda con las migajas comparado con lo que se esperaba de ella en septiembre. Pues sí, al menos se lleva este premio, que merecía más Dawn of the Planets of the Apes, pero bueno. Pues nada, Nolan ya tiene película con Oscar otra vez, aunque su ego no permita ver que es una ascazo de película.

Anna (¿otra vez?) Kendrick y Kevin (es pequeñín pequeñin) Hart presentan los cortos, antes echándose en cara quien es más pequeñito de los dos. Menos mal que no discutían cual de los dos es más prescindible. Feast es el ganador, una historia demasiado tradicional para ganar el Oscar, pero bueno ya sabemos que a veces tener detrás a Disney es un seguro de vida. Me pregunto cuántos académicos votarán este Oscar. ¿6?

Para entregar el premio a mejor película de animación salen Zoe (ole esas curvas) Zaldana y Dwayne (¿es negro? ¿es blanco? ¿es asiático?) Johnsson. Parece que se reconocerá a Dreamworks y la segunda parte de How to Train Your Dragon después de sus Annie y Globo de Oro. ¡Coño! pues no, Disney se lleva el gato al agua. La mediocre (no por no ser divertida, sino por comparación con otros años) Big Hero 6 es la ganadora, una pena porque ahí debería de haber estado The Lego movie sin duda alguna. John (una especie de aprendiz de Wenstein) Lasseter es quien maneja los hilos de esta categoría porque ya van varios años que Disney gana por sorpresa.

Necesito más show por parte de Harris, porque empezó muy fuerte, pero se está limitando a salir, decir la gracia de turno y presentar a los famosillos que dan premio. Sé que no hay mucho más margen pero quiero más vídeos, canciones o paseos por platea. Lo dicho, entra y presenta a la presidenta de la Academia, Cheryl Boone Isaacs, que en su discurso defiende la libertad de expresión (habla de política, habla de política) de los contadores de historia. Luego habla de lo unidos que estamos todos por nuestro amor al cine. Bueno, supongo que el ISIS no irá mucho a ver Captain America.

Chris (aun el más cool del año) Pratt y Felicity (lámpara de noche y nominada a mejor actriz, por si nos olvidamos) Jones presentan los nominados a mejor diseño de producción, que debería ir claramente a The Grand Budapest Hotel, no hay más opción y espero que no se les ocurriera votar a una alternativa, por no acumular. Aviso. Vale, no hace falta que me cargue a nadie, porque es que no había color, bueno, sí los muchos que tiene la cinta de Anderson porque es maravilloso, y desde aquí pido por los Reyes una cajita de Mendl's, por favor. Tercer Oscar para Budapest, ¡¡oh yeah!!

Idris (¿algo más que Mandela?) Elba y Jessica (y reina, y diosa, y guapa reina reina) Chastain presentan el premio al mejor director de fotografía. Vaya pareja tan extraña. Categoría donde Lubezki puede hacer historia al ganar su segundo Oscar (en este caso de forma consecutiva) o que Roger (12 veces y nada) Deakins por fin suba a recoger el Oscar que se el resiste, pero me da que no eligió en la película de Angelina (da la cara después del mierdón, da la cara) Jolie el vehículo para romper la (¿mala?) racha. Chastain no da opción a la sorpresa y al grito de “Chivo” anuncia que es Lubezki el ganador. Merecidísimo, porque el trabajo es espectacular y merece el premio más que ninguno. Es un genio y lo demuestra en cada película que hace, porque  simular ese plano secuencia es de un trabajo de estudio, de planificación y de ejecución brutal. Primero de Birdman. Qué bien, todos tienen algo como buenos hermanos o como si todos se hubieran gastado el mismo dinero en ganar premios.

Directamente y sin presentación, no hace falta, Meryl (gif de la noche con su reacción con la Arquette) Streep es la que anuncia el momento de homenaje a los fallecidos este año que como siempre nos hicieron reír, llorar y compartieron con nosotros muchas cosas. No lo digo yo, lo dice ella porque es así de sentida. Así pues clip de “In memorian” encabezado por Mickey Rooney y cerrado por Mike Nichols con Lauren Bacall, Robin Williams, Rod Taylor, Eli Wallach, Misty Uphan, Gabriel García Márquez, Alain Resnais, Anita Ekberg,... que da paso a Jennifer Hudson o el pellejo que queda de ella cantando 'I Can't Let Go' en homenaje. Todo muy bonito y muy sentimental, es lo que tiene haberle dado un Oscar hace diez años cuando no era nadie, y ahora hay que invitarla para rentabilizarlo.

Después de la emoción llegan Naomi (rise like a Phoenix) Watts y Benedict (guay enoguh) Cumberbatch presentan a los nominados a mejor montaje, otrora premio que tenías que conseguir para ser la mejor película, y que parece que este año no hace falta. Mi favorito es Whiplash, pero no me importaría que Boyhood lo lograra. Pues mira, parece que están cumpliendo mis deseos, porque gana Whiplash, es sin duda el montaje más laborioso del año, currado, imaginativo, y con un trabajo brutal de esas clase de batería y esos instrumentos. Gran premio, muy justo y meritazo también de Damien (ojo con lo que firmas para dirigir ahora) Chazelle. Tercero de Whipalsh, a lo tonto, triunfadora de la noche.

Terrence (otro que vive de rentas) Howard queda para presentar las películas que quedan Whiplash, The Imitation Game de la que dice que se siente emocionado, y claro, queda Selma que es muy necesaria porque lo dice él, y debe ser cierto porque si Oprah aplaude es que es verdad y ya. Dile tú que no, o incluso a la Duvernay que te tira eso que lleva en el pelo y te hace un siete.

Jennifer (al palo, al palo) Aniston y David (Luther King british) Oyelowo presentan a los sextos nominados del año que se quedaron a semana y media de campaña para estar, pero como nominados en lugar de presentando un premio de segunda para la Academia. ¡Ah! No, calla, que presentan el premio al mejor documental cuyo ganador debería de ser Citizenfour que cuenta las entrevistas que la directora hizo a Snowden, el héroe/villano americano. A ver si la directora anima el sarao rajando. Bueno, habla de preservar la democracia y de no controlar el poder, el público aplaude al escuchar el nombre de Snowden, pero como quien aplaude a la foca Bernie en Seaworld. Harris dice que el protagonista del documental no puede estar en la platea y da paso a publicidad, una vez más.

Repaso rápido y sorprendente porque Budapest y Whiplash tiene tres Oscar cada una y luego Boyhood y Birdman se conforman de momento con uno. American Sniper e Interstellar van luego con uno cada una, al igual que la mejor peli de animación Big Hero 6.

Octavia (denle otro papel bueno, anda) Spencer, que no guarda por un rato la urna, presenta la canción de Selma, que para interpretarla están John (la versión cuqui de Usher) Legend y Common (hola, ¿qué hay?) que se mola a sí mismo un montón asintiendo cada palabra de la canción, aunque sea "glory" repetida diez veces. Esto es 'Glory', que debería de ganar el premio y así tener momento reivindicativo por los derechos civiles, que lamentablemente aún hay americanos que se los pasan por el forro. Curiosamente es la canción que mejor interpretada queda y la más larga de todas. Vamos, si no gana, Oprah se saca una teta y revienta medio Auditoria Dolby. Bueno, que sea esta la primera standing ovation de la noche ya deja claro que hay ganazas de premiarla. Lloros por parte de Oyelowo, Chris Pine, jolín, ni que hubieran cantado el 'Chiki chiki'.

Harris Dice que Cumberbatch es un nombre importante en la industria y también el nombre que John (más “alegre” que nunca) Travolta dice cuando llama a Ben (ya no soy el mediocre de antes) Affleck. Buen chiste para presentar a Idina (me cago en el “let it go”) Menzel continuando así el chiste del pasado año donde Travolta se equivocó de nombre. Menzel llama a escena a Travolta equivocándose y devolviéndole la jugada. Y dice que no pasa nada, que no es algo que le perseguirá toda su vida, a lo que Travolta responde irónico “Seguro'”. Qué bueno, ha sido la mejor interpretación de Travolta en años. Presentan pues el Oscar a la mejor canción, que es para 'Glory' como no, muy celebrado en la platea. Common da ese discurso aprendido ante el espejo, donde incluye todo lo que debe ser la justicia social, testigo que Legend recoge y denuncia que en USA es donde más negros están encarcelados y que en ese país no están precisamente para dar consejos a otros e ncuanto a derechos civiles. Pues vino a descubrir América, nunca mejor dicho. Curiosamente el primero en aplaudir de pie en la platea en Chirs Pine, que debe ser negro en su interior, pero lo lleva mejor que Eminem porque anda normal y no como si tuviera ladillas en la entrepierna.

Otro cambio de vestuario de Harris para presentar a Scarlett (ay omá) Johansson, que está ahí, además de para recordarnos que la vida es maravillosa, para recordar que Sonrisas y lágrimas (y lástimas como diría Cándida Villar) se estrenó hace cincuenta año y que entonces éramos inocentes y la diabetes cinematográfica no existía. Así la película nacía para que las profesoras de música tuvieran canciones que enseñar a sus alumnos y hacerles hacer el ridículo en festivales de fin de curso. Dios bendiga a Wise y guionistas por ello, ¿están muertos, verdad?, por saber. Pues Lady Gaga se encarga del homenaje al grito de “The hills are alive...”, qué bien canta esta mujer, y que guay sería un mundo donde no tuviera que vestirse de mamarracha para triunfar. Por cierto, queda cool la canción con el tatuaje en el brazo de Gaga, me imagino a la novicia María con el tatuaje de “amor de madre” en la ingle derecha”, así enamoró a Christopher (si sabe que lo relaciono con la peli me mata) Plummer. Un homenaje chulo, pero vamos, que se acaban de marcar un Poveda en la gala en toda regla. Muy bien nena, además te llevas pa tu casa la standing ovation, ni en tus mejores sueños húmedos.

Pero sorpresa, Julie (sí, la que ríe con la piel del culo con su natural vejez) Andrews entra a escena a presentar y claro, se lleva también su merecido. No, no lo malo. Lo bueno, porque merecer lo merece, es una star de las grandes. Digo yo que presentará el Oscar a la mejor banda sonora, y aquí llega el momento de si la academia premia al fin a Desplat, por una o por otra, ojalá sea por The Grand Hotel Budapest, o si la división de votos favorece a The Theory of Everything, o incluso si la bufanda trae suerte a Hans (20 años después de The Lion King) Zimmer, que se le ha puesto una cara de pan que ni Henrique Zimmerman (premio al que pille el chiste, hacédmelo saber). Bueno, pues sácanos de dudas, Andrews. ¡¡¡¡¡¡Si!!!!! Desplat, soberbio en The Grand Budapest Hotel recibe al fin su Oscar en lo que se convierte en el cuarto premio de la película de Anderson. Por fin la Academia premia a uno de los compositores que más trabaja en el mundo, porque lleva un ritmo de seis o siete pelis al año, y generalmente todas chulas.

Entramos ya en los importantes, porque nos quedan los guiones, que nos indicarán por donde pueden ir los tiros, si gana Birdman, y luego los actores principales y director. A ver si está repartido o si director y película coinciden en al figura de Iñarritu -como parece en estos últimos días- o Boyhood le arrebata alguno.
Harris sigue vivo, y nos presenta a Eddie (otro que no goza de muy buena prensa) Murphy que dice que “si no está en la página, no llega a la pantalla” para introducir los nominados a mejor guión original. Molaría que The Grand Hotel Budapest siguiera enrachado. Pero no, es Birdman quien se lleva el premio. El guión a ocho manos, junta teatro, ego, y claro, actores. Premio sudamericano porque se reparte entre Mexico y Argentina. Birdman consigue el segundo y parece que limpia un poco el camino hacia el triunfo final. Se deshace en elogios Iñárritu hacia su elenco y llama Maestro a Michael (pensad lo creepy que sonaría esto hace un año y medio) Keaton.

Oprah (vaya balones, la virgen) Winfrey es la encargada de entregar el Oscar a mejor guión adaptado, porque le da la gana a ella de presentar eso y no la ceremonia, es ella quien manda. Aquí parece que es la oportunidad de The Imitation Game, pero cuidado a la posible sorpresa de Whiplash. Pues no, Grahan (no toco cosas que me pueden hacer no vender bien mi guión) Moore es quien se lleva el Oscar. La verdad es que no es un mal guión, por su estructura, pero esos cartelitos que tienen que cerrar la película porque queda a medias... y eso no es bueno. Mi madre, que Moore nos dice que en su adolescencia intentó suicidarse, lo que decía de los discursos, aquí cada loco con su tema, y lanza una consigna antibullying muy aplaudida por el público, entre ellos de pie Nicole (plástico en el contenedor amarillo) Kidman. Jo, casi que te hace sentir mal haber echado pestes sobre este guión. Pero bueno, él dice que nos debemos sentir raros, pero no ha dicho nada de buenos, así que seguiré siendo malvado.

Volvemos, y Harris presenta a Ben (Soy director de éxito, aún sin nominación) Affleck que presenta el premio a mejor director. Cinco directores cinco son los que han llegado a este final, aunque prácticamente la cosa se centra en dos. Pero es digno comentar a los otros que hacen un buen trabajo, que dotan a la película que representan de calidad, de personalidad, de entusiasmo y que han hecho que celebremos sus películas entre lo mejor del año. Bueno, también está Morten Tyldum. Ahora Iñárritu o Linklater, Linklater o Iñárritu, premiar la fidelidad a un cine marca de la casa o valorar el virtuosismo técnico al servicio de los actores. Atención al duelo, Iñárritu parece que lo tiene hecho pero ¿habrá espacio para la sorpresa? Pues no, segundo mexicano que se lleva el Oscar de forma consecutiva. Se funde en un abrazo con Linklater (ganador moral, está claro) y con sus actores. Se premia pues, más el aspecto técnico y la dificultad que supone preparar técnicamente como un reloj suizo una película. Una pena, que no pueda ser un empate, pero reconozco el meritazo que tiene el “Negro” Iñárritu al plantear una marcianada como es Birdman, que ya tiene una autopista de cara a ser nombrada la mejor película del año en los Oscar.

La ganadora del año pasado Cate (elegancia en estado puro) Blanchett presenta el Oscar a mejor actor, ahora mismo el premio con más incertidumbre de la noche. Un gañán orgulloso de serlo y con muy buena puntería, un millonario narigudo y perturbado que se cree alguien, una exestrella de medio pelo famoso hace años por ser un superhéroe en pantalla, un homosexual listo que tiene problemas para relacionarse con los demás y un cinetífico muy muy listo al que traiciona su físico. No, no estoy hablando de Harvey Wenstein, Cristobal Montoro, Michael Keaton, Sheldon Cooper o Pablo Echenique. Bueno espera, de Keaton sí que estoy hablando, que llega con opciones al Oscar, quien se lo diría hace, bueno en su puta vida. Su rival más fuerte es Redmayne, el cara niño que había ganas de hacer estrella y que ya lo ha conseguido, con mérito. El resto están para ver y aplaudir, otra vez será Carell, Cumberbatch y Cooper. Bueno, espérate no vaya a venir Bradley, que de repente es DeNiro, y dar un sorpresón. Si gana Redmayne todas las películas nominadas a mejor película habrán tenido un Oscar. Pero claro, pueden querer multipremiar a Birdman, o que Cooper a la tercera vaya su vencida. Veremos que nos cuenta la Blanchett y nos dice que sí, que se reparte, Eddie (33 años aunque parezca 16) Redmayne es el ganador. Emocionado sube y mueve mucho el Oscar incrédulo, pero suelta el discursito de dedicárselo a los enfermos de ELA , esto es el ego de los actores que creen abarcar todo terreno. Claro los Bafta le robaron a Hawking y les jodió la sorpresa y ahora no pueden traerlos. Una pena porque Keaton no va a tener muchas oportunidades más de ganarlo.

Ahora Matthew (con música de bongos, grande y cachondo el director de orquesta) McConaughey, con su “all right” nos presenta las nominadas a mejor actriz, la verdad es que hay ganas de ver a la Moore de estrella. Yo hubiera cambiado el orden de entrega porque este está muy cantado. Mis queridos Oscar-fan-boys ya pueden tachar una muesca más en su diario de Mi Pequeño Pony porque al fin verán a la Moore recoger su Oscar, que sea por una de las películas más flojas de su filmografía da igual. Como si es una peli de Shyamalan, la cuestión era verla con el muñequito y ya lo ha conseguido. Es tontería que diga que Cotillard o Witherspoon están mejor porque el premio está dado desde septiembre, pero grandes Cotillard y Witherspoon. Es obvio que el Oscar es para Julianne, merecido en su carrera, pero no por esta película, muy pequeña para ella. Por supuesto standing ovation. Dice la pelirroja que ganar un Oscar aumenta cinco años de vida al receptor y agradece porque su esposo es más joven que ella, Bueno, discurso de manual de la Moore, agradeciendo a su familia y el formar parte de Hollywood y claro, como Redmayne pone voz a los enfermos de Alzheimer y agradece a su marido el darle un hogar. Lo dicho, aquí cada uno tiene su discurso para su vida.

Bien, la hora de ver si Neil Patrick Harris ha acertado sus pronósticos, el señor que se parece a Matt Damon, y así bromea con el pobre hombre. Abre la caja, abre el maletín, qué tontería, creando misterio con esto. Y vamos, lo que viene siendo un resumen de la gala rápida y bien planteada, nada que, modestia aparte no os haya contado.

Sean (pero tu no estabas en Francia tirándote a Charliz.. en los Cesar) Penn presenta el premio a la mejor película, qué raro que éste se preste a la ceremonia sin saber que va a ganar el Oscar. Y llegamos al premio, a ese premio que cuesta unos cuantos millones de dólares comprar, digo conseguir, y nos encontramos, aún viendo lo que ha pasado hasta ahor,a con la duda de quien se lleva el gato al agua. La película que nos recuerda qué malos somos los blancos Selma, la película que nos recuerda que malos son los iraquíes American Sniper, la película que nos recuerda que malos eran los ingleses homófobos y sin idea de sudokus The Imitation Game, la película que nos recuerda lo malo que es tener hijos teniendo ELA The Theory of Everything, la película que no recuerda lo malos que son los que no disfrutan del cine de Anderson The Grand Hotel Budapest, la película que nos recuerda lo malo y lo molesto que es tocar la batería Whiplash, la película que nos recuerda lo malo que es alimentar el ego de los actores Birdman o la película que nos hacer caer en la cuenta, lo malo que es que te recuerden que hace 12 años eras guapa y no oronda Boyhood. Estas ocho se la juegan ahora mismo y finalmente llegamos al último premio de la noche, sin mucha emoción porque parece claro que Iñarritu tendrá una noche redonda. Y así es, Birdman es la ganadora del Oscar a la mejor película. Quizá la más indie de todas las ganadoras de la historia de los Oscar que hace que Iñárritu se pregunte si la Academia no podrá unas reglas de inmigración, porque dos mexicanos triunfadores consecutivos es sospechoso. Todos esperando si nombra a Arriaga y él se resiste. También regalito a favor de los mexicanos y de que en USA sean tratados decentemente.

Pues hasta aquí una ceremonia correcta, con un buen Neil Patrick Harris, aunque yo esperaba un poco más. Es cierto que tampoco hay espacio material para mucho más, pero el número inicial si ha sido bueno, y algunas de las intervenciones. Por lo demás, no demasiada emoción en los premiados y un resultado repartido, donde Birdman encabeza con cuatro Oscar, igual que The Grand Budapest Hotel, y con tres Whipalsh. Boyhood se queda con el de Arquette y todas las nominadas a mejor película se van con al menos un Oscar a casa. Todos contentos, no hay perdedoras.

Señores, señoras un placer “retransmitir” en diferido para el que me esté leyendo (que os lo explique la Cospedal) y no quiero cerrar este artículo sin agradecer a Manuel Barrero la oportunidad de trabajar en la temporada de Oscar para su grandísima web Tierrafilme.com, con la que, si me permite, espero poder seguir colaborando a lo largo de este y de muchos años, si no se cansa de mis tontunadas. Gracias, gracias, gracias.

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