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jueves, 13 de septiembre de 2012

Abraham Lincoln: Cazador de vampiros


Abraham Lincoln: Vampire Hunter (USA, 2012).
Dirección: Timur Bekmambetov.
Intérpretes: Benjamin Walker, Dominic Cooper, Anthony Mackie, Mary Elisabeth Winstead, Rufus Sewell.
Guión: Seth Grahame-Smith, sobre su propia novela.
Música original: Henry Jackman.
Fotografía: Gclaeb Deschanel.
Montaje: William Hoy.
Idioma: Inglés.
Duración: 105 minutos.



2/10

Revisando la historia a golpes


Cuando uno se dispone a ver algo llamado Abraham Lincoln: Cazador de vampiros, espera cualquier cosa menos algo serio. El escritor Seth Grahame-Smith quiso repetir la exitosa jugada que le salió con 'Orgullo y prejuicio y zombis', con otra novela de parecido corte, aunque esta vez con un personaje histórico -y muy respetado- por medio. Él mismo se ha encargado de un guión dirigido por el ruso Timur Bekmambetov (Guardianes de la noche).

Pero de humor, nada de nada. No hay rastro de ironía o parodia, así que una vía menos para explorar posibles encantos que un material de este tipo pudiera ofrecer. De hecho, la única esperanza que este cronista tenía en que la película fuera aprovechable. Una esperanza que salta por los aires, sepultada entre violencia, sangre, golpes y explosiones. Sí, es en la acción pasada de rosca donde este producto se reivindica como algo lúdico y festivo. Aunque no lo suficiente.

Y es que el mayor problema del film es ese revestimiento de seriedad. Esa superficial y ridícula conexión bélico-vampírica. O la anecdótica reinvención de la biografía de Lincoln, un personaje muy mal construido y de evolución más que discutible. De hecho, solo el rol interpretado por Dominic Cooper posee cierto atractivo entre un grupo de caracteres sin pies ni cabeza.

Alguno dirá que todo esto no importa mucho. Que no es más que el inevitable pretexto argumental para ver lo que realmente se espera de esto: el frenesí de la acción. Pero es que el estilo de Bekmambetov ya está muy visto, y no ofrece nada nuevo. El kazajo no es buen director, y sus maneras se acercan muy peligrosamente al videojuego. Para colmo, las secuencias más espectaculares (especialmente esa de los caballos) apestan a digital del malo que tiran para atrás.

Así que estamos ante un entretenimiento que no cumple como tal. Una película que intenta asomarse a la hondura reflexiva, pero que esconde la nada absoluta. Una nadería llena de cámaras lentas con Lincoln liándose a hachazos con todo vampiro que se ponga en su camino. Tomarse algo así en serio no tiene razón de ser.

Manuel Barrero Iglesias


1 comentario:

  1. Parecía difícil que llegase una película que le compitiese el premio a peor película del año a El pacto, pero mira tu que cosas que esta me parece aun peor, y justamente por lo que dices, por su impostada seriedad.

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