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miércoles, 21 de abril de 2021

Oscar 2021: Actor principal

Por Paulo Campos


Por muy compacto que hayan llegado los cinco a las nominaciones, todos sabemos que este año ha sido una carrera con dos protagonistas, nunca mejor dicho, desde el inicio de las “hostilidades”. Por un lado tuvimos a Anthony Hopkins, favorito absoluto desde que The Father se vio por primera vez en el Sundance de hace casi año y medio. Y el otro, Chadwick Boseman, cuya muerte en agosto del pasado año hizo esperar que el amor de EEUU se fuera para él aún sin ver su película. Lo mejor es que en Ma Rainey's Black Bottom brilla y terminó de un plumazo lo de si era porque había muerto su puesto de favorito.

Como decía, los cinco nominados finales llegaron con una amplia ventaja sobre el resto de contendientes al día de las nominaciones. Fue una carrera con poco sobresaltos y apenas hay nombres que presentaron batalla real por un puesto de nominado. Quizá el que más batalla dio, sobre todo al inicio de los premios de la crítica, haya sido Delroy Lindo, lo mejor, sin duda de Da 5 bloods, que obtuvo críticas elogiosas y varios premios hasta que la Industria decidió ignorar la película de Spike Lee dejándole sin posibilidades. Después vendría un grupo que llegó sin apenas posibilidades reales de conseguir el objetivo, como  Sacha Baron Cohen, que el Globo de Oro a mejor actor de comedia parece que va servido, la sorpresa de última hora, como fue Tahar Rahin en The Mauritanian, que dio conversación hasta el final, Tom Hanks por su bonachón, como no, cuentacuentos cowboy de News of the World; el Malcolm X de A Night in Miami... Kingsley Ben-Adir y el que se debió quedar más cerca de todos y que si no llega a cancelarse Cannes 2020 estaría nominado seguro, Mads Mikkelsen por Druk. El que sorprendió a inicios de año, pero no pudo aguantar el paso de los meses fue Ben Affleck y su celebrada interpretación en The Way Back.



Los cinco nominados finales son:



  • Riz Ahmed por Sound of Metal

Anunciado como la tontería de “primer actor musulmán en ser nominado”, que vaya chorrada, es como si anunciaran a Joan Crawford como la primera ganadora en estar poseída por el Diablo. La verdad es que Ahmed llevaba rondando varias veces la llamada de los Oscars, ya con su secundario en Nightcrawler rozó la nominación, y era cuestión de tiempo que le llegara su primera candidatura.

El proyecto Sound of Metal no parecía destinado a acaparar nominaciones, pero cuando se vio en Toronto 2019 si se le vio potencial para promocionar a Ahmed y su interpretación. Es, desde luego, un ejemplo de un actor que lo da todo por el personaje, aúna trabajo tanto físico como mental a gran altura. Su trabajo de creación de Ruben es modélico, un hombre con una vida aparentemente asentada después de una juventud marcada por las adicciones que comienza a perder audición; aún más dramático cuando es batería de un grupo musical y debe de cambiar completamente su vida para ingresar en un centro de rehabilitación donde aprenderá además de lengua de signos la aceptación personal. Un trabajo de los queridos por la Academia y del que Ahmed se empapa tanto que en Mogul Mowgli, su siguiente película aún parece impregnado, pues tiene una papel muy similar, y la escribe él mismo.

A mí me parece una interpretación sobresaliente, quizá la segunda mejor del año y no sería yo quien criticara su victoria, pero este año todos y cada uno de los nominados tienen el pero de Boseman.


  • Chadwick Boseman por Ma Rainey's Black Bottom

Por mucho que lo intentemos, creo que desde Europa jamás lograremos entender el fenómeno cultural que supuso Black Panther para la comunidad afroamericana de EEUU. Una película que ha trascendido lo puramente cinematográfico para ser parte de la cultura popular y del orgullo de lo que significó que un superhéroe (o varios) negros protagonizaran su propia película. De allí quien salió reforzadísimo fue Chadwick Boseman, que se hartó de repetir el saludito de “Wakanda forever” allá donde iba, pero que también lo transformó en un icono hoy ya eterno.

Boseman es otro que circundó el Oscar en varias ocasiones sin mucho éxito. Proyectos como 42, llamaron la atención y lo colocaron en el mapa para luego ir a por los premios sin sutileza alguna, como los papeles estudiados para ello como I Feel Good, donde interpreta a James Brown o Marshall, dando vida a un abogado idealista. Las películas fallaron y las nominaciones se quedaron en el limbo, pero él no dejó de intentarlo.

2020 llegaba como su año, tenía dos películas con buena pinta de llegar lejos. Una era Da 5 bloods, que pese a darle premios y nominaciones de la crítica, siempre me pareció forzadísima, porque no era un papel meritorio, pero sí por la que está finalmente nominado. En la película que comparte con Viola Davis le vemos como un joven, insolente, soñador y rebelde Levee, un trompetista charlatán de carácter imposible que comparte una sesión de grabación con músicos veteranos y la exigente Ma. Atormentado por un pasado de desgracias y resuelto a terminar de una vez por todas con el racismo imperante en la industria, no tiene problema en enfrentarse a los que dudan de sus aspiraciones, calidad o intenciones. Lo mejor de su interpretación son los varios monólogos brillantes que realiza durante el metraje que borran de un plumazo todo pensamiento de que la nominación es un “regalo honorífico”, porque está maravilloso y hace que una pérdida dolorosísima de alguien tan joven y tanto futuro aún pese más. Tiene todas las de ganar, a no ser que el voto europeo se imponga a la corriente homenaje y premie la mejor interpretación del año sin atisbo de dudas.


  • Anthony Hopkins por The Father

No tengo ninguna duda en declarar, a años luz, la de Hopkins como la mejor interpretación masculina del año. Cuando no dejan “suelto” al actor es uno de los más grandes y lo demuestra en la película de Zeller. 30 años después de su primera nominación y Oscar por uno de los papeles más icónicos de la historia del cine como es su Hannibal Lecter de The Silence of the Lambs vuelve a realizar una interpretación rotunda, a la que sólo el pero de Boseman puede apartar del Oscar.

Recordemos que se trata de la sexta nominación del inglés, que volvía a la mesa de juego el pasado año con The Two Popes, después de 22 años fuera de los Oscar cuando estrenó Amistad y tras las de Nixon , The Remains of the Day y la mencionada The Silence of the Lambs. Entre medias, alguna cosita destacable, pero también broza a mazo que sepultaron un poco ese prestigio crítico ganado en los noventa.

En The Father llega a la secuencia final, la más impactante de la película, después de ofrecer una lección magistral durante toda la película. Su Anthony es lo más real que ha interpretado en la vida, un enfermo de Alzheimer que sigue las pautas de la enfermedad de forma que el espectador se encuentra tan confuso como él mismo. Su carácter prácticamente bipolar, convirtiéndose en una pesadilla para su hija Olivia Colman, a veces risueño, pero poco a poco más confuso, hace de la película un ejercicio de cine que recae sobre un actor en estado de gracia.

Lo que sería un Oscar seguro otro año, este se encuentra con Boseman, pero Hopkins es perro viejo y sabe aprovechar sus oportunidades, sus twitters son un modélico plan de marketing y los votos europeos los tiene en el bolsillo, la duda está en si serán suficientes. Yo no tendría duda, es la mejor interpretación del año y así debe ser reconocida.


  • Gary Oldman por Mank

Aunque se dudó hasta el último momento de su inclusión, la candidatura de Oldman se daba por segura desde el inicio de la carrera. Vale que este año pasó olímpicamente de hacer promoción, y por lo tanto, de aparentar que es simpático, ya tiene el Oscar por Darkest Hour, ya cumplió para una buena temporada.

A pesar del culto que rodea la figura del actor es, solamente, quizá por ese caractercillo que dios le ha dado, su tercera candidatura. La primera vez que llegó a los Oscar fue por Tinker Taylor Soldier Spy (para mí su mejor interpretación). En Mank, su unión con Fincher y el interpretar a alguien como Mankiewicz, le abría las puertas de par en par al Oscar,

Ya en materia, digamos que Oldman interpreta al guionista de Citizen Kane sin intenciones de simpatizarlo, un hombre marcado por el alcohol, ególatra y bastante despectivo. Mordaz e inteligente, eso sí, pero siempre malhumorado. El actor hace gala de registros, porque mucho del metraje lo hace postrado en una cama y da momentos de auténtica energía y elegancia cuarentas cuando rememora antiguos episodios de su vida. Es una buena interpretación, difícilmente empática con algún espectador, pero demuestra el gran actor que es Oldman, más allá de su fama personal.


  • Steve Yeun por Minari

Otro que tiene titular propio, la del primer actor asiático en ser nominado al Oscar y además los hace por una interpretación en un idioma extranjero, lo que hace que el doble mortal sea aún más espectacular. Yeun se quedó a pocos votos de la nominación como secundario en Burning de Chan-Dong Lee, después de conseguir alabanzas y premios de alguna asociación de críticos; curiosamente esta película supuso su primer trabajo en el cine coreano tras años de carrera en EEUU donde saltó a la fama como el mítico Glenn de The Walking Dead. Si alguien tenía que ser el primer asiático en conseguirlo era él.

En Minari interpreta al padre de familia, de hecho literalmente, porque el personaje, según el propio director y guionista Lee Isaac Chung, está basado en su propio padre que emigró con toda su familia desde Corea buscando el ansiado sueño americano. La interpretación de Yeun es la más natural de las cinco nominadas, no vemos en todo el metraje una escena fuera de tono con grandilocuencia para mostrar dotes dramáticas y le sienta a las mil maravillas. Como espectadores (supongo que no soy al único que le pasa) no estamos de acuerdo con alguna de las decisiones que toma el personaje (muy similar a lo que ocurre con Ahmed en Sound of Metal) y casi que hablamos con la pantalla en plan “pero quieres hacerle caso a tu mujer de una puta vez”, pero creo que ese es el acierto, lograr simpatizar con alguien que creemos que comete un error. Pero, al fin y al cabo, todos los cometemos.

Una interpretación fuera del aura de estrella y minimalista. Me gusta que la Academia se haya dado cuenta de lo difíciles que son, y para mí, más complicadas que ponerte una careta y gritar todo el rato. Bravo por Yeun.


Merece ganar: Anthony Hopkins por The Father


Mis nominaciones: Concuerdo con la Academia en los cinco nombres

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