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viernes, 16 de agosto de 2013

Una casa en Córcega

5/10
Au cul du loup (Francia-Bélgica, 2011).
Dirección y guión: Pierre Duculot.
Intérpretes: Christelle Cornil, François Vincentelli, Jean-Jacques Rausin, Pierre Nisse, Roberto D'Orazio.
Música original: 
Fotografía: Hichame Alaouie.
Montaje: Virgine Messiaen, Susana Rossberg.
Idioma: Francés.
Duración: 82 minutos.



En el culo del mundo

¿Cuántas veces hemos escuchado a alguien decir que lo dejaría todo para vivir en una casa en medio del campo? ¿Cuántos de ellos terminan cumpliendo ese deseo? Christina es una de esas personas atrapadas en una vida gris, con su trabajo basura que le permite malvivir junto a su novio. Una existencia que se parece a tantas otras, y que dará un vuelco radical gracias a una herencia inesperada.

La protagonista tiene la oportunidad de cumplir su anhelo, pero se tiene que enfrentar con otro obstáculo: la incomprensión de su entorno. Una barrera que ella misma acaba convirtiendo en motor impulsor del cambio. Muchas veces, el rechazo de los que te rodean puede causar el efecto contrario al buscado. Algo así le ocurre a Christina que, además, se enamora de la sencillez y la belleza de ese nuevo entorno enclavado en plena naturaleza.
Duculot se aleja del retrato típico de Córcega. No aparecen las estampas paradisíacas de verano y playa, y en su lugar emergen la montaña y el frío. Otro tipo de belleza, que podríamos definir como más auténtica, sin la masificación de la temporada alta. El contacto con la verdadera esencia campestre supone el descubrimiento de una alternativa válida al vacío existencial que se ha instalado en el interior de Christina.

Una convincente Christelle Cornil, a la que la cámara acompaña y cede todo el protagonismo. Hay que destacar la sencillez con la que Duculot acomete la realización de un film carente de florituras y artificios. Algo lógico y coherente con el mensaje -a veces, demasiado obvio- que el autor quiere transmitir.

Hay algunas torpezas que se traducen en falta de sutileza a la hora de tratar ciertos temas, o para quitarse de en medio a algún personaje. Pequeños grandes vicios que restan fuerza a una propuesta que encuentra sus mejores momentos en la intimidad entre protagonista y naturaleza.


Manuel Barrero Iglesias


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