Social Icons

martes, 30 de octubre de 2018

Críticas: El árbol de la sangre

3/10
El árbol de la sangre (España, 2018).
Dirección y guión: Julio Medem.
ntérpretes: Úrsula Corberó, Álvaro Cervantes, Najwa Nimri, José María Pou, Daniel Grao, Joaquín Furriel, Ángela Molina, Patricia López Arnaiz, Luisa Gavasa, Emilio Gutiérrez Cava, Lucía Delgado, María Molins, Sergio Castellanos.
Música original: Lucas Vidal.
Fotografia: Kiko de la Rica.
Montaje: Elena Ruiz.
Idiomas: Español, catalán, euskera y ruso.
Duración: 121 minutos.


El árbol de lo absurdo

Por David Sancho

La nueva película del director vasco tiene un argumento bastante intrincado, pero podría resumirse como la historia de una pareja que se reúne en un caserío del país vasco para contar la historia de sus familias y cómo estas se entrecruzan.

La idea de la película es interesante. Tiene un argumento que da mucho juego y buena parte de las líneas argumentales tienen interés. El problema es que hay otras tantas que resultan absurdas, y las que tienen interés están contadas con un tono poético tan impostado como ridículo.

Julio Medem era hace años uno de esos directores de los que uno siempre quería ver su nuevo proyecto. Un autor muy particular que, aunque no te acabase de gustar, le apreciabas el riesgo y la personalidad. Posteriormente fue depurando su estilo y acentuándolo. Esto es algo que les suele pasar a los directores que tienen una visión muy personal a la hora de contar historias, y a algunos les sale bien la jugada. Pero en el caso de Medem, el paso del tiempo va haciendo que sus películas sean cada vez más difíciles de digerir, de conectar con la historia y sus personajes.
Porque la música es correcta, la fotografía es excepcional y los actores están, por lo general, bastante bien, pero es que hay momentos que se supone que tienen que ser intensos y trascendentales que quedan simplemente ridículos. En una sala de cine en la que se proyecte una película como esta no debería haber risas, pero estoy bastante seguro que en más de un momento las habrá, ya que su director arriesga mucho, se mueve en una fila línea que separa lo poético de lo ridículo y se cae al lado incorrecto en más de una ocasión.


Personalmente disfruto mucho de los inicios de Medem y tengo todavía ilusión porque vuelva a hacer algo que me haga salir del cine satisfecho, pero cuando veo desastres como este, no puedo hacer más que dudar de que vaya a volver a suceder.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
 
Blogger Templates