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domingo, 9 de septiembre de 2018

Crónicas: Venecia 2018 (Palmarés)


Por Paulo Campos


Da gusto empezar un artículo sobre la lectura del palmarés y darte cuenta que estás muy de acuerdo con él. Es una sensación extraña, porque estamos acostumbrados a que jurados iluminados nos “deleiten” con sus ocurrencias y premien películas que no te apetece ni volver a ver el trailer. Pero claro, luego viene la segunda parte. Estarán los que te critiquen la falta de riesgo de un jurado porque no premiaron esa película malaya en blanco y negro muda de tres horas enfocando una cuadra. Lo que viene siendo que ser jurado de un festival tan importante es un marrón, y mira tú que Guillermo del Toro y demás al final van a salvar la papeleta, porque al menos han hecho ganadora a la mejor.

Pero empecemos por las hermanas pequeñas, la Sección Orizzonti; normalmente reservada para aquellas película que buscan hacer cine más arriesgado, con nuevos formatos y nuevas formas estilísticas. Esta es la teoría, aunque no siempre es así, porque a veces había cada peñazo, igual a otros trescientos ya vistos, que echaba para atrás. La ganadora fue la película Tailandesa, Manta Ray de Phuttipong Aroonpheng que ya sonaba a ganadora desde el inicio de la sección y sin haberla visto. Parece que no encontró rival en otras producciones, siento no poder decir más pero no la he visto. Demasiadas películas para los últimos días de Festival, que es cuando se pasó. Sí, en cambio, vi y celebro los premios de Anons del turco Mahmut Fazil Coskum, que me atrapó desde el minuto uno con su humor a los Roy Andersson y que le dieron el premio del jurado. También muy merecido el premio a Emir por su coreográfica y artificial dirección de la muy estimable Ozen. En cuanto a los premios de interpretación me sorprende que Nataliya Kudryashova fuera la mejor actriz, más que nada porque es básicamente un apoyo al actor principal en The man who surprised everyone, película bastante flojita. Como actor premiaron al prota de Tel Aviv on fire que gustó mucho en su pase de público. Y una de las grandes favoritas, Jinpa, se quedó con el premio a mejor guión, que vamos, era lo más flojito de la peli, la verdad.

Lo último de Orizzonti es decir que vaya chasco debieron llevarse los italianos cuando vieron que Sulla mia pelle no recibía ni las gracias, después de reventar la sala a aplausos. Tampoco se llevó nada, a pesar de que sí hubo ovación de lujo, La noche de 12 años, de las pocas presencias españolas del certamen.
El viernes la asociación de gafapastas, quiero decir, de críticos de la Fipresci daba su premio a Sunset de Laszlo Nemes, una película que al día siguiente fue totalmente omitida por el Jurado Oficial. No me parece mal, es una película interesante, pero no merecedora de grandes premios. A su lado, en el bando de los “perdedores” quedaron películas como las de Reygadas, el Suspiria de Guadagnino o Vox Lux, que fueron tan divisivas que el jurado prefirió tirar por lo seguro. O incluso 22 July, la estupenda peli de Greengrass que quizá si hubiese merecido un huequecito entre los premios. Y lo seguro a veces te juega malas pasadas, como es ese premio del jurado a The Nightingale, de la única directora en sección oficial Jennifer Kent, en cuyo pase de prensa se aplaudió irónicamente la muerte de algunos de los personajes y no acabó demasiado bien parada en comentarios. Así se quitaban el muerto de encima de no tener ni a una sola mujer, aparte de actriz, en el palmarés. Por si fuera poco, también premiaron con el Marcello Mastroiani a mejor intérprete joven a Baykali Ganambarr, el rebelde aborigen que ayuda a la prota a cruzar el bosque. En fin, dos premios para una película que no merecía ninguno me parece un buen botín para la directora de The Babadook.

El otro rastro de polémica estuvo en el galardón a mejor guión, que fue para los Coen por The Ballad of Buster Scruggs, una de las pelis que a mí más me gustó y con las que mejor me lo pasé, pero cuyo guión está muy lejos de las mejores obras de los hermanos. De hecho, si lo que querían era tener en el palmarés a los Coen, yo hubiese cambiado el premio de su peli por el de The Sisters Brothers. Porque Jacques Audiard fue premiado merecidamente, porque la película era de las mejores que se vieron en el Festival. Y que es aún mejor saber que está producida -en una pequeña parte- por España, que sirve también como plató, porque está rodada en Huesca buena parte de la peli.

En cuanto las interpretaciones, pues fueron quizá los premios más cantados. Desde que se anunció que Willem Dafoe interpretaría a Vincent Van Gogh en la peli de Schnabel At Eternity’s Gate, en seguida se colocó en lugar privilegiado en las quinielas para los premios. Vista ahora, es sin duda merecedora de muchos, aunque tengo duda de si una interpretación tan creativa de personaje se adaptará a los premios de industria. Quien no debería de tener ningún problema a la hora de recoger galardones es Olivia Colman por The Favourite, que ya sonó desde el primer día como receptora de la Copa Volpi. Su trabajo en la película de Lanthimos es excelente, pero claro, queda por ver ahora si la productora va a proponer a tres actrices como protagonistas por la misma película. Si a Colman la ponen de secundaria (aunque sea un poco fraude), pocas rivales por el Oscar va a tener.
Llegamos ya al podium, y si bien, en teoría tercera, fue la discutida The Nightingale, menos discusión presentaron los otros dos escalones. La plata fue para The Favourite de Yorgos Lanthimos, que gustó mucho y no perdió ni un ápice de reconocimiento en los días posteriores a su presentación. Esta historia de empoderamiento femenino, de intrigas palaciegas y arribismo bajo el ojo del griego, será una de las película de la temporada.

Y por fin, Netflix se abre hueco en los premios. Con el anuncio de abrir mercado tradicional, Venecia se rindió ante la plataforma, aplaudiendo su logo en los pases y finalmente premiando con el León de Oro a una de sus joyas del año. Desde que se proyectó en tercer día de Festival, Cuarón no tuvo rival. Es la película más redonda de toda Venezia 75. Destacando por su dirección, guión y aspecto técnico (su diseño de producción es de los mejores en años), pero sobre todo por la carta de amor del director a su infancia y a todos los que participaron en ella, sobre todo, la mujer que trabajaba cuidándolo en su Mexico natal y que refleja aquí ambientándolo en los primeros 70. Una obra mayor que mereció desde el primer día el máximo premio.

Termino aportando mi parecer personal, porque estoy encantado con el palmarés. Si tuviera que hacer un top de mis películas favoritas de la sección oficial sería algo como: Roma, The Sisters Brothers, The Ballad of Buster Scruggs y The Favourite. Y viendo los premios podréis entender que no tengo nada que reprochar al jurado.  

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