Social Icons

martes, 19 de noviembre de 2013

Film Fest Gent: Crónica 4

Día de apuestas: documental híbrido, línea dura flamenca y James Franco. Y en su línea, los Coen. La convencional Inside Llewyn Davis, que ya pasó por Cannes sin pena ni gloria, sigue de cerca el intento frustrado de un lánguido músico de folk que mendiga por conseguir un escenario desde el que ganarse la vida al día, entre enchufados de poca monta, engreídos y gente guapa. En una travesía por la América nevada del 61 tan encantadora como el personaje (ambos retratados en su mejor perfil a pesar de las duras condiciones) nuestro Llewyn vaga literalmente en busca de un techo bajo el que refugiarse temporalmente, mientras encuentra su idealizado trabajo de verdad. Y digo nuestro porque los Coen te arrastran con él entre canciones pegadizas hasta que o bien empatizas con un protagonista guapo y bien vestido (a pesar de sus penurias) o bien te enamoras del adorable gatito que le sigue a todas partes en un intento innecesario de dotar a la película de algún tipo de seña de identidad que además encandile sencillamente a todo el mundo. Una serie de factores de posible éxito entre el gran público combinado con la estética Coen de tonos fríos y ocres saturados, luz dura y los sesenta más dignos de Mad Men dan como resultado este biopic tan descafeinado como su título.

Nada que ver con el resto de la jornada, rompedora de una forma u otra, empezando por el documental animado L’image manquante en el que el autor, Rithy Panh, trata de reconstruir el régimen totalitario de la guerrilla de los Jemeres Rojos en Camboya (1975-1979) a través de su propio recuerdo. Partiendo de un conjunto oxidado de rollos de película desperdiciados entre latas antiguas y escombros, el superviviente bucea entre imágenes propagandísticas y otras, paradójicamente, tremendamente esclarecedoras, preguntándose efectivamente por el valor de la imagen como documento colectivo de memoria histórica. Un testimonio aún insuficiente para el autor de este reivindicativo retrato de una represión social en pos de una supuesta sociedad igualitaria, en realidad anuladora de individualidades. Siguiendo la búsqueda de esa imagen clave que no aparece, el camboyano reconstruye su propia versión personal por medio de personajes de barro rústicamente animados, al estilo de los fragmentos que ilustran en blanco y negro la realidad rural de la Kampuchea Democrática del hambre, los trabajos forzados y las ejecuciones. Un híbrido tan interesante por sus superposiciones técnicas (animación con imágenes de archivo) como en su vocación de otorgar la justicia necesaria a todo un colectivo olvidado, sin atisbo de pretenciosidad.


Aunque lo más arriesgado de la jornada llega en forma de poema visual con la belga I am the same, I am an other (presente también en la Seminci de Valladolid, acompañada por su directora, Caroline Strubbe), la apuesta de James Franco en la adaptación de la novela de Faulkner As I lay dying tampoco se queda corta. Valiéndose del archiconocido montaje de pantallas partidas, el polifacético actor prueba una nueva forma de ilustrar una historia a partir de la deconstrucción del clásico plano/contraplano, ofreciendo una acumulación de ángulos complementarios dentro de la misma pantalla. A pesar de que el resultado no siempre funciona igual de bien (sencillamente porque en ocasiones añade información innecesaria), el film propone una forma alternativa de reconstruir el espacio al otro lado de la cámara, ayudado además de superposiciones y relación de conceptos a través del propio movimiento espasmódico de la óptica, con una clara vocación (no tan claramente conseguida) de implicación del espectador, expresada también en intensas y casi insostenibles miradas a cámara. Una travesía sin embargo difícil de encajar; no por su peculiar forma de posicionar el ojo que todo lo ve, sino por el extraño resultado de este duelo familiar a través de la América profunda para conducir a la matriarca al descanso eterno, convertido en un western poético protagonizado por parientes lejanos de Laura Ingalls. 


Sara Martínez Ruiz

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
 
Blogger Templates