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jueves, 21 de julio de 2011

Betty Anne Waters


4/10
Conviction (USA, 2010).
Dirección y guión: Tony Goldwyn.
Intérpretes: Hilary Swank, Sam Rockwell, Minnie Driver, Melissa Leo, Juliette Lewis.

Música original: Paul Cantelon.
Fotografía: Adriano Goldman.
Montaje: Jay Cassidy.
Idioma: Inglés.
Duración: 107 minutos.



Amor de hermana
El de Hilary Swank es un caso curioso dentro de Hollywood. Puede presumir de ser de las únicas que ha ganado dos veces el Oscar como mejor actriz protagonista. Lo más sorprendente es que lo ha conseguido con los dos únicos roles destacables de toda su carrera. Si buceamos un poco, comprobaremos que ha trabajado con Sam Raimi (Premonición), Christopher Nolan (Insomnio), o Brian de Palma (La dalia negra). Pero no dejan de ser películas menores, o papeles menores, o ambas cosas. Por no hablar del resto de su filmografía, llena de títulos perfectamente prescindibles. Boys don’t cry (Kimberly Pierce, 1999) y Million Dollar Baby (Clint Eatswood, 2004) son los únicos trabajos por los que es recordada.
No va a pasar Betty Anne Waters a la historia del cine por ninguno de sus aspectos, pero sí que le da la oportunidad a Swank de mostrar una pequeña parte de ese talento tanto tiempo enterrado en producciones de medio pelo. Uno de esos personajes fácilmente oscarizables, en los que el afán de superación es elemento básico y primordial.
Un film que, por otra parte, no tiene ningún misterio. Que la promoción incida en la frase “basada en una historia real” ya nos alerta de que no debemos esperar demasiadas sorpresas. Efectivamente, Tony Goldwyn cumple con los requisitos de estas historias de causas perdidas. Alguien que crea en esa causa sobre todas las cosas, inmune al desaliento (a pesar de alguna que otra crisis), y capaz de sacrificar su vida personal por esa lucha.
Estamos ante otra injusticia cometida por el sistema judicial, aunque apenas veamos el drama del encierro para el encarcelado. De hecho, hubiera sido un gran acierto no mostrar ningún momento dentro de la celda. Bastaba (incluso sobra alguna que otra) con las secuencias en las que recibe las visitas de su hermana, para hacernos una idea sobre el sufrimiento por el que está pasando. En cualquier caso, no estamos ante un drama carcelario tipo En el nombre del padre (Jim Sheridan, 1993) o Huracán Carter (Norman Jewison, 1999).
Ella es la que lleva todo el peso de la película, en su denodada lucha por liberar a su hermano de la cadena perpetua. La pregunta sobre si merece la pena o no el esfuerzo planea durante todo el metraje, haciéndose (innecesariamente) explícita en algún momento poco afortunado. La respuesta, no podía ser de otra forma, termina siendo afirmativa. Al fin y al cabo, de eso se trata. De recompensar el sacrificio. Y es que Hollywood se fija en estas historias cuando tienen un final feliz. Alguna vez, para variar, podrían ocuparse de alguno de los muchos casos en los que tanto esfuerzo resulta vano.
Pero no nos desviemos. Decíamos que la duda sobrevuela todo el film, y eso es así porque el retrato de Kenny anda lejos del ser angelical incapaz de matar una mosca. Su carácter conflictivo, convierten en razonables las dudas que todo su entorno alberga sobre él. Todos, menos Betty Anne, que se queda sola en su firme convicción. En este sentido, los flash-back inciden de forma machacona en la excelente relación de ambos hermanos, y la dejadez de la madre. Mucho más acertado es el retrato de las relaciones familiares de la protagonista. Una ruptura matrimonial contada a través de pequeñas pinceladas, y certeras elipsis. Y con respecto a sus hijos, los ingredientes se mezclan en su justa medida: decepción y frustración, frente al amor y la comprensión.

Una película más sobre hechos reales. Con mucho de predecible, y algún pequeño detalle destacable. Alejada del telefilm, pero también muy lejos de ser una obra de profundo calado. 


Manuel Barrero Iglesias




3 comentarios:

  1. De acuerdo en que los papeles de Swank son menores en Insomnio y La Dalia negra, pero no creo, para nada, que sean dos películas menores.

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  2. Por eso he puesto películas menores, o papeles menores (o ambas cosas)....aunque yo sí creo que "La dalia negra" es menor.

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  3. Bueno, no estoy de acuerdo, aunque creo que es una de esas películas que hacen tipos como De Palma que generan controversia y que es muy normal que a la gente no le guste.

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