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jueves, 7 de julio de 2011

Críticas: Cars 2


5/10
Cars 2 (USA, 2011).
Dirección: John Lasseter, Brad Lewis.
Intérpretes: Larry the Cable Guy, Owen Wilson, Michael Caine, Emily Mortimer, Eddie Izzard, John Turturro.

Guión: Ben Queen, John Lasseter, Brad Lewis, Dan Fogelman.
Música original: Michael Giacchino.
Idiomas: Inglés, japonés, italiano, francés.
Duración: 106 minutos.



Triunfos superfluos

Por Manuel Barrero Iglesias


En la (casi) intachable trayectoria de Pixar hay un considerable borrón. Se llama Cars (2006), y la dirigió su gran gurú, y director creativo, John Lasseter. Aquel film supuso una ruptura con todo lo que había sido (y lo que posteriormente ha seguido siendo) la factoría de animación más importante del mundo. Un guión muy endeble, y unos personajes poco atractivos conformaron la película menos inteligente desde que se fundó la compañía.

En Pixar, por lo general, han evitado la tentación de hacer secuelas de sus rotundos éxitos. Sólo dos películas (ambas de Lasseter) han sucumbido a los cantos de sirena. Hubiera sido bonito que ni siquiera Toy Story (1995) hubiera tenido sus continuaciones. Sí, por muy buenas que sean (especialmente, la tercera). Uno, que es un romántico. O un rancio, según se mire. Pero dejemos ese tema para otro momento.

Hacer una secuela de Cars tenía aún menos sentido, ya que el original no alcanzaba unas mínimas cotas de calidad. Buzz Lightyear y Woody tienen carisma de sobra para sobrellevar una trilogía, y lo que haga falta. Pero, ¿Lightning McQueen? ¿Cómo se sostiene una segunda película sobre un personaje que ya aburría en la primera? La decisión más inteligente, relegarlo a un segundo plano.
El protagonismo recae ahora en Mater, uno de esos personajes que jamás son principales. Un secundario creado (supuestamente) para hacer reír, en la senda del Asno de Shrek (lo que quiere decir que más que divertir, cansa). Pero Lasseter ha querido redimir a este paleto americano de buen corazón. Entre la mofa, el cariño, y la condescendencia, los autores le dan la oportunidad de ser un héroe, además de mostrar que no es tan tonto como parece.

Cualquiera puede ser un triunfador. ¿Les suena la cantinela? Otro error en el que inciden las dos películas de Cars (y que Pixar ha evitado en el resto de trabajos), es la apología que hacen del éxito; entendido éste como reconocimiento público y honores más bien vacuos. No se dejen engañar por ese detalle de cara a la galería en la carrera final. Aquí, el que tiene que triunfar es Mater. Y vaya si lo hace.

En cuanto a los temas de fondo, Pixar vuelve con el ecologismo, añadiendo una somera crítica a las grandes compañías, petrolíferas en este caso. Y como no podía ser de otra forma en una película de Lasseter, la amistad y los difíciles equilibrios a la hora de cuidarla. Aunque cabría tildar como un poco simplista el mensaje de querer a los amigos tal y como son. Que está muy bien. Pero ya hablábamos de la condescendencia con la que tratan a Mater, lo que parece que impide que alguien pueda criticar sus defectos. "Él es así, y así hay que quererlo". Pues tampoco es eso. Los amigos también están para hacerte ver los defectos.

Entonces, ¿qué es lo que hace de Cars 2 un producto que mejora (algo) a su predecesora? Para empezar, que la moralina está mucho menos presente (aunque siga) y no es tan cargante. Pero, principalmente, gracias a Michael Caine y Emily Mortimer (al menos, en su versión original, a saber quiénes han doblado a sus personajes). Los dos espías británicos ponen el toque de clase y de humor en un film que, a la postre, es un homenaje al cine de espías. Y como tal, es bastante ágil y trepidante. Además, no deja de tener su gracia ver las persecuciones; en/entre coches, claro. Ah, y las muertes violentas. No es habitual ver asesinatos en películas “familiares” de animación, pues aquí las hay, aunque sean coches.

Sería una redundancia alabar la capacidad técnica de Pixar. En esta ocasión habrán disfrutado de lo lindo con las recreaciones de las distintas ciudades que aparecen en el film: Tokio, París, Londres…aunque con alguna inevitablemente estampa tópica; pero con cuidado exquisito, hasta el más mínimo detalle. A destacar también el carácter de los villanos. En esta ocasión son los marginados. Los diferentes, los apartados, los tullidos. Entrarían en esa categoría de malvados que quieren vengarse del mundo.

Sin ser un desastre absoluto, estamos ante una película perfectamente prescindible. Las dos películas motorizadas de Pixar tienen el dudoso honor de ser las peores, con diferencia, de la compañía. Así que no nos queda otra que esperar (con verdadera ansia) los nuevos proyectos en los que se encuentran inmersos. Mientras, disfruten con los destellos de genialidad que siempre nos dejan estos chicos.




2 comentarios:

  1. Aun no he visto la primera, ni creo que las vea. No comparto el entusiasmo generalizado hacia Pixar. Hay películas que me encantan como la saga de Toy Story, Up o Wall-e, pero Buscando a Nemo, Rartatouille, Monstruos S.A., Bichos o Los increibles, no me dicen demasiado.

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  2. Yo prefiero Cars 1, a mí me gustó más, pero la segunda tampoco es mala, es entretenida. En lo personal me encantan las películas de Disney, pues tienen un buen mensaje, te dejan una enseñanza y las historias son originales.

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