Infiltrados en la universidad

6/10

22 Jump Street (USA, 2014).

Dirección: Phil Lord, Christopher Miller.

Intérpretes: Jonah Hill, Channing Tatum, Wyatt Russell, Amber Stevens, Jillian Bell, Ice Cube.

Guión: Michael Bacall, Oren Uziel, Rodney Rothman; sobre la serie de telvisión creada por Patrick Hasburgh y Stephen J. Cannell.

Música original: Mark Mothersbaugh.

Fotografía: Barry Peterson.

Montaje: Keith Brachmann, David Rennie.

Idioma: Inglés.

Duración: 112 minutos.

Dobles parejas

Por Manuel Barrero Iglesias

Comienzan a postularse Phil Lord y Christopher Miller como los actuales reyes de la parodia, género que llevan cultivando desde hace años. Ya sea desde la animación (Lluvia de albóndigas, La LEGO Película) o ya sea desde la acción real, ambos han mostrado con creces su solvencia en un terreno siempre complicado. Con Infiltrados en clase (2012) consiguieron construir una decente comedia partiendo de una serie policíaca de finales de los 80. Como ya hicieron Zucker-Abrahams-Zucker en la mítica saga de Agárralo como puedas, Lord y Miller se ríen de las muchas convenciones del género, actualizando convenientemente el humor al público actual. Esta segunda entrega repite fórmula, consiguiendo incluso afinar más en sus chistes. 

Gran parte del éxito reside en la química entre los dos protagonistas, algo con lo que se juega de manera muy inteligente. La vuelta de tuerca a las Buddy movies llega hasta tal punto que la relación entre ambos imita a la de una pareja sentimental. De Jonah Hill ya conocemos en profundidad su faceta cómica, pero es Tatum el que vuelve a reivindicarse como excelente clown. Infiltrados en la universidad tiene la virtud de combinar la incorrección política con dosis suficientes de inteligencia, construyendo un metadiscurso lleno de ironía.

Porque no solo el cine policial es objeto de burla, también lo es el mismo concepto de secuela. La película utiliza su propia naturaleza para ello, y lo hace siendo una segunda parte con la misma -o más- calidad que su antecesora. Los directores dominan el terreno, y saben moverse por él con soltura. Sumen a todo esto el añadido de una comedia universitaria, en la que también se juega la baza de la edad de sus protagonistas. Una vez más se juega a la autoparodia, en este caso, con el desfase de edad.

Una segunda parte con mayor despliegue de medios, lo cual parece obligar a meter alguna secuencia espectacular. Ahí tenemos, de nuevo, el punto débil de un film en el que la acción es prescindible. El buen hacer de las dos parejas (Lord-Miller y Hill-Tatum) hace de esta comedia algo fresco y estimulante. Nos quedamos con ganas de Jenko y Schmidt.