Social Icons

jueves, 11 de julio de 2013

The Purge: La noche de las bestias


5/10
The Purge (Estados Unidos, 2013).
Dirección y guión: James De Monaco.
Intérpretes: Ethan Hawke, Lena Headey, Max Burkholder, Adelaide Kane, Rhys Wakefield, Edwin Hodge.
Música original: Nathan Whitehead.
Fotografía: Jacques Jouffret.
Montaje: Peter Gvozdas.
Idioma: Inglés.
Duración: 86 minutos.




Una buena idea, y poco más


Cuando una película es promocionada diciendo que es de los responsables de Paranormal Activity y Sinister, mal empieza la cosa. Buen aliciente para la taquilla, pero malas credenciales si uno espera ver algo con un mínimo de calidad.

Cientos son las películas que parten de ideas interesantes y que luego se quedan en casi nada, pues aquí tenemos otro caso. La cosa va de que Estados Unidos ha encontrado la forma de reducir la el desempleo y la violencia: establecer una noche al año donde el asesinato es legal, permitiendo que los ciudadanos se desahoguen y permanezcan dóciles. Además, como la mayoría de los asesinados son vagabundos y maleantes, se reduce el paro y aumenta la armonía social. Pero un día algo sale mal y uno de los miembros de la élite -uno de los que se supone que pasan ese día viendo por televisión como el resto de la gente se mata entre ellos-, ve amenazada su seguridad y la de su familia, cuestionándose si lo que hasta ahora le había parecido una brillante idea no es más que barbarie.
La idea no es brillante, pero por lo menos genera un escenario bastante interesante. Cien veces visto, pero interesante. Porque la acción se centra en una casa aparentemente impenetrable que luego no lo es tanto, y una familia que se atrincherará para conseguir salvar su vida.

Pero si bien se trata de una idea que ha generado muy buenas películas -Perros de paja o Asalto a la comisaría del distrito 13 por poner dos ejemplos-, también ha visto aparecer cientos de productos mediocres con un guión casi inexistente. Este es uno de esos casos.

La película resulta divertida y consigue mantener nuestra atención, pero lo hace a base de que los protagonistas tomen decisiones absolutamente inverosímiles que ponen constantemente sus vidas en peligro. Es una de esas películas en las que el espectador se dice a sí mismo todo el rato: “¿No será tan idiota para hacer eso?”. Y los personajes siempre nos decepcionan.
Por lo tanto la película entretiene y tiene una buena idea detrás, pero no deja de necesitar traicionarse a sí misma para conseguir avanzar hacia el objetivo deseado. Guionistas con falta de talento, pocas ganas de esforzarse (o ambos defectos a la vez), condenan a la película a la mediocridad y por, ende al, olvido.

David Sancho

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
 
Blogger Templates