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jueves, 26 de julio de 2012

El dictador

5/10
The dictator (USA, 2012)
Dirección: Larry Charles.
Guión: Sacha Baron Cohen, Alec Berg, David Mandel, Jeff Schaffer.
Intérpretes: Sacha Baron Cohen, Ben KIngsley, John C. Reilly, Anna Faris, Jason Mantzoukas, Bobby Lee, Megan Fox.
Música original: Erran Baron Cohen.
Fotografía: Lawrence Sher.
Montaje: Greg Haiden, Eric Kissack.
Idioma: Inglés.
Duración: 83 minutos.


Sacha Light Cohen

Sacha Baron Cohen es un tipo al que siempre le ha gustado provocar. Comenzó a hacerse un nombre internacionalmente cuando en 2002 llevó a la gran pantalla a Ali G, personaje televisivo que le había dado fama en Reino Unido. A partir de ahí comenzó a tener pequeños papeles en comedias de Hollywood, y en algún que otro drama, pero lo que todo el mundo espera de él son sus comedias pasadas de rosca.

Con El dictador no se sale demasiado de lo que ha hecho hasta ahora. Firma el guión, esta vez sin sus dos colaboradores habituales: Anthony Hines y Dan Mazer. Y no sé si es por su falta, pero lo cierto es que a Cohen le ha salido su película más floja hasta la fecha.

La historia de un dictador que hará todo lo posible para que la democracia no llegue a su país, y que acude a Estados Unidos -el paradigma de la libertad (jajaja)- a exponer sus ideas al respecto, debería de haber dado mucho más de sí. El cine del actor y guionista británico nunca se ha caracterizado por la mesura, sino más bien por pasarse tres pueblos, pero en este caso, el mayor problema de la cinta es que nunca llega a escandalizar.

Muchas son las bromas que podrían ofender a los yihadistas, pero en lo que se refiere a Estados Unidos, nunca llegan a hacer sangre, y yo personalmente la quería. No tengo ningún interés en que alguien me diga que Bin Laden y los suyos son mala gente, han sido años de telediarios contándonoslo continuamente. En cambio, mi opinión sobre la película hubiese cambiado mucho si hubiese tenido más agallas a la hora de establecer paralelismos entre las dictaduras islámicas y las del mercado, aquellas que matan aun más vidas pero desde la legalidad, y a veces sin la ley de su lado.

Tal vez el hecho de que Estados Unidos sea un mercado tan importante para la película haya hecho que tomen el camino fácil y que no pasen de un par de chistes inofensivos contra el american way of life y su bien engrasada maquinaria. Una cosa es meterse con ciertos sectores de la sociedad americana como hizo en sus anteriores películas – Borat y Bruno – y otra muy distinta clamar contra el orden preestablecido.

De todos modos, más allá de las preferencias de cada uno con respecto a en qué dirección deben de ir los golpes, la película flojea en exceso. Se pueden contar con los dedos de la mano los chistes que consiguen generar verdaderas risas, lo demás son meros chascarrillos, en la mayoría de las ocasiones tan facilones que acaban por hacernos sonrojar. Pueriles como si de la más estúpida película americana se tratase.

A la postre se trata de un producto decepcionante que tiene momentos de lucidez que consiguen hacer su visionado más soportable, además de un metraje que no llega a los 90 minutos y al que no se le echa en falta ni un minuto más, sino todo lo contrario.

David Sancho




1 comentario:

  1. Me da mucha pereza. Brüno ya me dejó bastante frío. Encima, despues vi Ali G anda suelto y me terminó de rematar porque me pareció malísima.

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