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viernes, 19 de agosto de 2011

Super 8


6/10
Super 8 (USA, 2011).
Dirección y guión: J.J. Abrams.
Intérpretes: Joel Courtney, Riley Griffiths, Elle Fanning, Kyle Chandler, Noah Emmerich.
Música original: Michael Andrews.
Fotografía: Robert D. Yeoman.
Montaje: William Kerr, Michael L. Sale
Idioma: Inglés.
Duración: 125 minutos.



Vuelta a los 80

En 1979 J.J. Abrams tenía 13 años y rodaba películas caseras con cámaras de Super 8. Ese es el año en el que está ambientada esta película, y esa es la edad aproximada que tiene la pandilla de amigos que en la ficción también ruedan una pequeña película de zombis en aquel añejo formato. Es obvia la mezcla entre autobiografía nostálgica y homenaje explícito que el director combina para recuperar una forma de hacer cine que parece ya enterrada.
La primera referencia a la que hay que acudir es, inevitablemente, Steven Spielberg. Perteneciente a una generación mayor que Abrams, este último reconoce abiertamente la influencia de aquel que curiosamente ha terminado siendo productor, a la vez que homenajeado. E.T., el extraterrestre está muy presente durante todo el metraje, siendo la cabeza visible de una serie de filmes referenciales que confluyen en Super 8 para hacernos revivir los primeros ochenta.
El film recupera aquel espíritu inocente, mágico y aventurero que tenían las películas para adolescentes de aquella época. Los tiempos han cambiado, y la diversión para adolescentes ha perdido aquel encanto. Con la excepción, quizás, del fenómeno Harry Potter. Por eso, Super 8 es una película que disfrutarán, sobre todo, los que fueron niños/adolescentes hace tres décadas. Desde luego, mucho más que los jóvenes actuales.
Pero no sólo de Spielberg vive Abrams. El cine de terror de los 50 también transpira por los poros de este trabajo que por momentos recuerda a filmes como La humanidad en peligro (Gordon Douglas, 1954). Es cierto que el cóctel no le sale novedoso, pero sí muy bien combinado. Ante todo, el director hace toda una declaración de amor por el séptimo arte. Y ahí resulta clave la figura del secundario, mejor amigo del protagonista, y auténtica fuerza motriz.
El autor no se olvida de subrayar el carácter colectivo del cine, en el que todos desarrollan su labor con pasión, pero es que la del director es desmedida, ejerciendo como pegamento hasta en los peores momentos. Alguna vez ligeramente pasado de rosca, Riley Griffiths encarna a un entrañable tirano. Cineasta precoz que jamás ceja en su empeño megalómano. Una de las grandes virtudes del film, por cierto. Un excelente casting juvenil, y unas asombrosas interpretaciones. Además del ya mencionado Griffiths, destacar la adorable pareja que forman Joel Courtney y Elle Fanning. Todo un derroche de naturalidad.
Pero algo falla dentro de todo este tinglado, un ingrediente que estropea la combinación. Es esa desmesurada espectacularidad que tan poco apropiada es para reivindicar el encanto de la nostalgia. Un despliegue de medios que se les va de las manos en varias ocasiones, muy especialmente en la secuencia estrella. Esa fusión entre lo nuevo y lo antiguo es la que no termina quedando bien, al introducir el más puro (vacuo) efectismo en un entorno que pide a gritos algo mucho más artesano.
Otro aspecto que resulta forzado es la introducción de los elementos dramáticos. Tanto la relación padre/hijo (con trauma añadido), como la romeojuliesca incipiente relación amorosa se fuerzan demasiado, buscando con descaro un efecto de dramatismo demasiado explícito.
En ambos aspectos, Abrams podría aprender de su maestro Spielberg; quien nunca ha abusado de efectos especiales, a los que suele dar un uso perfectamente mesurado. De la misma forma, especialmente en E.T., el tema de los traumas familiares se deja entrever de forma mucho más sutil. A pesar de estos defectos, Super 8 es una película fresca, y que recupera un tipo de cine que ya nunca volverá. Una sobredosis de nostalgia que nos hará viajar en el tiempo a aquellos que pertenecemos a una determinada generación.

Manuel Barrero Iglesias




2 comentarios:

  1. Tengo ganas de verla, gracias por tu critica. Yo no viví esa época que dices, pero tengo la sensación de entender a qué te refieres. Tampoco he visto aliens nunca, y espero que así sea, pero se entiende que la película es de fantasia.
    Un saludo.

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  2. Yo tampoco he visto nunca un alien. Y tampoco conozco a nadie que los haya visto.
    También hay una película muy bonita sobre esto: "Alien voló sobre el nido del cuco". Aunque yo no la he visto, pero me han dicho que está preciosa.

    ResponderEliminar

 
 
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