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jueves, 6 de febrero de 2020

Oscar 2020: Actor principal


Por Paulo Campos


Si hay alguna categoría que tienen derecho a recibir esta carrera el título de “categoría del año”, esta es al mejor actor protagonista. Ya en la última semana antes del anuncio de las nominaciones había al menos 8 actores que podrían haberse colado perfectamente en el quinteto finalista. Pero una semana antes la lista aumentaba a diez los actores que parecían que podían jugarse las lentejas en la alfombra roja. Los cinco que finalmente son los nominados, lo merecen y entraban en todas las quinielas, pero este año los que no lo consiguieron no son como otros años que dices bueno casi, no. Es que este año sí que estuvieron por meterse y, probablemente, de haberlo hecho alguno daría más de un susto al final.

Otra característica de este año es que en pleno verano ya casi teníamos media papeleta lista para enviar a la Academia. Ya habíamos visto los trabajos de Egerton, Banderas, DiCaprio, y pocas dudas teníamos poco después de que Driver y Phoenix serían finalistas. Es decir, que parece que la carrera terminó bien prontito. Sí hubo suspense hasta el final por ver cual de los ocho intocables se caía finalmente de la gloria y se quedaba con un dolor de cojones.

El perjudicado por la entrada de Pryce, más que cualquier otro, fue Taron “el caldero mágico” Egerton, que se pasó 2019 haciéndose campaña a sí mismo. Que si fiesta aquí, que si concierto allá, comería fatal, viajaría más que una peonza y no me imagino lo que tendría que ver entre los votantes de los Globos de Oro para que lleguen ahora los mismos panolis que le dieron el Oscar a Rami “devuélvelo ya” Malek y lo dejen sin nominación siquiera. Cuando su interpretación es mejor, su creación de personaje mejor, y su película infinitamente mejor. Y además se deja de playbacks. Otro que llegó hasta el final de la carrera fue Robert DeNiro, y eso que ni siquiera la empezó. Ningún premio de los grandes pensó en él siquiera. Que si el CGI cantaba mucho, que si es un bocas, que si no me cae bien... razones muy de peso para los premios, que dejaron pasar una de las últimas oportunidades de nominar a Bob siendo actor, una pena. Otro que no se coló, porque nadie lo soporta, fue Eddie Murphy. Eso que de su película huyeron como de la peste, pero él es suficientemente estrella (que no querido) para conseguir una nominación en solitario, y bien merecida. Su trabajo en Dolemite es brutal, desde la desesperación por no conseguir un trabajo a convertirse en dos pasos en un actor de la comedia y a meterse en una película sin tener ni idea de cómo (recuerdo que no es un biopic de Tom Hooper, director de Cats). Otro nombre que sonó con fuerza fue el de Christian Bale por Ford v Ferrari, donde se le va un poquito el histrionismo hacia varios lados. Pero se ve que en USA les moló como lo hacía, y porque no se atrevieron a regresar 20 años nominando la película a todo. Porque si no, ya lo tenemos ahí, añadiendo nominaciones a su cuenta sin sentido alguno. Otro que llegó sin tiempo; y la peli, la verdad, no lo exige mucho, es George MacKay. Ya sólo sea por la puta carrera de 1500 metros que se mete delante de la cámara. Que eso no hay actor que lo pueda conseguir, al menos que sea Tom Cruise, que sigue siendo quien mejor corre delante de una cámara desde siempre.

Al final los cinco señores que nominó la Academia son:

Antonio Banderas por Dolor y gloria
Quién se lo iba a decir, quién nos lo iba a decir, que veríamos a Antonio Banderas nominado a un Oscar. Y, es más, quién nos iba a decir que su nominación sería justa. Después de un carrera de 30 años en Hollywood, labrada por sí mismo. De hecho, se fue en el 90 para allá sin saber papa de inglés, y míralo, consiguiendo pasta a mazo por las del zorro o de Gato con botas. Plantándose en Broadway con Nine, ayudando a Evita a ser un mejor película o a prestar toda clase de ayuda a cualquier español que intentase asomar el hocico por Hollywood. Antonio es Marca España, de lo mejor que exportamos, y el que creyó en un sueño y lo persiguió. Y cuando lo alcanzó, no lo soltó. Y atención. Ha hecho esto, que es histórico, sin estar en Hollywood durante el período de votación, que estaba en Málaga preparando el musical A Chorus Line. Que, visto lo visto, le compensaba más comer canapés esas dos semanas y no tener que estar con el culete apretado el día de las nominaciones. Finalmente, si se está comiendo todos los shows de entrevistas donde puede aparecer de cara a promocionar su candidatura, por mucho que esté vendida a Phoenix
Su Salvador Mayo nadie duda que bebe muy mucho de gestos, tics y expresiones del propio Pedro Almodóvar; y nada mejor que estar dirigido por esa persona de la que haces para quitarte imitaciones chanantes, pasarte tres pueblos con el histrión o mostrarte demasiado indulgente con el personaje. Aquí cubre todo lo que el personaje requiere y le añade humanidad, esas escenas con Julieta Serrano y de esas angustiosas visitas al médico donde mezcla nervios con dolor y con esperanza. Un personaje de diez para un actor competente que se transforma en la combinación perfecta para que funcione todo perfectamente.

Adam Driver por Marriage Story
Otro que llegó para quedarse y convertirse en una estrella (de lo más improbable). Porque el tipo se lo ha ganado película a película; con buenas elecciones, manteniendo el difícil equilibrio entre el cine más de arte y ensayo (si es que sigue existiendo) y el cine de hacer dinero (Su Kylo Ren la habrá hecho de oro). Luego, por otra parte, ha conseguido ser uno de los actores preferidos de Twitter, lo cual es tan importante como nada en absoluto. Pero mira, eso que se lleva.
El pasado año ya rompió la barrera de los Oscar y lo nominaron por Blackkklansman, por un papel que no es que fuera la repanocha de difícil, más que nada trabajaba con la voz y se limitaba a poner cara de tipo duro. Pero es que este año ha sido un schock, su apabullante interpretación en Marriage Story a muchos ya nos dejó con la cara alargada por Venecia, y desde entonces defendemos su nominación. La crítica también ha respondido, de hecho, es el actor más premiado en esta categoría (y con razón). Porque lo abarca todo, desde la melancolía que atesora durante todo el metraje, pasando por la ira en las discusiones, como la secuencia del “Being alive”, donde cantando nos gana a todos. Pero es que, además, la comedia física tampoco se le resiste y su día con la asistenta social es tronchante. No ganará, pero vamos, que le falta otro personaje igual en una peli para llevárselo y nosotros aplaudiremos.

Leonardo DiCaprio por Once Upon a Time... in Hollywood
Cuatro años después de que el mundo entero exclamara “menos mal” cuando le dieron el Oscar por The Revenant, Dicaprio vuelve a la ceremonia con un personaje totalmente diferente. Pero con las aptitudes intactas, demostrando que se deja la piel en cada personaje y que le podremos acusar de ser muy exquisito, y me refiero sólo a como actor, pero nunca a dejar un personaje a la deriva. Su Rick Dalton es uno de sus mejores papeles, y suponemos por tanto que lo que está por llegar va a ser buenísimo. Aquí enlaza esa comedia salvaje que ya nos mostró en The Wolf of Wall Street (y que ahora vuelve a aparecer) con grandes secuencias (como la de la autocaravana cuando no se sabe el guión) o la interpretación en la película de vaqueros con la niña (qué grande la Butters). Y, finalmente, esa aparición de héroe de los ochenta con el lanzallamas, momentos todos que son oro para la película y para el espectador.
No cabe duda de que es uno de los actores favoritos de todo el mundo, y así debemos conservarlo. Porque actores listos, que se curren hasta la saciedad sus personajes y hagan más grandes las películas en las que participan, son pocos. Y además, si luego nos da una charla ecológica por el mismo precio, pues no hay más que quererlo. O follártelo, si eres una modelo recién entrada en la veintena y con un par de años buenos (antes de que se te pase el arroz y llegues a esa edad de jubilación y ancianidad que son los 22 años -o más-, ¡qué horror!)


Joaquin Phoenix por Joker
Cuando al fin Dicaprio consiguió el Oscar que todos esperábamos tanto, menos él, ya...claro... comenzó la ardua tarea de ver quién era entonces el actor que más merecía un Oscar y aún no lo había olido. Las respuestas se inclinaron hacia Joaquin Phoenix enseguida, como si esa gente hubiese visto Her, Walk the Line o, sobre todo, The Master. Sí, claro. Pero vamos, que Phoenix era el nuevo objetivo de la peña sin más que hacer que reclamar por cualquier cosa Oscars a gente así como si le fuera la vida en ello (hacía que no hablaba de los OscarFanBoys)
A ver, yo que me codeo con toda la gente de Hollywood sin excepción (bueno, sí hay una excepción, con Olivia de Havilland no me hablo, pero ¿quién lo hace?) sabía que a Phoenix le pone más ganar un Oscar que Rooney Mara callada. Por lo que enseguida me dije que sí, que él sería el siguiente. La verdad, lo que no esperaba es que fuera a ser por una película de superhéores en la que interpretara al Joker. Con lo de Ledger tan reciente, aún me parecía más locura. Pero llegó Venecia, entré a ver la película; y, claro, me rendí ante una interpretación fastuosa y digna de todas las alabanzas.

Porque ya no es sólo que dé vida a un antihéroe, lo que nos muestra es una persona que cae en un espiral de violencia y locura hasta lo más bajo de su mente, retorcida y averiada. Phoenix nos lo muestra perfectamente, ya no caigo en eso de que perdió taitantos kilos para interpretar a Arthur, pero es que es uno de los actores de cine que mejor trabaja con su cuerpo para crear personajes. Una interpretación a la que no se le puede poner ni un pero, que de justicia debería ser considerada para el Oscar.

Jonathan Pryce por The Two Popes
El parecido físico de Pryce con el Papa Francisco fue sin duda una de las razones por las que superó el casting, si es que fue necesario. Pero es que además buscaban un actor que pudiera hablar en castellano para hacerlo más creíble. Él lo hizo, creo... porque jamás sabremos como se desenvolvía hablando como Bergoglio en su acento argentino, ya que al final fue doblado. Lo que me lleva a plantearme si, con ese truco, merece aparecer en el quinteto final de actores del año. ¿No sería como si, yo qué sé, un actor ganara un Oscar por interpretar a una leyenda de la música y todas sus canciones fueran en playback? No creo que la Academia aceptara eso, ¿verdad, Rami “Devuélvelo, segundo aviso” Malek?
Solucionado el asunto de que la Academia nomina como le sale de los huevos, alabar el trabajo de Pryce es fácil. Es un papel para el cual ha nacido, su Francisco es perspicaz, abierto y parlanchín e incluso los gestos son clavados con el real. Vale que es tan tan bueno que espanta, y que todo sea correcto en el momento correcto. Pero si es por ir en contra de Juan Pablo II (Sidnead se quedó corta) y Ratzinger, a mí me vale.

Pryce ve al fin reconocida una carrera como eminente secundario de más de 40 años, y son este tipo de actores los que hacen mantener el oficio como uno de los más bonitos del mundo. NO me convence del todo, pero no seré yo quien diga que este hombre no merece estar, al menos una vez, entre los candidatos al Oscar


Merece ganar: Yo se lo daría a Joaquin Phoneix por Joker

Mis nominaciones:

-Antonio Banderas por Dolor y gloria
-Robert DeNiro por The Irishman
-Leonardo Dicaprio por Once upon a time in Hollywood
-Adam Driver por Marriage Story
-Joaquin Phoenix por Joker

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