Críticas (TV): Foodie Love

4/10

Foodie Love (España, 2019)

Creadora: Isabel Coixet

Dirección y guión: Isabel Coixet

Intérpretes: Laia Costa, Guillermo Pfening, Natalia de Molina, Greta Fernández, Yolanda Ramos.

Fotografía: Jean-Claude Larrieu, Natasha Braier, Jennifer Cox y Nils Dalmases.

Montaje: Jordi Azategui

Idioma: Castellano.

Duración: 8 episodios.

Plataforma: HBO.

Por David Sancho

La primera serie de televisión de Isabel Coixet no podía pintar mejor. Su primera incursión televisiva -o por lo menos en la primera en la que se hace cargo de la dirección y escritura de toda la serie- la hace en HBO, probablemente la mejor factoría de series de la historia, estatus que creo que todavía ostenta, aunque la cosa va ajustándose más y más cada año que pasa.

La serie nos cuenta la historia de una pareja que se conoce a través de una app de citas. Ambos tienen en común un pasado amoroso tortuoso y su pasión por la comida. A través de sus ocho episodios vamos conociendo mejor a los personajes, especialmente sus pasados, los cuales van a ser determinantes en el desarrollo de su relación.

Parece que Coixet intenta hacer algo más cercano a sus inicios que al cine que llevaba haciendo los últimos 15 años. Yo, personalmente, disfruté de sus primeras películas, pero dejó de interesarme después de La vida secreta de las palabras por hacer trabajos que me parecían menos personales y acertados. Ahora parece que ha querido volver al tipo de cine que le dio reconocimiento, pero el resultado no es el esperado.

Formalmente la serie está bien, Coixet tiene mucho oficio y eso se nota. Quizás esos bocadillos como de comic que sirven a veces para expresar los pensamientos de los protagonistas estén un poco de más, pero por ese lado hay poco más que se le pueda criticar.

Quizás lo que me ha hecho más difícil conectar con la serie ha sido el hecho de que odiase a sus dos protagonistas desde el minuto uno de la serie. Cierto es que ambos tienen elementos con los que es fácil empatizar, problemas que los humanizan, pero nos enteramos de ello tal vez demasiado tarde, cuando ya no queda vínculo entre el espectador y los personajes. Al principio nos encontramos con dos personas de clase media alta, con un nivel cultural alto, que parecen sacados de una película de Woody Allen, solamente que sin la gracia con la que el pequeño genio escribe siempre a sus personajes. Obviamente esta es mi visión particular del asunto y no será compartida por mucha gente.

El personaje del actor argentino Guillermo Pfening es un tipo muy inseguro que se está tomando un tiempo sin trabajar, mientras que el de Laia Costa es una chica aparentemente muy segura y que tiene todo bajo control. Mi mayor problema es con el personaje de Laia Costa; su pedantería, su esnobismo y su forma de tratar a su cita en muchas ocasiones, me echa para atrás, no consigo empatizar con ella y hace que me interese más bien poco lo que le pase. El personaje masculino también se las trae, pero el hecho de que se le presente, en un primer momento, como alguien más vulnerable e inseguro, hace que podamos comprender y perdonar más sencillamente sus meteduras de pata.

Por otro lado, tengo que reconocer que la serie plantea cuestiones interesantes de una manera acertada, las cuales no citaré para no fastidiar su visionado a nadie. Pero como ya he dicho anteriormente, tal vez los elementos más satisfactorios lleguen demasiado tarde como para que algunos podamos reconectar con la serie y sus personajes. Desconozco si va a haber segunda temporada o si se ha planteado como una temporada única, pero en el caso de que vaya a continuar, estaré muy atento porque fácilmente podría cambiar mi opinión sobre ella.