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jueves, 5 de diciembre de 2019

Crónicas: Nocturna 2019 (II)


Por Manuel Barrero Iglesias

Segunda jornada del festival, con tres películas radicalmente distintas entre sí. La diversidad temática también es geográfica, albergando producciones de Colombia, Italia o Estados Unidos. Filmes arriesgados o clásicos, poéticos o sangrientos. En Nocturna cabe de todo, como corresponde a todo buen festival de cine fantástico.

Luz (Juan Diego Escobar Alzate. Colombia, 2019)
Oficial

Alabábamos la inclusión de cine argentino en la programación del festival. En general, en la América Latina actual se hace un cine de género muy particular, que se aleja de modelos dominantes para explorar sus propias idiosincracias. Luz pertenece a esa estirpe de cine en el alambre, que trata de indagar en lo más profundo de la naturaleza humana. La película tiene ecos del cine de Reygadas, pero lo que el mexicano domina con mucho talento, Escobar Alzate es incapaz de dominar ni un solo momento. El film vuelve sobre temas como la rigidez de la religión o la locura de la endogamia, y lo hace a través de una llamativa fotografía, que intentando buscar un tono de irrealidad acaba abusando de filtros. La solemnidad con la que se abordan los temas tratados necesitaban un dominio del lenguaje cinematográfico que su director no consigue demostrar, derivando en demasiadas ocasiones hacia la más sonrojante comedia involuntaria. 


Il signor Diavolo (Pupi Avati. Italia, 2019)
Oficial

También la religión tiene mucha importancia en este film, aunque sus maneras sean opuestas. Estamos ante un thriller de sabor añejo, con una factura televisiva que le resta mucho encanto a la propuesta. El veterano Pupi Avati (que con 80 años ha recibido este mismo año un premio a su carrera en el Festival de Sitges), vuelve al cine de género, territorio que apenas ha pisado en las últimas décadas. Il signor Diavolo tenía ingredientes para resultar atractivo, pero la morosidad de su ritmo y su puesta en escena hace que nos encontremos ante un producto más destinado a la sesión de sobremesa en televisión que a dejar huella en un festival de cine fantástico.

Reborn (Julian Richards. Estados Unidos, 2019)
Dark Visions

Acabamos una jornada más con cine de bajo presupuesto procedente de los Estados Unidos. El interés de esta cinta de horror sobrenatural es que estamos ante un slasher protagonizado por la asesina. El film comienza incidiendo en el rol de víctima que sufre, por lo que no podemos hacer otra cosa que empatizar con ella. Más, teniendo en cuenta que es una frágil adolescente de dieciséis años. Richards juega con el contraste de esa fragilidad frente a los horrores que es capaz de cometer gracias a su poder. Un poco como ocurre en la tan comentada Joker (2019), aquí sentimos lástima por una verdugo a la que el mundo a maltratado de forma inhumana. La irregularidad en sus interpretaciones y la debilidad narrativa de la película son los grandes obstáculos a los que se enfrenta para trascender su naturaleza de curiosidad freak.

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