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miércoles, 27 de enero de 2016

Críticas: The End of the Tour


6/10
The End of the Tour (EEUU, 2015)
Dirección: James Ponsoldt.
Intérpretes: Jesse Eisenberg, Jason Segel, Anna Chlumsky, Joan Cusack, Mamie Gummer, Mickey Sumner, Chelsea Anne Lawrence, Lindsey Elizabeth, Noel Fletcher, Gina Ferwerda, Dan John Miller, Joel Thingvall, Punnavith Koy, Stephanie Cotton.
Guión: Donald Margulies.
Música original: Danny Elfman.
Fotografía: Jakob Ihre.
Montaje: Darrin Navarro.
Idioma: Inglés.
Duración: 105 minutos.


Entrevistas extensas con escritores deprimidos

Por Miguel Montañés


Poca gente hay más peculiar que un escritor. Pon a dos de ellos juntos. Haz que uno escriba sobre el otro y tendrás una historia. Si el escritor sobre el que tiene que escribir el primero es David Foster Wallace la historia merece ser contada.  

Esto fue lo que ocurrió en 1996, cuando David Lipsky, joven periodista que acababa de fichar por una Rolling Stone que por aquel entonces no había publicado nunca una entrevista a un intelectual, convenció a sus jefes para que le permitieran pasar varios días con el autor del libro del momento y documentar la experiencia. El libro era La broma infinita. El autor Foster Wallace. Wallace se encontraba en ese momento al final de la gira promocional de presentación con todo el desgaste físico y emocional que algo así supondría para cualquier persona, cuanto más en alguien como él; demasiado preocupado por no herir los sentimientos de los demás, demasiado preocupado por no convertirse en un farsante (llegó a confesarle a Don DeLillo en algún momento de la caudalosa correspondencia que mantuvieron que la novela le había salido de chiripa), demasiado preocupado por su excesiva preocupación.

The End of the Tour transforma en dramaturgia veraz lo que suponemos que fue aquel encuentro, perdiendo pie, eso sí, en los momentos en que el ego de los dos personajes principales se interpone —novelista modesto pero con gran habilidad para establecer vínculos sociales Lipsky, narrador de éxito aunque con evidentes discapacidades interpersonales Wallace— por no transmitirse una intensidad en su relación que justifique los momentos de discordia intermitente que va acumulándose a lo largo del metraje. Con todo, no hace falta estar familiarizado con la obra de DFW para experimentar la sensación de soledad, la percepción de estar acabado antes de tiempo y la constatación de lo complejo de las relaciones humanas que transmite con clarividencia la película. No se puede negar tampoco que Jason Segel nació para llevar una bandana en la cabeza y hablar sobre langostas y ninguno, ni siquiera él, nos habíamos dado cuenta hasta ahora. 


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