Críticas: Frantz

6/10

Frantz (Francia, 2016).


Dirección y guión: François Ozon.


Intérpretes: Pierre Niney, Paula Beer, Cyrielle Clair, Johann von Bülow, Marie Gruber, Ernst Stöttzner, Anton von Lucke.

Música: Philipe Rombi.


Fotografia: Pascal Marti.

Montaje: Laure Gardette.


Idioma: Francés.


Duración: 113 minutos.

Amor en tiempo de posguerra

Por David Sancho

Un hombre francés deja flores en la tumba de un combatiente alemán de la Primera Guerra Mundial, lo cual genera revuelo en el pueblo y suscita interés entre la familia del difunto, especialmente en la que fue su prometida.

Cuando el francés y la “viuda” se conocen, se establece una relación entre ellos, en principio basada en el interés de ella por lo que éste le pueda contar cosas acerca de su prometido y de sus años en Francia, pero que poco a poco va convirtiéndose en algo más.

La película tiene un punto de partida muy interesante que está planteado con mucha inteligencia, dando al espectador la información con cuentagotas y manteniendo el interés durante casi todo su metraje. Más que los motivos por los que está él en Alemania poniendo flores en la tumba de un alemán caído en la guerra, lo que actúa como auténtico motor de la película en su primera mitad, son los conflictos que su presencia genera en este pequeño pueblo alemán.

Las secuelas de la guerra siguen ahí, los bandos permanecen aunque ya no haya guerra, impidiendo que las heridas provocadas por la guerra cicatricen.

La cosa decae en su segunda mitad, cuando toda la información ya ha sido revelada y la película tira por el lado del melodrama. Sigue siendo interesante, sigue teniendo algo que contar, pero ese algo tiene mucho menos fuerza que el inicio de la película, por lo que la cosa va decayendo y te deja con un sensación agridulce.

Ozon hace una narración elegante y bastante acertada de un guión propio que tiene en la falta de equilibro su mayor defecto. Las interpretaciones y la fotografía, en la que se juega con los cambios del blanco y negro al color, aportan intensidad al conjunto y mitigan ese bajón final, evitando que se arruine el conjunto.

A la postre, una película interesante que sumar a la filmografía del director francés. No está entre sus obras cumbre ni es de visionado obligatorio, pero tiene suficientes elementos interesantes como para que interese a más de uno.