Televisión: Mrs. Wilson

5/10

Mrs. Wilson (Reino Unido, 2018).

Dirección: Richard Laxton.

Intérpretes: Ruth Wilson, Iain Glenn, Keeley Hawes, Fiona Shaw, Anupam Kher, Patrick Kennedy, Calam Lynch, Otto Farrant.

Guión: Anna Simon, Tim Crook, Alison Wilson.

Música original: Anne Nikitin.

Fotografía: Hubert Taczanowski

Montaje: Stephen Haren

Idioma: Inglés.

Duración: 3 episodios de 60 min

Plataforma: Filmin.

Más extraño que la ficción

Por David Sancho

Mrs. Wilson cuenta la vida de la abuela de la actriz Ruth Wilson, la cual da vida a su abuela en la serie. Puede sonar un poco pretencioso el hecho de llevar a la pantalla la vida de un familiar, pero es que la vida de Alison Wilson es digna de ser contada.

Alison estaba casada con un ex agente del MI6 y novelista, el cual muere dejando atrás a mujer y dos hijos. Hasta ahí todo normal, pero la cosa se complica cuando tras la muerte de su marido llama a la puerta de Alice una mujer que dice ser la mujer de su marido. A partir de ese momento Alice dedicará todo su esfuerzo a descubrir los secretos de su fallecido esposo.

La serie, compuesta de tres episodios de una hora de duración cada uno de ellos, bien podría haber sido un largometraje, aunque por casting y puesta en escena parece tener mejor acomodo en la pequeña pantalla.

La gran baza de la serie es la extravagante historia que nos cuenta y el hecho de que esté basada en la vida real de la familia de su protagonista. Uno ve pasar los acontecimientos con asombro, costando asimilar que se trate de hechos reales. Por otro lado, la puesta en escena y la forma de contarlo resultan bastante más convencionales. 

Ruth Wilson está tan bien como siempre, al igual que todo el reparto, pero al iguaL que casi todo en la serie, nadie destaca especialmente. Tiene un aire a telefilm que no le hace ningún bien, la serie pide algo más de riesgo, pero resulta excesivamente plana a pesar de lo que cuenta.

Se trata de un drama competente y un thriller bastante insípido, por lo que la serie, a pesar de poder haber sido algo grande, se queda a medio camino de lo que pudo, pero aun así es un producto curioso en el que merece la pena perder tres horas.