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miércoles, 20 de febrero de 2019

Oscar 2019: Interpretaciones


ACTRIZ DE REPARTO


Carrera rara la de este año, porque encontramos a una favorita desde el inicio de la carrera que perdió premios fundamentales, una primera favorita que se pasó al bando de las grandes, una favorita de la televisión que se queda sin nominación y dos favoritas -no al premio, sino de la película- que como en esta introducción cuento, es la película que ha marcado la carrera en esta ocasión.

Un año más vemos los juegos de las productoras por donde colocar a sus muchachas, y por ello encontramos secundarias verdaderas como son Regina King o Marina de Tavira y absolutas protagonistas de sus películas como es Emma Stone o incluso Rachel Weisz. En los premios Tony hay un comité que decide en qué categoría debe competir cada intérprete y no veo mal que se hiciera aquí, por lo menos serían otros y no la productora quien decidiría. Aunque pensándolo bien, esto es Hollywood, y probablemente pagarían a ese comité para que hicieran lo que la productora quiere. O mejor, probablemente mandaran a casa a varios Harvey Wenstein en batín para dejar claro que se haga lo que dicen los que tienen las pasta.

Sin más dilación, pasamos a las nominadas:


-Amy Adams por Vice
Sexta, sí, sexta nominación al Oscar de la gran Amy; que le doy tres años para que se lo den por un buen papel o se lo darán dentro de cinco por la primera mierda que protagonice. Cinco de las candidatura de la Italiana crecida en Colorado. Por cierto, como curiosidad decir que es la tercera vez que es nominada, tras The Fighter y American Hustle (su única candidatura en la categoría de protagonista), por compartir pantalla con Christian Bale. Aquí hace de la mujer de Cheney, una de esas señoras con un gato en vez de pelo en la cabeza, que es como una Lady Macbeth de saldo y de una poca clase que convierte a Melissa Leo en una Señora de los pies a la cabeza. Aquí habla mucho por teléfono dando órdenes, discute con el pobre Dick dando órdenes y llega a la Casa Blanca dando órdenes. Al menos es un cambio de registro de la cándida de Adams, que toma las riendas de la relación y se muestra dominante. Siempre es una buena noticia que Adams esté en los cines y con su ThelmaRitterazo lo confirman en la Academia.

-Marina de Tavira por Roma
Cuando se leyeron las nominaciones y Marina de Tavira figuró en aquella pantalla todos dijimos: “¡hostias!”, para luego decir “Roma va a arrasar en las nominaciones”. Y así fue, acertamos todos, todos. Pero lo cierto es que lo de Tavira fue una gran sorpresa. A ver, desde el inicio de la carrera allá por septiembre, cuando Roma se vio en el Lido, Marina emergió como una posible candidata. Pero había perdido mucho de su punch al no recibir ni una puñetera nominación a ninguna de las trece mil asociaciones de críticos alrededor del mundo. Pero claro, la campaña fue muy muy buena, porque como una hormiguita fue acompañando a Yalitza Aparicio allá donde había que estar y Tavira -que sí habla inglés- se mostraba simpática, ocurrente, graciosa... y claro, eso quieras que no cala más que un papel nominable. You Know what I mean.

Su papel es totalmente secundario, pero no por ello poco importante, cumple con su cometido de madre engañada, aun enamorada que debe enfrentarse al inicio de una nueva vida con su Sancha particular, en este caso su asistenta. Según he leído por ahí (hasta aquí llega mi rigor periodístico) es la primera nominada al Oscar que no tiene un primer plano individual en toda la película. Qué aburrida está la gente, de verdad.

En principio no es más que una nominación de "gracias por venir", pero es de esas que le pueden abrir puertas a muchos trabajos y me alegro un montón por ello.

-Regina King por If Beale Street Could Talk
La gran favorita desde el inicio de la carrera -o más bien desde que la película se vio en Toronto- al Oscar de este año no ha estado nominada en dos premios claves como son los del propio sindicato de actores (Screen Actors Guild) y el Bafta. Aún así, sigue siendo la gran favorita, porque en el resto de premios del planeta ha arrasado. Y además es Regina King, quizá un poco Don Nadie en el resto del mundo, pero una auténtica celebridad en EEUU por sus trabajos en televisión, sobre todo en American Crime o Seven Seconds.

Su interpretación en la película de Barry Jenkins ha suscitado comparaciones con la que le dio en Oscar hace un par de años a Mahershala Ali con el mismo director en Moonlight. Es decir, una secundaria real que aprovecha con especial convicción los minutos que tiene en pantalla. También he de decir que otros han dicho que apenas hace nada en la cinta, sólo poner carusas mientras se coloca un pelucón. Yo soy de los defensores de King, pienso que tiene una presencia en pantalla descomunal y siempre que aparece la película crece, dando varias lecciones de actuación al resto del reparto. Así que no me extrañan los premios de la crítica que a conseguido, a pesar de la posibilidad de premiar a alguna de las “favoritas”.

Desde luego es la gran favorita, más que por su papel, porque el resto de nombres no han conseguido el consenso ideal para quitarle el Oscar. Además de ser la opción más políticamente correcta de la cinco, cosa que aún sigue teniendo mucho peso en la Academia.

-Emma Stone por The Favourite
El mayor ser de luz que ha dado la humanidad desde Natalie Portman vuelve a la carrera por la puerta grande, o no tanto; porque su lugar natural debería haber sido el apartado de actriz principal, por minutos en pantalla, importancia de su personaje y porque, coño, ella quiere ser la favorita de la Reina y la película se titula así.

Stone vuelve a hacer gala de su calidad interpretativa, porque desde el inicio de la película nos muestra un registro donde nunca la habíamos visto y lo que nos hace disfrutar no se lo hace ni con la manita tonta a su marido en la película. Su duelo interpretativo con Olivia y Rachel es antológico y hay secuencias en donde les pasa por la derecha. Su niña frágil, desposeída de su rango social pasa a ser una auténtica manipuladora que pone y dispone la política británica de la época. Es lo que me decía mi madre desde pequeño, las lenguas son muy importantes para conseguir lo que quieres, y no precisamente para los idiomas.

Con las coñas, ya es la tercera candidatura de Stone, que ha demostrado que sabe elegir sus papeles y que sigue siendo ese carisma andante allá por donde va. Queremos más de ella, siempre.

-Rachel Weisz por The Favourite
Pues anda que no le ha costado a Weisz el conseguir su segunda candidatura después de ganarlo por The Constant Gardener. Nada menos que 14 años, donde la hemos visto en My Blueberry Nights, The Deep Blue Sea, Ágora o The Lobster; que cualquiera de ellas pudiera haberla llevado a los Oscar. Ha sido su Lady Sarah la que le ha dado su segunda candidatura.

En la peli de Lanthimos da vida a la “mejor amiga” de la Reina Ana, donde utiliza su cabeza y su cuerpo para manipular a la monarca para que Inglaterra se mueva a su antojo. Como curiosidad, decir que el marido ausente del que se habla en la película es Mambrú, el que se fue a la guerra. Jejeje.

Weisz es elegancia, calidad y vísceras en la interpretación. Dueña de una belleza original, porque no la priva de optar a cualquier personaje, y con un saber hacer brutal da lecciones de interpretación en cada secuencia donde la vemos. Para mí esas escenas de tiro al plato son cumbres en su carrera. Llamadme loco, pero ahora mismo sí creo que hay una alternativa a King. Creo que es ella, porque el voto americano no, pero el europeo se lo lleva de calle y quién sabe. Weisz con dos Oscars sería la caña.


Debería ganar: Pues por deber, quizá Weisz, pero es que King tampoco es mala elección.



Mis nominadas serían:

-Regina King por If Beale Street Could Talk

-Emma Stone por The Favourite

-Rachel Weisz por The Favourite

-Sakura Ando por Manbiki kazoku (la mejor secundaria -o falsa secundaria- del año)

-Natalie Portman por Vox Lux (no la vio nadie, porque no se entiende que ni los Satellite se acordaran de ella)


ACTOR DE REPARTO

Turno ahora para la categoría destinada a los “actores de carácter”, lo que en políticamente incorrecto vienen siendo los “actores que jamás les daremos aquí en Hollywood un prota, porque no arrastran al cine ni a sus vecinos”. Este año no es que haya sido la repanocha en cuanto a la calidad de los presentes, pero siempre se puede rescatar a peña para que quede un quinteto majo. Atrás quedaron primeros favoritos y que se quedaron a un pelo (de George Bush) de llegar a la alfombra roja. Hablo del niño mimado de Hollywood y “llevador de trajes dignos de ver” Timotheé Chalamet, que era lo único mínimamente potable del panfleto Beautiful Boy. También se quedaron fuera nombres que sonaron mucho en los inicios de carrera, como Russell “ahora que está gordo es actor de carácter” Crowe en Boy Erased, Steve “buscando el Oscar desesperadamente” Carell en Vice, Tim Blake “el raro, el feo y el malo” Nelson en The  Ballad of Buster Scruggs o lo mejor de su película y que sin embargo no cuajó, Michael B. “me puse yo la B. de buenorro porque me gusto que no veas” Jordan que hace el mejor papel de Black Panther y le dan puerta... esta Academia.

Aquí, como en sus compañeras de categoría, en la variedad está el gusto, porque hay desde falsos secundarios como Ali a verdaderos papeles de reparto con Rockwell, pasando por acompañantes de los protagonistas a los que en más de una ocasión les comen las papas.

Los cinco señores nominados son:



-Mahershala Ali por Green Book
Segunda candidatura al Oscar de Ali, y déjate ver que no se convierta en su segundo Oscar, porque los premios de la industria se los ha llevado todos. Quién nos iba a decir hace tres años que uno de los actores de House of Cards no iba a parar de recibir premios. Y no, no hablo de Kevin “infancia destruida es su último cartucho” Spacey, sino de Mahershala. Quizá deberían haber esperado a darle el Oscar y entregarle su segundo a Jeff Bridges por Hell or High Water hace un par de ediciones.
En Green Book interpreta al otro protagonista de la cinta, por tiempo e importancia del personaje, un músico algo freaky y muy educado que quiere comprobar en su propia piel cómo se las gastan en los estados sureños de los EEUU de los 60. Compostura, relajación, y mucho dominio del timing cómico hacen de la de Ali una de las grandes interpretaciones del año. Acompañado por Mortensen, hacen una de las mejores parejas en pantalla de los últimos tiempos, y si le dan el Oscar por este papel nadie podrá decir que es un Oscar regalado. Aunque sí podamos opinar que dos Oscar para él son demasiados dada su poco extensa carrera. Este año ha tenido además la voz de Tio Aaron en Spider-Man Into the Spider-Verse y lo podemos ver ahora como el malo de Alita: Battle Angel, además de que es el prota de la nueva True Detective. Vamos, que no le falta curro, en un caso claro de como rentabilizar un Oscar.

Por lo demás, envidio su apariencia zen porque en las entregas de premios parece Pedro por su casa en el escenario dando discurso de agradecimiento.

-Adam Driver por BlacKkKlansman
Por fin le llegó al nominación a Driver, uno de los actores que más culto arrastra actualmente en Hollywood. Nominación que muchos ya pidieron para él por Paterson, ahora se hace realidad por su interpretación de un policía que debe convertirse en el alter ego blanco de un compañero negro para infiltrarse en el KKK (para los que no saben de qué va la bola, es como VOX pero vestidos de capuchones todo el año, no sólo en Semana Santa) y todo ello siendo judío. Vamos lo que más les mola a los unineuronas estos: negros, judíos y Spike Lee.

Driver amolda perfectamente su característica voz grave a como se expresa el hijísimo de Washington en la película y mantiene el tipo en muchas de las escenas, por muy delirantes que sean, como la de la cena, que ríete tú de la cena de empresa del PP al lado de esto.

Por tanto una nominación buscada, muy merecida y que engordará su curriculum hasta que le llegue ese gran papel por el que logre la unanimidad y los críticos comiencen a premiarle por doquier. Supongo que será por hacer de violador en una de esas pelis que pasan por Sundance, porque haciendo de bueno está claro que no lo vemos brillar. ¿O sí?.

-Sam Elliott por A Star Is Born
Desde su estreno en Venecia ya se habló de que la de Elliott era la mejor interpretación de la cinta de Cooper. Bueno, no sé si se hablo mucho, pero yo al menos sí que lo dije cuando salí de verla. Y lo es por muchas razones, porque crea un personaje con el poco espacio y mimbres que le dan, y porque su personaje es de los más reales que vemos en la película. Ese hermano siempre a la sombra, rodeado de ineptos, que sabe cómo sobrellevar a un hermano caprichoso, empinador de codos y aún encima con un color rosa en la piel que no le deja vivir mucho. Su voz (la mejor del mundo), su auténtica presencia impertérrita, hacen de Elliott un digno nominado.

A principio de temporada se le dio por gran favorito al premio, dado su estupendo trabajo y su dilatada carrera en Hollywood (que va desde el 1969 iniciándose en la televisión, para pasar por películas como Mask, Tombstone, The Big Lebowski o Hulk, por citar algunas). Pero llega a esta ceremonia con pocos premios en su haber y, de hecho, quedando fuera de los Globos de Oro; por lo que no se da muy factible su Oscar, a no ser que la Academia no quiera ver un doble de Ali y le dé por la veteranía de Elliott. A pocos molestaría que alguien de su talla se llevase el premio, muy en la línea de James Coburn..

-Richard E. Grant por Can You Ever Forgive Me?
Ya desde el principio voy a decir que es mi favorito del quinteto. Su papel de amigo gay de la protagonista de la peli, que le ayuda en su delirante idea falsificadora, es un auténtico bombón que él sabe aprovechar y desde luego, tiene un cierto paralelismo con la nominación de Richard “otro al que un papel jugoso más y le dan el Oscar” Jenkins en la película ganadora del año pasado (jajajajajaj) The Shape of Water. Su papel es divertido, tierno y sagaz, pero no temáis, no es sólo un cliché con patas como parece.

Richard E. Grant es, sin duda, el descubrimiento del año, y no sólo como actor, porque vamos, no lo conocían más que en Inglaterra y por ser el malo de la película de las Spice Girls (Yujuuuu), sino por sus redes sociales. Por favor, id ya a por ellas, su historia con Barbra Streisand es genial y sus reacciones a los premios también. Y una pena que no lo veamos subir a recoger premios, porque promete ser un gran hacedor de discursos. Pero si hasta en los Bafta, su territorio natural, le dieron el premio a Ali. ¡¡Malditos seáis!!

El actor, nacido en Swazilandia (dicen que existe eso), participó en las últimas “grandes” películas británicas como The Iron Lady, Gosford Park o Logan (que tiene de británica lo que yo de swazilandés...swazilandio, ...swazilero), pero que mola mencionarla.

-Sam Rockwell por Vice
Mira que le costó a Rockwell llegar a la órbita de los Oscars, que consiguió romper el pasado año llevándose el Oscar a casa por Three Billboards Outside of Ebbing, Missouri. Y está visto que una vez entras, por cosas por las que no te nominarían jamás las tienen en cuenta. Porque su papel en la peli de McKay es interesante, como un George Bush con pocas, muy pocas luces -valga la redundancia- con el que Cheney juega al gato y al ratón, siendo Cheney tanto el gato como el ratón y dejando a Bush ser la alfombra donde lo hacen. Su papel es muy bueno y es cierto que no puedes separar los ojos de él, porque conoces enseguida al personaje y la película mejora, pero son apenas un par de secuencias que hace de su papel el más secundario de todos los nominados.

Supongo que su entrada en el quinteto (desbancando a Chalamet, que había estado presente en todos los premios que marcan la carrera) ha sido por el canto de un duro, pero demuestra que tiene su público, y supongo que el año que viene lo volveremos a ver porque tiene en emisión la serie Fosse/Verdon donde interpreta -dicen que con convicción- a nada menos que Bob Fosse. Desde luego, una nominación merecida pero que nadie hubiera puesto el grito en el cielo porque no estuviera presente.


Debería ganarDeber, deber, Richard E. Grant.


Mis nominadas serían:

-Richard E. Grant por Can You Ever Forgive Me?

-Mahershala Ali por Green Book

-Steven Yeung por Beoning (la mejor interpretación secundaria del año para mí)

-Bryan Tyree Henry por If Beale Street Could Talk (sale cinco minutos pero se como la película)

-Tim Blake Nelson por The Ballad of Buster Scruggs




ACTRIZ PRINCIPAL

Al fin la categoría favorita de todos los seguidores de los Oscar. Menos la mía, que como pa raro yo, es la de diseño de producción. El querer convertir a divas a todas las mujeres del mundo -no merecen menos, pero divas de las buenas, no de las que escupen por encima del hombro al resto de la peña- hace que si una categoría normal genere 10 páginas en un post, en esta categoría se conviertan en 50. Diez de ellas pidiendo nominaciones a Nicole Kidman, diez diciendo que Jessica Chastain es la mejor actriz viva, diez diciendo que las mayores de 32 años son viejas y no merecen vivir y aproximadamente otras tantas diciendo que Anna Hathaway es mala porque hizo campaña para los Oscars. Te tienes que reír.

Este año tenemos a una multinominada nunca premiada, a una primeriza en todo, a una estrella de la canción que se pasa al cine por la puerta grande, a una cómica que hace un drama de forma convincente y finalmente a una británica que hace de reina. Todo en orden, pero podría haber sido mucho mejor. Podrían haber coincidido Nicole “a nada de ser nombrada reina del universo” Kidman por ponerse fea en plan poli en Destroyer, Viola “cara de enfado cuando me pongo peluca” Davis por hacer de ladrona con glamour en Widows, Toni “grita como nadie” Collette por engendrar malísimos en Hereditary o Charlize “papelón que nadie valora” Theron en Tully.

Haber, había donde elegir, pero finalmente las campañas han vuelto a ser trascendentales en cuanto a la consecución de la nominación final. Las mujeres que no han comido más que a base de canapés en las fiestas de Hollywood han sido:

-Yalitza Aparicio por Roma
A esto se la llama entrar por la puerta grande. No sólo ha sido elegida por Cuarón para protagonizar su película tras Gravity, sino que era su primera película. Y mira, conocida por todo el mundo y finalmente se une a Adriana “existió de verdad” Barraza y Penélope “lo mejor que hay en España y punto” Cruz como las actrices nominadas por un papel en español. Aparicio interpreta en la película semi autobiográfica del director mexicano a Cleo, un personaje basado en la propia asistenta de hogar de los Cuarón, Libo.
Aparicio aguanta el tipo en una película muy difícil. No podemos comparar cómo se enfrenta a otros personajes, porque es su primera película. Pero vamos, también es la primera vez que Casado es candidato a presidente y ya podemos decir que sería uno de puta pena. Su creación de personaje va totalmente de la mano del director y eso se nota. Vale que está muy natural en muchas secuencias, como la de la playa (insisto en que es una de las mejores del año, sin duda, junto con la de la Kidman vestida de congrio leproso cuando la encuentran en la isla lejana en Aquaman), la del parto o la del entrenamiento de los karatekas.

Está claro que la nominación es el premio y en un año de reclamar espacios para los foráneos en esto del cine, ojalá le sirva para mantenerse en Hollywood fuera de papeles de asistenta. ¿Cuánto apostamos a que no?

-Glenn Close por The Wife
Pues estamos ante un caso más de actriz multinominada, esta es su séptima candidatura, que no ha conseguido el premio. Ya le pasó con Albert Nobbs, pero no hubo huevos a dárselo porque aquella sí era un despropósito. Pero va a marcarse un Julianne Moore, que es resultar ganadora por su peor interpretación. Vale que The Wife es una película fallida, facilona y donde nada destaca, a no ser la pareja protagonista. Así que al menos Close ganará por una película mala que no le hace justicia, pero por una interpretación buena.
Close es una de las actrices más míticas que nos llegaron del Hollywood de los ochenta y noventa. Es que vamos, se marcó interpretacionacas como la de Fatal Atracction, o The Dangerous Liaisons. Parecía que estaba destinada a conseguir el premio en alguno de aquellos años, pero con el  "ya tendrá tiempo de ganarlo" casi se marca un Debora Kerr y se queda sin premio. Es la oportunidad de remendar el error (como diría Jesús Gil) y Hollywood no parece que lo vaya a desaprovechar, a no ser que la rama europea le dé por aupar a la Colman.

Prepárense para la standing ovation de la noche si gana la Señora Close.

-Olivia Colman por The Favourite
Lo mejor de ver a la Colman pasearse por las entregas de premios es que le quitamos los treinta años que le pusimos encima todos los que empezamos a ver como la nominaban a premios menores por Tyrannosaur hace ya unos años. Siempre como más vieja de su edad, no hay más que verla en The Lobster y en la propia película de Lanthimos. Así que la Colman consigue dos cosas con esta película: la nominación al Oscar y que los encargados de los castings de Hollywood se acuerden de ella para hacer de abuela de Felicty Jones y no de su tátarabuela.
En un alarde de valentía la productora impulsó la candidatura a actriz principal de Colman por delante de sus dos compañeras de reparto, mucho mejor colocadas en el star system hollywoodiense. Pero vamos, como Plutón de Valdepeñas es la distancia que separa el caché de Colman con el de Stone, por ejemplo. Si la colocaran de secundaria estaría ya casi sacándole brillo al Oscar, pero prefirieron arriesgar y no les va a salir la jugada por el canto de un Close. O quizá sí, si convence a los foráneos de Hollywood.

Su papel de la Reina Ana es brutal, su inocencia, caprichos y vida alejada de la realidad la refleja en cada escena en la que aparece. Su timing cómico, su fragilidad -tanto física como psicológica- hace de su papel uno de los mejores del año y la muestra es que ha recogido Globo de Oro, Bafta y está luchando hasta el último día por un Oscar que dignificaría el trabajo, el buen hacer y la profesionalidad de una de las actrices a reivindicar desde hace ya muchos años. ¡¡Viva la Colman!!

-Lady Gaga por A Star Is Born
Pues mira, se hizo realidad. Desde que Sean Penn comenzó la campaña al Oscar de la película de Cooper diciendo que era la reputísimahostia, no paró de crecer en expectativas y finalmente en Venecia dijimos que “no mováis a la peli de vuestras quinielas Oscar, a no ser que sea para subirla en las apuestas”. Entre esas quinielas siempre estuvo Lady Gaga, cuya legión de fans no perdonaría que no se la incluyera en la lista, más sospechoso me parece el éxito que Gaga tuvo en las listas de los críticos, porque de las interpretaciones principales de la peli es la que se queda un paso o dos por detrás.
Lo primero que me llama la atención es que haya utilizado el Lady Gaga para la película. Daba por hecho que, aunque no suene muy comercial, sería Stefanie Germanotta como se acreditaría para la película, más que nada porque Lady Gaga es otro personaje inventado. Pero mira, no, se queda con lo que le dio la pasta. Y lo segundo es que ella en la película está bien, a veces no, nada como la vergonzosa secuencia de los premios, y claro, cuando canta está soberbia encima del escenario. Vamos, que para mí no merecía el bombo que se le dio por la película, porque cualquier otra actriz hubiese sacado más partido. Se limita a hacer excelsamente lo que mejor sabe y a pasearse cuando Cooper está más ocupado en él mismo que en darle órdenes.

De momento es la segunda actriz tras Mary J. Blidge que el mismo año tienen nominación a canción y actriz. Supongo que Gaga tendrá más suerte porque al menos uno parece que lo tiene en el bolsillo.

-Melissa McCarthy por Can You Ever Forgive Me?

Un drama con tintes cómicos con McCarthy era bastante arriesgado, caías en el peligro que supone poner a alguien con la que te partes nada más verla en pantalla y que el público se ría sin ganas, porque es lo que tienen que hacer en secuencias dramáticas quedando todo fatal. Pero McCarthy es mucha y su Lee Israel (nombrazo) desde el inicio ya deja claro por donde van a ir los tiros. Una periodista que no es precisamente la alegría de la huerta y a la vieja usanza escribe artículos que no están ya a la moda.
Claro, como hay que vivir, decide pues ponerse a falsificar, y es aquí donde brilla la actriz. No sólo por un guión excelente que ayuda en réplicas y contrarréplicas con un actor inmenso como Grant, sino que construye el personaje ante nuestros ojos. La vemos desesperada, la vemos con necesidad de que la arropemos y casi la perdonamos, porque el título nos da pie a ello y nosotros que somos ardillas nos encanta involucrarnos en los títulos, no tardamos mucho en perdonarle los pecados cometidos.

Con las coñas, nunca mejor dicho, McCarthy ya tiene una carrera sólida a sus espaldas y dos nominaciones al Oscar, por esta y por su personajazo en Bridesmaids y sigue siendo una de las personas más guays del planeta, y eso vale más que un Oscar. O no


Debería ganarOlivia Colman


Mis nominadas serían:

-Olivia Colman por The Favourite

-Joanna Kulig por Zimma wojna

-Toni Collette por Hereditary

-Glenn Close por The Wife

-Charlize Theron por Tully


ACTOR PRINCIPAL

Tras la victoria el pasado año de Gary “ya puedes volver a ser un gilipollas, que te está saliendo urticaria por fingir ser guay” Oldman, tenemos claro que por mucho que evolucione la Academia, los papeles de personajes reales con corchopán en la cara siguen siendo debilidad. Que más da si es más difícil crear un personaje de la nada y convencerte a pecho, o cara descubierta. Este año no es la excepción, abundan los personajes reales: Cheney, Mercury, Lip y hasta Van Gogh son los cuatro personajes reales que conforman el quinteto. Y el último está tan manido que puede ser cualquiera de los ligues de la madre de Hannah Montana.

A ver, el año quizá no haya sido el mejor para los papeles masculinos protagonistas, porque si de sopetón quitan la mejor actuación del año por parte de un actor como es la de Ethan “otro que esperará a los setenta para ganar” Hawke en First Reformed, pues apaga y vámonos. Otros que se quedaron en camino fueron Lucas “a ver si te vas a quedar en bluff” Hedges por Boy Erased, John David “tampoco sabemos si sabe hacer otra cosa” Washington por BlacKkKlansman o incluso si querían decirle un “ciao” sonoro a Robert Redford, podrían aprovechar que se retira tras The Old Man and the Gun.

Pero bueno, otros años vendrán mejores. De momento los cinco que tenemos son:


-Christian Bale por Vice
Cuarta nominación al Oscar del actor de Empire of the Sun. Y otros años que se quita de vida por la causa, porque esos vaivenes de peso no pueden ser buenos para la salud de nadie, a no ser que seas Carlota Corredera. Aquí Bale engorda hasta ponérsele cara y cuerpo de gorrino para interpretar convincentemente a unos de los seres más despreciables de lo que llevamos de siglo y bastante del pasado. Vale que lo grotesco de la propuesta daba pie a hacer una parodia del Señor Cheney, pero Bale es bueno, es muy bueno y no cae en la trampa. Crea un personaje desde cero, tratando de entender cómo es, ya no tanto el porqué actúa como actúa y como un gañán de tomo y lomo que apenas sabía hacer la o con un canuto consiguió en tiempo récord ser la persona que manejaba el mundo a su antojo, algo así como Jorge Javier Vazquez, pero si el mundo estuviera poblado solamente por despojos humanos.
Y llegamos al punto de la careta, por comparación con la de Churchill. Pero vamos, aquellos que vieron las dos películas, perdón, la peli de Mckay y el aborto de Wright, tendrán claras las diferencias. En la del británico me dicen que debajo del plasticorro está Isabel Coixet y me lo creo. A Cheney le vemos siempre con cara de Bale, y sí, actúa, compone el personaje y nos deja ver sus dudas, sus ansiedades y ambiciones. Es la diferencia de por qué yo a Bale sí le daba un Oscar y a la Academia le obligaba a ver Darkest Hour y Call me By Your Name y decirme a mi puta cara que Oldman merece más premios que Chalamet.

De momento Bale seguirá haciendo mucho cine y maltratando su cuerpo, como Renée Zellweger y pronunciando las “s” de una forma que me pone de los nervios. Pero, ante todo, siendo un actorazo.

-Bradley Cooper por A Star Is Born
Si algo hace bien Cooper en la película es rodearse de un equipazo que hace que parezca que el mérito de que le salga la peli aceptable sea de él, y la interpretación como Jack. Está claro que se preocupa de dar lo mejor de sí mismo en la película y, como es el director, de reservarse las mejores secuencias para brillar como él sólo sabe. Que si bebo, que si sufro, que si me enamoro, que si canto, que si discuto, que si me reconcilio, que si me meo y que si pongo final a todo cuando me sale de los cojones. Y todo ello además con Lady Gaga al lado, que como ya comenté en el apartado de actrices, sin estar mal, está dos escalones por debajo de Cooper y se nota, y lo peor es que él estoy seguro de que lo sabe.
Después de darse el regalazo con ese personaje, todos -incluido él- pensaba que la cosa estaba hecha. ¿Qué podría interponerse entre él y su Oscar? Pues claro, no contábamos con Mercury ni con Cheney. Pero si hasta decidió no hacer campaña por sí mismo pensando que no le hacía falta; eso de que no la hago porque no quiero nominación no se lo traga ni Irina. Así pues, Cooper tendrá que conformarse con su tercera nominación como mejor actor (jajajajaja) y una más como secundario. Vamos, que se lo dicen en el 2010 y da palmas con las orejas,

-Willem Dafoe por At Eternity’s Gate
Dafoe es la cuarta vez que entra en las nominaciones a los Oscar. El pasado año parecía el suyo, hasta que se cruzó Rockwell. Al inicio de la carrera todos veíamos la posibilidad de que Van Gogh le diera al fin el premio Oscar. La interpretación no tienen duda. De hecho, debería acreditarle como guionista de la peli de Schnabel, porque él sí que hace la labor de composición que a un actor se le exige, entiende lo que quiere contar del pintor holandés y se desnuda ante la cámara (metafóricamente, aunque bueno, si crees que Dafoe puede interesarte por su desnudez igual es que tienes que medicarte seriamente).
Dafoe pasó como un relámpago de purpurina por Venecia, donde ganó el premio de interpretación, pero en ningún momento le vimos como futuro ganador del Oscar. De hecho, yo mismo llegué a pensar que no entraría, porque la peli es la nada y ni distribución pensé que tendría. La tuvo, creo que la vieron 16 personas en todo EEUU. Y mira tú, no se olvidaron de meter su nombre en el sobre para nominarlo. Quizá entendieron el papelón o quizá dijeron “mira, por lo del año pasado”. Y mientras, el hombre esperando a que le den el Oscar de una vez. Será en una edición próxima, cuando haga de padre lastimero de una adolescente random cualquiera.

Aquí, aunque no lo parezca, un defensor de esta candidatura y de Dafoe en general. Más currante poco estrellitas es lo que necesita Hollywood. Él es uno que se atreve con todo y con todos y por ello mi sombrero quitado.

-Rami Malek por Bohemian Rhapsody
Analizaré, si es que puedo, el porqué la película de Bryan Singer -que nadie quiere decir que es de Bryan Singer- ha sido el fenómeno que ha sido en el apartado correspondiente. Aquí me toca intentar explicar la fina línea que separa que Malek esté entre los nominados al Oscar y no a los Razzie por hacer de Freddie Mercury en la película de Bryan Singer. Sí, de Bryan Singer.
A ver, ¿está mal Malek en la película? No, en absoluto. ¿Es una interpretación para ganar un Oscar? Ni de puta coña. Primero porque hacer imitaciones en un escenario con playback lo hacían los niños en aquel programa del que salían traumatizados por lo que les hacían en un ascensor para que los recibiera Bertín Osborne y después porque para exagerar posturitas y amaneramientos tampoco debería estar tan bien visto por el resto de actores como el crear un personaje. ¿Mercury era así? Pues es probable, pero también lo era Margaret Thatcher y no le dieron el Oscar a Streep por ello... digo, también era así Churchill y no le... mierda,... también era así El Grinch y no le dieron un Oscar a Jim Carrey por ello. Pero bueno, a la Academia le mola premiar esto y más cuando eres una estrella emergente, aunque no te salude Nicole Kidman cuando ganas, porque eres alguien insignificante. Esto se llama “llegar y encher” en su primera nominación zurrón lleno

Pues mi postura está clara. Malek es lo mejor de la película (tampoco era difícil) de Bryan Singer. Pero es más una imitación que una actuación y eso no vale para mí un Oscar. De Bryan Singer..

-Viggo Mortensen por Green Book
A pesar del resbalón de decir la palabra con “n” prohibida por racista, se ve que expió sus culpas y todo quedó perdonado, más que nada porque las otras polémicas de la película molaban mucho más que esta nimiedad. Mortensen ha logrado al final la candidatura, y muy merecidamente, es lo mejor de la película, su química con Ali es de escándalo y él sí crea un personaje. Coño, pero si es que hasta le incluye gestos típicos reiterados, como ese de la mano en el pecho. Vamos, lo que se llama interpretar.
Su Tony Lip nos cae bien desde el principio y a Mortensen no le habíamos visto en esa tesitura de pícaro con buen fondo que estereotipa de forma muy real a los italoamericanos tal y como nos lo muestran en las pelis. Que no deben ser muy diferentes a los originales, más que nada porque el guionista bocas de la peli es hijo del verdadero Tony Lip. Viggo está espléndido en la comedia, con unos juegos de diálogos soberbios con Alí y enseguida nos ponemos de su parte en lo que se refiere a ganarse la vida trampeando, pero siempre por el bien de su familia. Olé por ese Tony Lip que se confirma como uno de los personajes del año. ¡Ah! Y también cuento en ello con la tripa que echó para el personaje que come más que una actor español cuando hay canapés gratis.

Con las coñas, el noruego afincado en Madrid ya tiene su tercera candidatura como mejor actor tras las logradas por Eastern Promises y Captain Fantastic, curiosamente única candidatura de aquellas dos; dejando claro que, tengas la peli que tengas, si está Mortensen protagonizando va a ser mejor película.


Debería ganarEthan Hawke por First Reformed. Y de los cinco, Christian Bale.



Mis nominados del año:

-Ethan Hawke por First Reformed

-Christian Bale por Vice

-Willem Dafoe por At Eternity’s Gate

-Viggo Mortensen por Green Book

-Marcello Fonte por Dogman




Paulo Campos


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