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domingo, 4 de mayo de 2014

Estrenos España: 30 abril 2014

Paco León vuelve a contar con su madre y su hermana en Carmina y amén., donde retoman los personajes de Carmina o revienta. Con la muerte de su marido, la protagonista pretende convencer a su hija para no certificar la defunción hasta dos días más tarde, con el fin de cobrar una paga doble.
El otro estreno nacional es el film de animación La tropa de trapo en la selva del arcoiris; producto pensado para los más pequeños, protagonizado por un grupo de mascotas entre los que hay una vaquita, una jirafa, un oso, una cerdita, un perro o un pájaro.

John Turturro se vuelve a poner detrás de ñas cámaras con Aprendiz de gigoló, película que él mismo protagoniza junto a Woody Allen. Dos amigos con problemas económicos verán una salida cuando uno de ellos decide explotar el atractivo del otro. Una comedia dramática en la que cobra gran importancia la comunidad judía neoyorquina.

El otro estreno estadounidense es Divergente, adaptación de otra de estas novelas para adolescentes con futuro distópico. La protagonista es una joven que no encaja en ninguna de las cinco categorías en las que se dividen los humanos. Dirige Neil Burguer (El ilusionista).

Vencedora en el Festival de Karlovy Vary, la húngara El gran cuaderno retrata los estragos de la posguerra en dos niños, hermanos gemelos, que van a vivir con su abuela tras la conclusión de la II Guerra Mundial.

A pesar de su ingente producción, no suelen llegar demasiadas producciones de la India. The Lunchbox construye su historia de amor a partir de un error en el sistema de transporte que usan las mujeres para mandar comida a sus maridos. 

También se estrena el fenómeno mexicano No se aceptan devoluciones, que ha batido los registros recaudatorios en su país, además de ser el film latino de mayor éxito comercial en Estados Unidos.

Taquilla España: 25-27 abril 2014

Ocho apellidos vascos sigue batiendo registros, y ya se ha convertido en la película española más taquillera en la historia de nuestro país, superando a Lo imposible. Más de 44 millones tras siete semanas en el primer puesto. Y lo que todavía queda.

Esta semana el blockbuster derrotado es Pompeya que ni siquiera llega al millón de euros en su debut. En quinto lugar entra la española La vida inesperada con 0'40 millones. También accede al Top Ten lo último de Miyazaki, El viento se levanta.


jueves, 1 de mayo de 2014

Divergente

5/10
Divergent  (EE.UU., 2014). 
Dirección: Neil Burger.
Intérpretes: Shailene Woodley, Kate Winslet, Theo James, Ashley Judd, Maggie Q, Jai Courtney,  Ray Stevenson, Zoë Kravitz, Miles Teller, Tony Goldwyn. 
Guión: Evan Daugherty y Vanessa Taylor, sobre las novela de Veronica Roth.
Música original: Junkie XL. 
Fotografía: Alwin H.Küchler.
Montaje: Richard Francis Bruce y Nancy Richardson.
Idioma: Inglés.
Duración: 139 minutos.


Usar y tirar

Por David Sancho 

Enésima saga basada en una novelas de éxito para adolescentes que llega a las pantallas. En esta ocasión nos encontramos con un mundo en el que las personas se dividen en cinco categorías basadas en sus cualidades personales; lo cual dictará la tarea que llevarán a cabo el resto de su vida, así como con quienes se relacionarán.  La protagonista, Tris, es lo que se llama un divergente, aquellos que no encajan en una categoría específica, lo cual está prohibido y castigado con la muerte.

Ahora sería el momento de explicar que la hace diferente de otras sagas similares, pero lo cierto es que no hay demasiado, todas están cortadas por el mismo patrón y el resultado final se basa más en el equipo que tenga detrás que en la originalidad de su propuesta.

Aquí el equipo es medianamente competente, Neil Burger a la cabeza, y el resultado es medianamente aceptable. No hay nada original en la película, nada que nos atraiga especialmente ni nada que nos genere un gran rechazo. Los dos elementos clave de estas películas suelen ser lo soportable de su historia de amor y conseguir hacer llevadero su siempre desmesurado metraje.

En Divergente la historia de amor no es apasionante pero tampoco molesta en exceso. Vendría a ser un punto intermedio entre las ganas de asesinar a los protagonistas de Crepúsculo y lo poco intranscendente que resulta el triángulo amoroso de Los juegos del hambreEn cuanto a su metraje, por supuesto excesivo, no se hace insoportable. Lo cierto es que la película se hace llevadera, incluso en un segundo visionado no llega a aburrir del todo, y eso tiene mucho mérito.

Otro denominador común en toda saga adolescente que se precie es tener un elenco que ya quisiesen la mayoría de las películas nominadas a los Oscars. En Divergente principalmente podemos disfrutar de una de las estrellas adolescentes menos detestables del momento, Shailene Woodley, y de Kate Winslet, que se ve que está ahí para cumplir y cobrar el cheque, pero mejor eso que nada.


Divergente no va a hacer historia, no la vamos a recordar años después de que haya acabado la saga, no vamos a ver ninguna de sus entregas más de una vez a menos que tengamos que hacerlo y, por supuesto, no va a redefinir las bases del género, pero por lo menos no nos va a hacer pasar un mal rato cuando la veamos








Atlántida 2014: MELAZA + DESPUÉS DE LA GENERACIÓN FELIZ + EL LUGAR DEL HIJO

Por Manuel Barrero Iglesias


Melaza (Carlos Lechuga. Cuba, 2012)

Cuba es más que La Habana. Más allá de una ciudad de una personalidad tan arrolladora y en la que se respira tanto cine, existe todo un país con sus luces y sombras. Un territorio como de otro tiempo, un oasis que trata de resistir ante la invasión imperialista del gigante norteamericano.


Una resistencia difícil y que no siempre reporta consecuencias positivas para sus habitantes. Melaza es el retrato de las dificultades de una familia dentro del –desconocido para el gran público- entorno rural cubano. El cierre del molino de azúcar acaba con la vida de un pueblo que no sabe cómo seguir adelante sin él.

La pareja protagonista desprende esas vitalidad y sensualidad tan caribeñas. La primera vez que aparecen en pantalla lo hacen retozando en un entorno desolado. Ellos tratan de mantener la alegría, algo complicado cuando comparten espacio reducido con una anciana y una niña. Tampoco es sencillo salir adelante cuando el trabajo ha volado y la picaresca es perseguida con severidad por leyes moralizantes.


Una película sencilla y directa, que nos habla de la dualidad que vive en Cuba, pero haciendo hincapié en lo dura que resulta la cotidianidad cuando la esperanza parece haber emprendido un viaje sin retorno


Después de la generación feliz (Miguel Ángel Blanca. España, 2014)

Miguel Ángel Blanca es el responsable de un proyecto tan emocionante como YourLostMemories. Una recopilación de películas caseras sin dueño –fundamentalmente en Super 8- que se ha ido encontrando por el mundo. Filmes disponibles para que los posibles protagonistas puedan recuperar esos fragmentos de su vida. De ahí surgió un film que reflexionaba sobre imágenes y recuerdos.


Ya en solitario -el anterior trabajo estaba codirigido por Alejandro Marzoa- Blanca va un paso más allá en el proceso de experimentación con las formas. Después de la generación feliz recurres a imágenes VHS para ilustrar un cuento tétrico narrado por la voz en off de una niña. “La mayoría de las canciones populares infantiles esconden, tras esos inofensivos versos, macabros episodios de nuestra historia”. Esta cita de Wihelm Grimm abre el film para vertebrar todo su discurso. Detrás de la luz se esconde la oscuridad. Y las caras felices que se muestran a cámara tienen tras de sí oscuros secretos que ocultar. El film logra crear inquietud a través de ese contraste entre imagen y sonido, entre lo que se ve y lo que se esconde.

Pero el gran hallazgo de este trabajo está en el apartado musical. El grupo que interpreta -grabadas en directo- versiones de canciones populares termina dando a toda la experiencia un punto aún más perturbador. Una obra que combina sus elementos para hacernos partícipes de un apasionante viaje sensorial.


El lugar del hijo (Manuel Nieto. Uruguay, 2013)


Uruguay y sus crisis en 2002. El film comienza con una reunión estudiantil en la que se discuten las líneas a seguir en la lucha. De repente, todo cambia para Ariel, quien recibe la noticia del fallecimiento de su padre. Así se ve obligado a abandonar la capital para solucionar los asuntos pendientes al quedar huérfano. Y lo que se encuentra es un problema en forma de herencia.

Un padre que deja una gran cantidad de deudas, pero también unas propiedades de grandes posibilidades. La metáfora que habla de la situación del país está servida. Una generación que ha dejado la nación hecha un asco por no aprovechar los inmensos recursos de los que se disponen. Y otra generación que se tiene que hacer cargo de la situación, pero que ni sabe ni quiere hacerlo. Ni uno ni otros quedan demasiado bien parados en el retrato que el director hace sobre los movimientos de lucha obrera/estudiantil.

Es El lugar del hijo una película que se presenta valiente en la elección de un actor protagonista con una ligera -pero notoria- discapacidad, sin por ello hacer hincapié en ese aspecto. La extrañeza, e incluso incomodidad que puede producir supone un paso (real) hacia la integración. 

Atlántida Film Fest: Honeymoon

6/10
Honeymoon (Estados Unidos, 2014).
Dirección: Leigh Janiak.
Intérpretes: Rose Leslie, Harry Treadaway, Ben Huber, HannaBrown.
Guión: Phil Graziadei, Leigh Janiak.
Música: Heather McIntosh.
Fotografía: Kyle Klutz.
Montaje: Christopher S. Capp.
Idioma: Inglés.
Duración: 89 minutos.

El pasado siempre vuelve

Por Ricardo González Iglesias

Honeymoon es un film que confirma a la familia, ya no como fuente de conflictos infinitos e inspiración cinematográfica constante, sino como conflicto en sí. Si a eso unimos un pasado perseguidor que busca, funcionando como una especie de justicia divina, ajustar cuentas abiertas, el terremoto dramático está más que justificado.

Todos tenemos partes de nuestro pasado que ocultamos, del que nos avergonzamos, en el que somos víctimas y verdugos al mismo tiempo, lo que nos lleva a, si no mentir, a omitir, construir mentalmente justificaciones o gérmenes ideales que deforman los recuerdos en aras de nuestra supervivencia futura y aligeramiento inevitable de lastres.

El director checo Jan Hrebejk consigue una digna narración con una visión interesante, recreándose en demasía en una dilatada preparación del previsible detonante, quedando sin el suficiente tiempo para hacer respirar a los personajes en su coherente evolución ante la situación, y produciendo el efecto inverso en el espectador, generando finalmente más elucubración que expectación por el devenir de los hechos. Con una estructura más equilibrada es posible que el film cumpliera todas la expectativas propuestas incialmente.


Bebiendo de films duros, fríos y cortantes como puede ser Celebración de Thomas Vinterberg y el cine nórdico, Honeymoon no puede evitar acercarse a los personajes, mimarlos, entenderlos y, por ende, intentar hacer sentir lo mismo al espectador. Este punto, aunque lógico y respetable, deriva en una confusión entre el sujeto de enunciación y la transmisión del mensaje, quedando en una tierra de nadie problemática para el film, pero que no termina de afectar críticamente al mismo y le deja fluir a fructíferas reflexiones, debates y conclusiones.

sábado, 26 de abril de 2014

Atlántida Film Fest: Ilo Ilo

7/10
Ilo Ilo (Singapur, 2013).
Dirección y guión: Anthony Chen.
Intérpretes: Koh Jia Ler, Angeli Bayani, Tian Wen Chen, Yann Yann Yeo, Jo Kukathas.
Fotografía: Benoit Soler.
Montaje: Hoping Chen, Joanne Cheong.
Idiomas: Mandarín, tagálog, inglés, taiwanés.
Duración: 99 minutos.


Desestructuración familiar y pérdida de valores

Por Daniel Reigosa

En la pasada edición del Festival de Cannes se concedió el galardón de la Cámara de Oro -que premia a la mejor ópera prima- a Anthony Cheng, un joven director nacido en un país de escasa (o por lo menos muy poco conocida) cultura cinematográfica, como es Singapur. Anthony Cheng logra encuadrar su película en la corriente de cine costumbrista asiático que tan bien defienden directores como Hirokazu Kore-eda o Ann Hui. Precisamente con la última película de la directora china, Una vida sencilla (2011), la película de Cheng mantiene varios paralelismos.

La historia relatada en Ilo Ilo, que recoge vivencias de la infancia del propio autor, transcurre en el Singapur de 1997, en el marco de la dura crisis económica que azotó a varios países asiáticos en lo que se denominó la “primera gran crisis de la globalización”, iniciada el 2 de julio de 1997 con la devaluación de la moneda tailandesa y a la que siguió un importante efecto dominó.  Durante la época de los llamados “Tigres Asiáticos”, algunos países del sudeste asiático (entre los que se encontraba Singapur) alcanzaron cuotas de crecimiento espectaculares, promovidas por un potente impulso industrializador, que dotó a la clase media-baja de poder económico e incremento de su nivel de vida.

En este contexto se sitúa la familia del protagonista, Jiale (Koh Jia Ler), un niño malcriado perteneciente a una familia que ha crecido demasiado rápido, dejándose vencer por el consumismo y olvidando la construcción de los valores fundamentales de la vida, como una correcta educación. La película incide en su primera media hora en destacar esta pérdida de valores: hijos malcriados, superficialidad, falta de cultura, prepotencia y una cierta xenofobia que emerge con la contratación de una criada filipina que se encargará del cuidado del joven Jiale.

Hasta aquí la película mantiene un tono costumbrista excelente, una mirada distanciada pero incisiva no sólo sobre la familia en cuestión sino sobre la sociedad singapureña de la época. La entrada de Teresa (la nana interpretada por Angeli Bayani) en la familia manifiesta un contrapunto cultural, religioso y de comportamiento en la familia,  a la vez que supone un punto de inflexión en la película. La complicidad entre Jiale y Teresa se hace patente desde el primer momento, pero mientras la relación entre ambos alcanza cotas cada vez más elevadas, la familia se desmorona (mentiras, distanciamiento, celos) a la vez que lo hace la frágil sociedad de Singapur (despidos, suicidios, pesimismo).

La familia de Jiale se encuentra totalmente desestructurada, precisamente por esa pérdida de la realidad que supone el cambio repentino de clase, desbordados por el trabajo y viviendo una vida que no les corresponde, fruto de la precipitación de los acontecimientos, en la que no parece haber tiempo para su hijo. Las mentiras del padre ocultando su despido o su tabaquismo se complementan con los celos y la frialdad de la madre, que ve como la nana le arrebata influencia sobre su hijo, un papel que nunca llegó a desarrollar de manera eficiente. Ambos progenitores buscan ayuda externa, casi ilusoria, a través de la lotería el padre y las charlas motivacionales (Cheng las retrata como una secta) la madre. Los únicos elementos que mantienen viva a la familia son la necesidad y la monotonía, nocivos mimbres para apelar a la unidad. Mientras tanto, los vínculos entre Teresa y Jialé son cada vez más potentes, mostrando la cara amable de la moneda.

El director se mantiene alejado de la trama, huyendo de todo sentimentalismo impostado y los tópicos recurrentes en este tipo de películas, pero a veces da la sensación de no encontrar un equilibrio, con un resultado más frío de lo que parece pedir la historia. La trama en si es muy simple y no presenta giros bruscos de guión (innecesarios por otra parte), con lo que depende excesivamente del ritmo y de la credibilidad y atractivo de la historia. Y es aquí donde se nota la inexperiencia del director que, aunque consigue ese equilibrio en la mayor parte del film, algunas tomas pecan de precipitadas o de cierta previsibilidad. Se echa en falta una mayor implicación o una profundización en los personajes de los padres, dibujados con menor intensidad y que penalizan la historia.

No obstante, se trata de un muy buen debut, que conecta a la perfección con las filmografías costumbristas orientales, una cinematografía en la que cada nuevo autor es siempre bienvenido.


VER EN FILMIN


Atlántida 2014: DE OCCULTA PHILOSOPHIA + ESTOS DÍAS + CARTAS DESDE PARLIAMENT SQUARE

Por Ricardo González Iglesias


De Occulta Philosophia (Daniel V. Villamediana. España, 2012)

Lo efímero y lo perdurable

De Occulta Philosophia es un soplo precario, perecedero, en cuya fragilidad reside su fortaleza para transportar al espectador a lo sublime, a lo trascendental e inmutable. Daniel V. Villamediana consigue, con una austera y acertada realización, transmitir todos los valores del proceso creativo y artístico musical, centrándose en la música barroca, sus características esenciales y su conexión con la actualidad.

El film, que transita por los difíciles y escarpados vericuetos de la esencia humana, logra emocionar y hacer reflexionar, desde lo sumamente específico a lo universal. Esa dicotomía de lo efímero y lo inmutable funciona en perfecta comunión metafórica con la vida y la muerte, la música barroca y el cine, la crisis y el arte o la fragilidad y la fortaleza.

El director refuerza este débil equilibrio registrando las actuaciones musicales como intentando rebelarse contra la naturaleza de la música en directo, su concepto y su interpretación, componiendo auténticos tableaux vivants buscando la permanencia de la pintura, pero a la vez, quedando impreso el mensaje en los mismos de nuestra finitud mortal en las paredes de los sugerentes y estremecedores templos albaceteños donde transcurre la película y sus actuaciones musicales, perfectos recipientes reforzadores del mensaje.


De Occulta Philosophia es un film pausado, pensado y registrado fuera de cánones e imposiciones actuales, encontrando la complicidad del espectador en su interés por alejarnos, aunque sea por un instante, del griterío sinsentido e invitándonos a disfrutar de una forma perdida de escucha musical que conlleva el acercarnos, aunque sea limitadamente, a una trascendencia y placer espiritual, encontrando lo bello en el abigarrado discurso barroco.


Estos días (Diego Llorente. España, 2014)

La objetividad sugerente

El título de la película recoge una declaración de intenciones impecable al que debemos estar atentos. Estos días significa normalidad en la forma; sufrimiento, pesadumbre y acechos en el fondo. Objetividad distanciadora construida deliberadamente en base a una bella, pausada y eficaz planificación, que nos convierte a los espectadores en voyeurs conscientes que somos ante el cinematógrafo. Esta lejanía nos despierta la curiosidad, hace que agudicemos los sentidos e interesarnos por el devenir cotidiano de los protagonistas, respetados en sus sentimientos por un director que expone situaciones que sugieren difíciles tragos mundanos complicados por el contexto aprisionador.

Esa lejanía de la cámara impuesta por Diego Llorente nos lleva a que completemos, según nuestros intereses o anhelos, la historia mostrada, que no contada y mucho menos manipulada dramáticamente. La dureza de la realidad nos lleva a conclusiones abiertas, pero vividas con normalidad, o peor, pura resignación. Como la vida misma.

Muchos podrán achacar que este distanciamiento se vuelve confusión del mensaje, pero este queda enmarcado perfectamente en el sonido: urbanos, rurales, de radio y televisión, que siempre están fuera de campo, como peligros acechando las vidas de los personajes, como en las nuestras mismas, y que en cualquier momento se desvanecerán o acabarán cayendo sobre ellos. En una palabra: contextualizando. Sin duda, la libertad interpretativa que deja al espectador se agradece en un cine actual muy preocupado por el supuesto giro ingenioso de guion o por el exceso de celo en un mensaje concreto, como si se infravalorara la aprehensión del espectador y el quehacer audiovisual. Estos días, finalmente, nos exige y nos ofrece, obligándonos primero para recibir después.


Cartas desde Parliament Square (Carlos Serrano Azcona. España, 2014)

Un manifiesto

Parliament Square Peace Campaign nace en 2001 de la mano del activista Brian Haw en contra de las intervenciones militares del gobierno británico fuera de sus fronteras, no respetando consecuentemente los más básicos Derechos Humanos, y en particular, el derecho a la vida de todo individuo. El resultado del (no) planteamiento del director en este documental es un soliloquio registrado audiovisualmente de Barbara Tucker, quién recogió el testigo de la campaña de Haw, una vez fallecido.

Aun siendo interesante el objetivo del film, dar a conocer esta campaña y sus principales posiciones políticas, no es suficiente para el espectador a la hora de enfrentarse al monólogo de Tucker por carecer de una mayor riqueza de puntos de vista (apenas un excombatiente de Afganistán abandonado a su suerte por el estado británico). Además, apreciamos en el desarrollo de las posiciones de Tucker una cierta deformación, llegando por momentos a la paranoia disgregadora de la realidad, consecuencia de su continua exposición a la campaña, convirtiéndose en obsesivo egocentrismo incapaz de abstraerse e incluso capaz de criticar o poner peros a otros movimientos reivindicativos pacíficos surgidos con posterioridad.

Carlos Serrano se conforma con una parca realización visual y narrativa, queriendo mostrar (registrar) los hechos de manera fiel, pero tornando para el espectador en aburrido artefacto carente de una mayor profundización, convirtiéndose en manifiesto y no en documental elaborado, rayando la simple entrevista.
 
 
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