Por Paulo Campos
Más de 20 minutos estuve delante de la pantalla sin reaccionar -y eso que eran las putas 6 de la mañana-, después de que al pobre Warren Beatty y a la más pobre aún Faye Dunaway, les dieran el sobre equivocado (sin duda obra de Denzel Washington, que desde que llegó tenía una cara de malas pulgas brutales). En fin, que podría comentar toda la ceremonia paso a paso; pero es que todo, absolutamente todo tiene, por obligación, que girar alrededor del momento más “¡¡qué cojones!!” (que es la versión cañí del WTF). Vamos a ver, que esto no es Objetivo Eurovisión, que aquí se supone que la gente es profesional y seria. Aunque, un momento, es un país que votó a Trump como presidente, entonces lo entiendes todo. Exculpo a Beatty, que se dio cuenta de la metedura de pata, pero no de pasarle el marrón a la otra en plan “toma, que total ya se van a reír de la cara que me traes que apenas puedes vocalizar, y un poco más no pasa nada” Y ale. Bueno, volveré a ello después porque hay cosas que comentar:
